jueves, 6 de mayo de 2021

El Castel del Monte, fue levantado entre 1240 a 1250 y Construido por Federico II de Suabia, situado sobre una colina en las “Murge”, cerca de Andria. en Apulia, al sudeste de Italia.



El Castillo es una obra excepcional por la perfección de sus formas y la fusión de elementos culturales de diferentes épocas y lugares.

La fortaleza se puede ver de lejos, resaltándose sobre una colina en medio de un paisaje árido. Frecuentemente se hace referencia al castillo como el castillo de caza y la residencia principal y preferida de Federico II.





El misterio de su funcionalidad no se explica tan fácilmente. La construcción esconde muchos secretos que se han convertido en un tema tratado, comentado, narrado y analizado en la literatura moderna, empezando por la fecha de construcción, no del todo clara. Sí es seguro que el edificio se levantó en la primera mitad del siglo XIII.




Los leones que se colocan en la entrada monumental, son un ejemplo del arte románico, mientras que los frisos que decoran algunas partes del Castillo, son inspirados en el estilo clásico. El diseño de pavimentos y materiales utilizados en algunas áreas se refieren al arte islámico.





Es interesante saber que el numero 8 es el "número guía" del Castillo: ocho son los lados de la planta del Castillo, ocho son las habitaciones de la planta baja y del primer piso, dispuestas para formar un octágono, y ocho son las enormes torres, por supuesto, octogonal.






Otra teoría establece que el castillo fue levantado teniendo en cuenta distintas constelaciones estelares. Así, en diversas fechas del año se producen determinadas situaciones de luz y sombra que convierten al castillo en un calendario celeste en tres dimensiones.





El patio interior también tiene forma octogonal. El número ocho siempre ha tenido una fuerte carga simbólica. Así; por un lado se relaciona con la concepción oriental de la estrella de ocho puntas que representa la corona de los emperadores, y por otro también con el octavo día de la creación del mundo. Así coincide con el día de la resurrección de Cristo, con el que el emperador, conscientemente, quiso relacionarse. El octógono, junto al cuadrado y al círculo, pertenece además al grupo de símbolos de la mente, el espíritu y el más allá.



Federico II llevaba una vida lujosa y solía organizar fiestas y encuentros con la alta sociedad. Teóricamente, en Castel del Monte el emperador hacía levantar unas carpas para organizar torneos entre caballeros y otros festejos.




La arquitectura contaba con un sistema de pasillos muy complejo. Era imposible acertar a acceder desde cualquier pasillo a las habitaciones pues éstas conectan unas con otras e incluso es muy complicado llegar a la sala de trono. Durante un tiempo se creyó que el emperador quería protegerse de atentados y que por ello para llegar hasta sus habitaciones había que atravesar una infinidad de cuartos. Así los intrusos eran descubiertos a tiempo por los soldados de guardia.








Hoy en día se opina que no se trataba de ningún laberinto construido para la seguridad del Emperador sino que se debía a una distribución de cuartos correspondiente a los rangos sociales de sus habitantes.

No está claro porqué Federico II construyó esta brillante pieza de arquitectura, una aura de misterio que dio origen a muchas leyendas, aumentando así el encanto de este lugar único.








Bibliografía : http://www.italia.it/es

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