domingo, 24 de mayo de 2020

"Retrato de alabardero" Jacopo Carrucci Pontormo

"Retrato de alabardero" Jacopo Carrucci Pontormo (1494-1557), fue realizada entre los años 1528 a 1530 y con unas dimensiones de 92 x 72 cm. Actualmente se encuentra en Paul Getty Museum (Malibú) _ Estados Unidos.




El artista florentino Jacopo da Pontormo fue uno de los primeros exponentes del italiano. Manierismo . Influenciado por Leonardo da Vinci (1452-1519) y Andrea del Sarto (1486-1531), trabajó para los Medici, Borgherini y otros mecenas de Arte renacentista en Florencia,


Los especialistas se hallan envueltos todavía en una interesante controversia alrededor de la producción retratística de Pontormo, bien sobre la autoría de algunas de sus obras o sobre la cronología de las atribuidas como propias. Voss (1920) considera que este alabardero sería el retrato de Francesco Guardi -tesis mantenida en la actualidad por numerosos estudiosos como Berti (1993) - relacionando el retrato con el asedio y la defensa de la cuidad de Florencia de 1529-30, situándolo por lo tanto en estas fechas.


Keutner (1959) propone la identificación con Cosme I de Medici, tesis que va alcanzando cada día más adeptos, especialmente después de la adquisición de la tabla por el Museo Paul Getty de Malibú en la subasta organizada por Christie´s de Nueva York, alcanzando la obra un valor de más de 35 millones de dólares.


El collar de oro y la medalla con la representación del mito de Hércules y Anteo en la birreta son elementos que confirman la identidad de Cosme I de Medici, presentándole como la figura capaz de continuar con el gobierno republicano de la ciudad, siempre bajo la férrea supervisión de la familia Medici. Esta identificación retrasaría la cronología de la tabla hasta 1537. La influencia de Rafael en los retratos de Pontormo es bastante significativa pero debemos advertir que el maestro manierista realizará interesantes aportaciones a esta temática,


Especialmente a la hora de captar la psicología de los personajes, manifestando el estado mental del momento en el que son retratados, resaltando la fuerza emocional del modelo y su proyección hacia el espectador. La figura se recorta ante un fondo arquitectónico apenas visible, destacando la arrogante pose del modelo, creando un espectacular contrapuesto al disponer la figura en un plano oblicuo y la cabeza mirando de frente. El brillante colorido, el interés por los detalles y la fuerza psicológica del modelo serán algunas características de los retratos de Pontormo que heredará su discípulo Bronzino, para crear el retrato aristocrático de la segunda maniera florentina.


El diseño compositivo de Pontormo tuvo prioridad sobre el naturalismo y la perspectiva. Por lo tanto, donde Alto renacimiento los pintores buscaron armonía, Pontormo buscó drama y efectos especiales. Su estilo angular de cinquecento debía mucho a las obras de Miguel Ángel (1475-1564) y Albrecht Durer (1471-1528), aunque su sentido del color era completamente suyo. 


Pontormo fue conocido sobre todo en sus últimos años por su exquisita dibujo Esta arte de tapiz revela el carácter monumental del estilo tardío de Pontormo, que alcanzó su apogeo en la gran empresa de sus últimos diez años, una comisión del Familia Medici para los frescos en la Iglesia de S. Lorenzo (1546-56). Pintado en dos niveles en las tres paredes del coro, Pontormo los dejó incompletos y Bronzino los terminó.






Bibliografía : https://es.gallerix.ru/pedia/old-masters--pontormo/
                     https://www.artehistoria.com/es/obra/retrato-de-alabardero

sábado, 23 de mayo de 2020

Eugène Boch (1855-1941)


El pintor belga Eugène Boch (1855-1941), nacido en la quinta generación de la familia Boch, una acaudalada dinastía de fabricantes de porcelana y cerámica desde 1748, todavía activa hoy bajo la firma Villeroy & Boch, era el hermano menor de Anna Boch y miembro fundador de Les XX .


Eugène Boch se matriculó en el atelier privado def Léon Bonnat en Paris, en 1879. Desde 1882, cuando Bonnat cerró su atelier, estudió en el atelier de Fernand Cormon. Pinturas suyas fueron admitidas en los Salones en el año 1882, 1883 y 1885.


Lo mismo que su hermana, Eugène Boch invirtió gran parte de los fondos que recibían de su padre, Victor Boch, exitoso comerciante, en la promoción de otros artistas. Compraron imágenes de prácticamente todos sus contemporáneos más importantes de su tiempo, la mayoría de los cuales eran también sus amigos.


Hacia mediados de junio de 1888 fue presentado por Dodge MacKnight a Vincent van Gogh, cuando éste realizaba una estancia de unas cuantas semanas en un municipio de las cercanías de Arles. Hacia el 8 de julio, Vincent evoca a Boch en una carta a su hermano Theo: "Es un chico cuyo exterior me gusta mucho, rostro afilado, ojos verdes con algo de distinción".


El 11 de agosto, surge una idea a su mente: "Quisiera hacer el retrato de un amigo artista, que tiene grandes sueños, que trabaja como canta un ruiseñor, porque es su naturaleza. Este hombre es rubio. Quisiera mostrar en mi cuadro mi aprecio, mi cariño por él. De modo que lo pintaré tal cual, tan fielmente como pueda. Van Gogh llamó “El poeta” al retrato de su amigo, pues Eugéne también escribió poesía.


La gran figura del belga se recorta sobre un fondo estrellado, mostrando Vincent su preocupación por las luces diferentes a las diurnas. Viste una americana ocre cuyos tonos parecen reflejarse en el rostro del pintor. Las líneas que delimitan los contornos vuelven a hacerse gruesas, apreciándose más las pinceladas en el rostro que en el interior de la chaqueta. Los tonos empleados son similares a los de la Casa amarilla o la Terraza del café. La personalidad del modelo ha sido perfectamente captada por Van Gogh.


Eugène apoyó a artistas de talento, pero sin dinero, incluyendo a Emile Bernard, a quien conoció en el Atelier Cormon, y Paul Gauguin. O bien intercambiaba obras, como con Vincent van Gogh. Así poco a poco, llegó a reunir una importante colección de arte contemporáneo. Además de su propio retrato Eugène Boch era propietario de una segunda pintura de Van Gogh.


En 1892 se estableció en Monthyon, no lejos de Paris. En 1909 se casó con Anne-Marie Léonie Crusfond, y en 1910 se mudaron a su chalet recién construido "La Grimpette", donde vivieron hasta su muerte.

La Villa La Grimpette en Monthyon fue un lugar de encuentro de muchos artistas, amigos e invitados de Eugène Boch y su esposa, entre ellos Emile Bernard y Henri Matisse.


Eugène Boch fue miembro de los XX o Los Veinte, un grupo de veinte pintores belgas, dibujantes y escultores, que se formó en 1883 por el abogado, editor y empresario de Bruselas Octave Maus. Durante diez años, estos vingtistes, como se llamaban a sí mismos, cellebraron una exposición anual de su arte; cada año se invitaba también a otros veinte artistas internacionales a participar en la exposición. Entre los artistas invitados a lo largo de los años estuvieron: Camille Pissarro (1887, 1889, 1891), Claude Monet (1886, 1889), Georges Seurat (1887, 1889, 1891, 1892), Paul Gauguin (1889, 1891), Berthe Morisot (1841-1895), Paul Cézanne (1890), y como no mi admirado y querido  Vincent van Gogh (1890).



Biblíografia : http://pintores.vtrbandaancha.net/Boch,%20E.htm


martes, 19 de mayo de 2020

El castillo de Venaria


El castillo de Venaria es una de las Residencias de la casa real de Saboya declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1997, se encuentra en la provincia de Turín, en el Piamonte _ Italia.

Este castillo posiblemente fue la más grande de las residencias saboyanas en cuanto a su tamaño, parangonable en cuanto a edificación al palacio real francés de Versalles que fue construido teniendo en mente el proyecto de la residencia real piamontesa (según algunos, los diseños de la Venarìa fueron llevados a París por voluntad del rey de Francia).


La Venaria Reale, grandioso complejo a las puertas de Turín, con 80.000 metros cuadrados de edificio monumental del Palacio Real y 60 hectáreas de Jardines, bienes adyacentes al Centro Histórico de Venaria del siglo XVII, y a las 3.000 hectáreas amuralladas del Parque de La Mandria, es una obra maestra de la arquitectura y el paisaje, en el 2007 tras haber sido la obra de restauración más relevante de Europa en lo que se refiere a bienes culturales.



El edificio monumental, se precia de algunas de las más altas expresiones del Barroco universal: El encantador escenario de la Sala de Diana, proyectada por Amedeo di Castellamonte, la solemnidad de la Galería Grande y de la Capilla de San Huberto, con el inmenso complejo de las Caballerizas, obras dieciochescas de Filippo Juvarra , la fastuosa decoración, la espectacular Fuente del Ciervo en el Patio de Honor representan el marco ideal del Teatro de Historia y Magnificencia, el recorrido expositivo dedicado a los Saboya que acompaña al visitante durante casi 2.000 metros, entre el sótano y la planta noble del Palacio Real.


La restauración del Palacio Real y de los Jardines, parte del Proyecto La Venaria Reale que incluye también la recuperación del Casco Antiguo y del Parque de la Mandria, es la mayor obra de conservación de un bien cultural hasta ahora realizada en Europa. Frescos, decoraciones e importantes testimonios arqueológicos salen a la luz a través de un trabajo experimental de restauración que ha utilizado métodos de intervención innovadores.



Antiguos materiales y nuevas estructuras, técnicas de construcción tradicionales y modernos lenguajes artísticos, como el cine de Peter Greenaway y las esculturas de Giuseppe Penone, reinterpretan la complejidad de la Venaria.




Este palacio fue proyectado y construido en pocos años (1658-1679) según proyecto del arquitecto Amedeo di Castellamonte como acabo de mencionar. La fachada principal en estuco con cornucopias de conchas y frutos se encuentra sobre la parte derecha como «cortada» por una línea de ladrillos a la vista que delimitan la parte del siglo XVII con la del XVIII, posterior a la intervención del primer arquitecto de corte Amedeo di Castellamonte.


La parte de la izquierda presenta la intervención del segundo arquitecto de corte, Michelangelo Garove 1699-1713 en síntesis la realización de dos torreones con techos llamados «a la Mansart» (mansardas) recubiertos de scandole, baldosas pentagonales multicolores de cerámica, unidos por una gran galería erróneamente indicada a mitad del siglo XX, como la de Diana.




Los jardines del palacio real desaparecieron completamente cuando los franceses de Napoleón los transformaron en plaza de armas: una obra extremadamente significativa del complejo se perdió para siempre. Quedaron los diseños de la época, que mostraban el espléndido jardín a la italiana dividido en tres terrazas enlazadas con escalinatas escenográficas y arquitectura (como la torre del reloj del primer patio) que los unen: la fuente de Hércules, el teatro en forma de hemiciclo y los parterres.




Sólo recientemente, Venaria Reale ha visto renacer su ambientación natural, gracias a las labores que se están realizando en la estructura (establos, Reggia di Diana, etc.). Actualmente sólo están abiertos al público las partes ya acabadas. En el Parco Basso, son visibles algunas obras de Giuseppe Penone, en neto contraste con la estructura barroca del complejo.






Bibliografía : https://www.lavenaria.it/es

domingo, 17 de mayo de 2020

"Pergamino del Inferno", obra de Sandro Botticelli


"Pergamino del Inferno", obra de Sandro Botticelli, fue realizada entre los años 1480 a 1495 y con unas dimensiones de 47 x 32 cm. Actualmente se encuentra en El Kupferstichkabinett, es un museo de grabados en Los Museos Estatales (Staatliche Museen) de Berlín _ Alemania.


Se sabe que en el museo de Berlin se conservan del artista florentino 85 pergaminos, sin embargo, este es el patrón de color en el pergamino que se conoce más que cualquier otro, ya que es una especie de "mapa de demonios." 


Después de Dante en su libro no sólo describe los pecados y el terrible sufrimiento al que condenó a aquellos que los cometieron. Creó una especie de topografía del Infierno. Según el poeta, el infierno se compone de ocho vueltas, y en el perímetro del antiguo río subterráneo que fluye Acheron. 


De él brotan corrientes que entran en la quinta ronda – pantanos de Estigia, que son punibles con la gente enojada. A continuación, se convierte en un río de sangre Phlegethon, y en el noveno asalto – traidores – la cascada cae al centro de la tierra y se congela. Este abismo helado se llama el Cocito. El cuadro de Botticelli es en realidad un mapa del infierno de Dante, tratando de seguir con precisión palabra por palabra del poeta.
  

El maestro del Renacimiento Botticelli pasó más de una década pintando y dibujando el infierno como lo describió el poeta Dante en su obra "La divina comedia". 

Se trata del mapa del infierno, una interpretación fabulosa por parte del artista de la famosa obra la 'Divina Comedia' de Dante Alighieri. El colosal trabajo, que comenzó en 1480, describe en círculos cómo está construido y estructurado el Infierno, según explica Dante en el canto XI. El primer círculo es el limbo y el noveno círculo está formado por cuatro zonas; la última de ellas, la Judeca.


El mapa del Infierno fue un encargo de los Médici y se trató de una obra que llevó muchísimo tiempo. No en vano, el mapa del infierno es solo la portada de una colección de 102 dibujos de los que solo se conservan 92. Acabo de mencionar los 85 de Berlin y 7 se encuentran en Los Museos de Vaticanos y otros 10 que faltan y no se sabe de su paradero. Estos dibujos son absolutamente excepcionales y de un nivel de detalle inusitado.



El pintor italiano Sandro Botticelli (1444-1510) fue uno de los principales artistas del Renacimiento en Florencia, centro de la pintura innovadora en la Europa del siglo XV.


Nació varias generaciones después de que Donatello, Masaccio otorgaran al arte florentino su toque especial y justo antes de dar un gran giro en la obra del Alto Renacimiento de Leonardo da Vinci, Miguel Ángel y otros artistas del momento.



Miembro del movimiento artístico que estuvo presente en la Escuela Florentina, estudió bajo la atenta mirada y guía de Lorenzo de Médici. Las obras más famosas de Botticelli incluyen las de La Primavera y El nacimiento de Venus. En su momento más productivo y exitoso, Botticelli fue uno de los artistas más conocidos de toda Italia.



Pero sus comienzos fueron humildes, pues su primer trabajo consistió en trabajar como orfebre; sin embargo, a los catorce años, se convirtió en un joven aprendiz artístico del Renacimiento, concretamente bajo la dirección de Fra Filippo Lippi, donde recibió una educación artística completa y variada.


Botticelli era increíblemente inteligente y su sed de conocimiento y ganas de aprender lo llevaron a convertirse en el gran artista que hoy conocemos.



En vida, Sandro Botticelli gozó de cierta fama en una de las épocas más ricas para la historia de la pintura, la Florencia del Renacimiento. Recibió encargos de la familia Medici y colaboró con la elaboración de la Capilla Sixtina, si bien nunca fue uno de los principales artistas de la época. 


A pesar de producir obras hoy famosas, como El nacimiento de Venus o Primavera, los años -los siglos- lo borrarían de la memoria de otros. Solo fue hasta finales del siglo XIX cuando su nombre, hoy tan conspicuo en la historia del arte como el de El Bosco, cobró relevancia mundial. Y eso se debió, por lo menos en parte, al fortuito descubrimiento en Escocia de sus dibujos dedicados a la obra maestra de Dante.


sábado, 16 de mayo de 2020

Bruno Catalano

El escultor Bruno Catalano (Khouribga _1960) es conocido por sus esculturas viajeras. Es de alguna forma, un reflejo de su propia vida. Nacido en Marruecos, el artista y su familia se vieron obligados a exiliarse en Marsella a mediados de los años 70. Este gran cambio, que tuvo lugar cuando era un adolescente, dejó una impresión duradera y forjó su futuro. Después de probar diferentes profesiones, el artista finalmente decidió dedicarse a la escultura a la edad de 30 años.


Su carrera despuntó en 2005, cuando una escultura suya fue descubierta por un galerista parisino. A partir de ahí, la destreza técnica de Catalano se ha desarrollado junto con los intensos aspectos psicológicos que hay detrás de su arte. Verdaderamente lo que me fascina de los artistas contemporáneos es seguir sus trabajos y observar el desatollo de sus obras a lo largo de los años, Y Bruno Catalano es uno de ellos. 


Las figuras de bronce del escultor Catalano estuvieron expuestas hasta noviembre del año 2019 en la laguna veneciana. Sus Viajeros son individuos fracturados y fragmentados, cada uno siguiendo su propio camino.

Fue con la colaboración de Ravagnan Gallery para la 58º Bienal de Venecia, cuando treinta de sus Viajeros más recientes forman un recorrido por la ciudad. Colocados en teatros, iglesias y palacios históricos, estas figuras “incompletas” están conectadas conceptualmente, pero sus viajes son únicos.


Sus Viajeros están llenos y a la vez vacíos; después de todo, les faltan partes fundamentales para estar completos. Por eso, están en constante búsqueda de las piezas que les faltan. En Venecia, las esculturas de Catalano han encontrado su lugar en sitios icónicos como el Teatro Goldoni, del siglo XVII, donde se integran y a la vez destacan de su entorno.


Culminando en un llamativo retablo en el interior de la iglesia de San Gallo, donde se encuentran figuras de bronce y terracota, su obra tiene un mensaje inquietante. Yuxtaponiendo la fragilidad de la terracota y la permanencia del bronce, Catalano nos dice una vez más que todo lo que parece sólido puede romperse en un instante.



 “En mi trabajo, siempre busco el movimiento y la expresión de los sentimientos, salgo de la forma y les otorgo inercia para darles vida”, declara Catalano. “Viniendo de Marruecos, yo mismo cargué estas maletas llenas de recuerdos que represento con tanta frecuencia. No sólo contienen imágenes, sino también experiencias, deseos: mis raíces en movimiento”.











Bibliografía: https://mymodernmet.com/