martes, 28 de abril de 2020

El Osterley Park


El Osterley Park And House de Londres es un edificio es una casa de ladrillo rojo Tudor. Originalmente construido en 1575, fue transformado por el arquitecto Robert Adam (1728-1792), entre 1760 y 1780 para Francis Child, quien la adquirió en 1713. Diseñador de interiores y de muebles. Adam rechazó el estilo palladiano, tal como fue introducido en Inglaterra por Inigo Jones. Sin embargo, continuó su tradición de dibujo inspirándose directamente en la antigüedad clásica. 




El «movimiento» se basaba en los fuertes contrastes y la diversidad de formas, y dibujado con una estética pintoresca. Al jugar con el contraste de tamaño de las habitaciones y con los esquemas decorativos, Adam aplicó el concepto de movimiento también a sus interiores. Su estilo de decoración ha sido descrito por Nikolaus Pevsner como "rococó clásico" , dibujado sobre decoración de estuco romana.



La casa es de ladrillo rojo con detalles de piedra blanca y es aproximadamente cuadrada, con torres en las cuatro esquinas. El diseño de Adam, que incorpora algo de la estructura anterior, es muy inusual, y difiere en gran medida en el estilo de la construcción original. 



Originalmente la casa pertenecía a Sir Thomas Gresham, agente comercial y asesor de la reina Elizabeth I, quien la construyó en 1576. La casa consta de tres plantas cuadradas con cuatro torres en el patio central. Dejó de ser residencia principal de la familia Child a principios del s. XIX y se abrió al público en 1939. Actualmente se conserva en buen estado, de la misma manera que en el s. XVIII.


Gran parte de su esplendor se debe a que está situada en el corazón de más de 350 hectáreas de parques y jardines. El diseño de los jardines empezó en 1760 cuando se proyectaron los lagos. Cuenta con gran variedad de árboles.


George Villiers infantiles, noveno conde de Jersey abrió Osterley al público en 1939 después de haber recibido muchas peticiones de acceso a su interior histórico. El conde justificó su decisión diciendo que era "respuesta suficiente que no viven en ella y que muchos otros deseaban verlo"; unas 12.000 personas visitaron posteriormente la casa en su primer mes de apertura. 









Una serie de exposiciones de obras de arte de artistas vivos se realizaron por el Conde en las habitaciones de la planta superior de Osterley. A pesar de que nunca llegó a buen término, el conde prevé la creación de un jardín botánico en el recinto de Osterley.


El National Trust (que se encargó de Osterley en 1991) es la Fundación Nacional para los Lugares de Interés Histórico o de Belleza Natural (National Trust for Places of Historic Interest or Natural Beauty), una organización fundada con la intención de conservar y de revalorizar los monumentos y los lugares de interés colectivo. 

Actualmente la casa se encuentra en un proyecto de restauración que se espera que esté terminado en 2020. En este trabajo se restaurará la mampostería externa para mantener la integridad estructural del edificio.


domingo, 26 de abril de 2020

"La Libertad guiando al pueblo" obra de Eugène Delacroix

"La Libertad guiando al pueblo" obra de Eugène Delacroix (1798-1863), del año 1830 y con unas dimensiones de 260 × 325 cm. Actualmente se conserva en el Museo del Louvre de París _ Francia.


El lienzo se presentó por primera vez al público en el Salón de París de 1831. En aquel entonces, se denominaba «Escenas de barricadas». A continuación, la obra se expuso en el Museo de Luxemburgo a partir de 1863. No fue hasta 1874 cuando el majestuoso lienzo, desde entonces denominado «La libertad guiando al pueblo», llegó al Louvre, siete años después de la muerte de Eugène Delacroix.


Delacroix fue el más emblemático pintor del movimiento romántico aparecido en el primer tercio del siglo XIX, cuya influencia se extendió hasta los impresionistas. Etiquetado inicialmente como neoclásico, aunque opuesto totalmente a Ingres, ambos son criticados en los diferentes Salones en los que exponían.


A partir de la exposición de 1855 Delacroix se convirtió en la figura que supo sobrepasar la formación clásica para «renovar» la pintura. A su fallecimiento, los artistas contemporáneos le rindieron sentidos homenajes, en especial Gustave Courbet. Auténtico genio, dejó numerosas obras que tenían mucho que ver con la actualidad de su época. También destacó como pintor religioso pese a sus continuas declaraciones de ateísmo. Sus obras manifiestan una gran maestría en la utilización del color.


Este óleo sobre lienzo pintado en 1830 se inspira en la revolución de las «Tres jornadas gloriosas». Es una de las obras principales del Museo del Louvre, junto con la Venus de Milo, la Balsa de la Medusa y la Gioconda de Leonardo da Vinci. Revisamos este lienzo, convertido desde entonces en símbolo de la República Francesa, para que pueda apreciarlo mejor durante su visita al Louvre. 


La expresión de la revolución de las «Tres jornadas gloriosas» se refiere al período de conflicto que se prolongó durante los días 27, 28 y 29 de julio de 1830. Esta revolución francesa es la segunda después de la de 1789. Los parisinos se rebelaron contra el rey Carlos X, que abolió las libertades de 1789. Este estado de guerra le forzó a huir de la capital y abandonar el trono. Le sustituyó Luis Felipe I, que estableció la Monarquía de Julio.


La libertad guiando al pueblo de Eugène Delacroix representa una escena de barricadas. Las torres de Notre Dame al fondo indican claramente que los enfrentamientos se desarrollan en París. Delacroix, testigo de los hechos, decidió pintar este lienzo, que se convertiría en símbolo de la República Francesa. Esta obra maestra también sirvió de modelo para muchos sellos y los antiguos billetes de 100 francos.


Vemos que el cuadro está pintado en forma de pirámide. Eugène Delacroix incluye en la parte superior de esta pila de cadáveres la bandera francesa azul, blanca y roja, que ondea con orgullo en el aire. La lleva la figura de la libertad, representada por la mujer.


El gorro frigio que atavía al personaje femenino, enclavado en el centro del lienzo, es el que utilizaban los esclavos liberados del Imperio Romano. Más tarde lo usaron los revolucionarios venidos del sur de Francia, que lo llevaban como signo de su liberación. Hoy en día, forma parte de los grandes símbolos de la República Francesa y de los atributos de Marianne. Marianne representa también los valores de la República: «Libertad, Igualdad y Fraternidad». 


Se la considera icono de la libertad y la democracia, por lo que su busto puede verse en los edificios oficiales de la República Francesa. En sus representaciones, Marianne incorpora a menudo los rasgos del personaje central del lienzo, los pechos desnudos.


Se trata pues de una obra de arte que plasma los poderosos símbolos de la República Francesa. Su título cobra sentido una vez que se conoce lo que representa el personaje central: La libertad guiando al pueblo.




Bubliografía : https://www.pariscityvision.com/

sábado, 25 de abril de 2020

Roger Wagner

Nacido en 1957 en Londres, Roger Wagner, ha sido descrito por Charles Moore en The Spectator como «el mejor pintor actual de temática religiosa en el Reino Unido». Ganó una beca de Literatura Inglesa en el Lincoln College Oxford en 1975. Mientras estudiaba, asistió a clases en la Escuela de Dibujo de Ruskin, donde actualmente es profesor del centro. Desde el año 1978 a 1981 estudió en The Royal Academy Schools con Peter Greenham, y posteriormente regresó a Oxford, donde ahora vive y trabaja.

Ha publicado varios libros de poemas ilustrados y tres volúmenes ilustrados con su propia traducción de los Salmos. Estudió Filología Inglesa en Oxford y posteriormente realizó estudios en la Royal Academy School of Art.



El trabajo de Wagner ha sido descrito como "totalmente diferente a cualquier otro artista contemporáneo". Refleja las inquietudes del ser humano acerca del universo y su modo de expresarlo de formas diversas. Refleja también el deseo de trascendencia del ser humano y la indagación que éste ha hecho de la naturaleza a lo largo de los siglos, con actividades propias del hombre como la ciencia o el arte, algo que los autores denominan como curiosidad penúltima. 



El artista británico ha señalado que desde la Prehistoria existen evidencias de una relación entre el arte y la religión: “Sabemos que las comunidades primitivas llevaban a cabo ceremonias religiosas. Los impulsos que motivaban a estos primeros hombres a dibujar en las cuevas eran religiosos, según el artista pero al mismo tiempo estaban ejerciendo su curiosidad por conocer el entorno natural”.


En cuanto al arte figurativo, es notable el hecho de que su energía creadora ha ido menguando en la medida en que se ha ido alejando de la religión. Una influencia temprana fue la pintura de Giorgio de Chirico, a quien conoció en Venecia en 1973. Chirico describió su propio estilo como "metafísico" y, aunque muy diferente, el mismo término podría aplicarse a la obra de Wagner.


También podemos decir que sus obras se acercan a las obras de Fra Angelico, Blake, Palmer y Traherne,  pero también a menudo imbuido de lo que Samuel Johnson describió como una característica de los poetas metafísicos en los que "las ideas más heterogéneas están unidas por la violencia en conjunto".


Las pinturas de Wagner, a pesar de todo su vigor de composición, a menudo poseen esa sensación de quietud en el centro de la tormenta, esa idea de esperanza frente a la desesperación. Wagner no tiene miedo de lidiar con problemas de juicio y sufrimiento, pero su teología se basa en el amor suficiente de Dios.




Bibliografía: https://www.unav.edu/

martes, 21 de abril de 2020

Leandro Erlich

Sigo al artista conceptual Leandro Erlich (Buenos Aires, 1973), desde hace tiempo, me fascina su forma de jugar con la realidad, sacarla de contexto y transformarla en algo mucho más divertido. Quizás la obra que mejor resume ese espíritu lúdico (no exento de reflexión social) sea su instalación «Bâtiment».


La obra reproduce fielmente sobre el suelo de una calle cualquiera la fachada de un edificio a tamaño real. A los sorprendidos paseantes se les invita a explorar toda la superficie, pudiendo sentarse, tumbarse en ella o incluso recorrerla caminando. 

Dalson House 2013

Hasta ahí todo normal, aunque se nos muestre una perspectiva poco habitual de las viviendas. Lo realmente mágico viene cuando uno mira hacia delante o hacia arriba. Un enorme espejo colocado con un ángulo de 45º refleja todo el edificio y podemos vernos trepando sin esfuerzo por él o colgados en las poses más surrealistas. De un plumazo y sin despeinarnos somos capaces de desafiar a la gravedad para hacernos el selfie más loco del año.


La sorprendente «Bâtiment» ha ido viajando a lo largo de los años a diferentes destinos: Linz, Donetsk, Londres, Paris… mimetizándose siempre con la arquitectura del país visitado. De los balcones en forja de París al estilo 100 % británico de la «Dalston House» londinense o a los toques chinos y coloniales de la «Casa Shikumen», lo cierto es que cada una de estas ilusiones ópticas siempre ha resultado todo un acontecimiento.





El padre de Erlich, un arquitecto de gran inventiva, le inculcó la pasión por los edificios y por imaginar cosas más allá de lo corriente. Algo que queda bien reflejado en «Pulled by the Roots» (Karlsruhe, 2015), donde una casa arrancada de su entorno nos muestra sus raíces orgánicas como prueba de su integración en un ambiente vivo. O en la fantástica «Maison Fond» (París, 2015), que se va derritiendo ante nuestros ojos a modo de metáfora del cambio climático.

Pulled by the Roots

Leandro Erlich busca siempre provocar emociones con sus llamativos trampantojos, ya sea retorciendo las escaleras mecánicas del centro comercial Le Bon Marché o bien escamoteando la punta del obelisco de Buenos Aires a los porteños. Todo un antídoto contra la indolencia.


Las instalaciones de Leandro Erlich cuestionan la visión de la realidad mediante simulaciones y efectos ópticos. Erlich manipula espacios y situaciones cotidianas para establecer una realidad paralela que entronca con la verdad única y objetiva.


A pesar de estar construidas como mecanismos de relojería, las obras de este artista exigen una primera aproximación sensorial, inmersiva, qué sólo después admite la reflexión conceptual o el análisis de los mecanismos que producen la extrañeza. 







Bibliografía : https://edukavital.blogspot.com/
                     https://www.museoreinasofia.es/


domingo, 19 de abril de 2020

"Boulevard de los loros", obra de Max Liebermann

"Boulevard de los loros", obra de Max Liebermann del año 1902 y con unas dimensiones de 88,1 x 72,5 cm. Actualmente se encuentra en Galería de arte de Bremen _ Alemania.


El pintor alemán de origen judío (1847-1935) y uno de los representantes del Impresionismo en Alemania que lideró la pintura de dicho país durante más de 30 años.
Hijo de una familia de negociantes de Berlín, estudió leyes y filosofía pero luego se decidió a estudiar pintura (en París y Holanda). Pasó por Barbizon, donde absorbió influencias del Realismo y del Impresionismo; coleccionó pinturas de importantes maestros de la época. También viajó a Holanda, donde estudió a los viejos maestros como Rembrandt, Frans Hals y Adriaen van Ostade.


Después de sus estudios profesionales en Weimar y de sus estadías en París y los Países Bajos, realizó trabajos naturalistas con una temática social. Desde 1880, mediante el trabajo con los impresionistas franceses, descubrió coloraciones claras y pinturas de trazos vivaces, técnicas que caracterizan sus obras más importantes. 


Sus creaciones tuvieron un significado muy importante para la transición del arte del siglo XIX desde el Modernismo Clásico hasta la época del gobierno de Guillermo II y de la República de Weimar. Propició estos cambios como presidente de la Secesión de Berlín. 


Desde 1920 hasta 1933, dirigió la Academia de las Artes de Prusia, antes de renunciar a la política del arte a causa de las influencias nacionalsocialistas. Pasó los dos últimos años su vida aislado, por voluntad propia, en su natal Berlín.


Los paisajes pintorescos y escenas campesinas, inspiradas en Holanda, son las manifestaciones más representativas de este pintor. Inicialmente su realismo peca de un toque excesivamente sentimental. Ya a finales de siglo, Liebermann adopta rasgos del Modernismo. Ante la irrupción del Expresionismo de Ernst Ludwig Kirchner y otros autores de la época, Liebermann se muestra reacio.


Hacia 1920 fue presidente de la Academia de las Artes de Prusia, cargo al cual renunció en 1932 por la discriminación que existía hacia los pintores judíos. El régimen de Hitler le incluyó en las listas de arte degenerado.


Desde 1880, mediante el trabajo con los impresionistas franceses, descubrió coloraciones claras y pinturas de trazos vivaces, técnicas que caracterizan sus obras más importantes. Sus creaciones tuvieron un significado muy importante para la transición del arte del siglo XIX desde el Modernismo.


La Escuela de Barbizon tenía un gran significado para el desarrollo del Impresionismo: ésta plasmaba el arte impresionista de paisajes y enriquecía las corrientes de la época mediante la técnica de la pintura al aire libre. Liebermann se interesó en los métodos de la escuela de Barbizon, así como en los motivos en los que ésta se basaba.


En 1920 fue elegido presidente de la Academia prusiana de las Artes. En el 1933, con la subida al poder de Adolf Hitler, y con la consecuente política antisemita, comenzaron las persecuciones nazis contra él: después de que se le prohibió pintar y después de que la Academia decidió no exponer más cuadros de hebreos, fue obligado a dimitir y fue incluido entre los representantes de las artes degeneradas. Moriría algo más de un año más tarde, a los 87 años de edad.


Max Liebermann vivió una larga y fructífera vida: casi lo suficientemente larga como para que se le hubiese podido arrancar todo aquello que había logrado. Fue, por decirlo de alguna manera, afortunado en morirse cuando murió, en su hogar en Berlín, en 1935.


En su época, Liebermann fue un retratista que gozó de gran popularidad en Berlín. Realizó no menos de 200 retratos y fue además uno de los más cotizados retratistas de Berlín. Entre sus trabajos más apreciados figuran los retratos de Albert Einstein y Paul von Hindenburg, quien entonces era presidente de la República de Weimar.






Biblìografía : http://www.gelonchviladegut.com/es