viernes, 31 de enero de 2020

Amalia de Llano y Dotres, obra de Federico de Madrazo y Kuntz

Amalia de Llano y Dotres, condesa de Vilches, obra de Federico de Madrazo y Kuntz del año 1853 y con unas dimensiones de 126 x 89 cm. Actualmente se encuentra en la Sala 062B en el Museo del Prado en Madrid _ España.


Hijo del influyente pintor neoclásico José de Madrazo (fue un personaje importante en la cultura artística de su época, llegando a dirigir el Prado durante 21 años, hasta su muerte),  Federico de Madrazo y Kuntz nació en Roma en el año 1815, donde su padre servía al rey Carlos IV en el exilio. Fue bautizado en la basílica de San Pedro del Vaticano y apadrinado por el príncipe Federico de Sajonia. 




Federico Madrazo en 1875 retratado por su hijo Raimundo Madrazo,

Obra cumbre de la retratística romántica española y el más atractivo de los retratos femeninos de su autor, es, sin duda, la obra más emblemática de las colecciones del siglo XIX del Museo del Prado.


Amalia de Llano y Dotres (1821-1874) contaba con treinta y dos años cuando Madrazo la retrató. una escritora muy destacada en la vida cultural del Madrid del siglo XIX que participó y organizó salones literarios muy frecuentados por las figuras intelectuales de su época. Amiga personal de Madrazo, su relación culta y familiar queda de relieve en un retrato que combina la aristocracia de la modelo con la simpatía de su pose.


Madrazo era exponente de la corriente más clasicista de la pintura decimonónica. Estudió en París y allí recibió el influjo de Ingres, que se rastrea en cada rasgo del cuadro: la pureza de la línea, las carnes blancas y el detalle de los ropajes. A estos rasgos aprendidos en el taller de Ingres, Madrazo añade una delicadeza en el tratamiento del tema y el manejo de colores, luz y texturas, que hace fácilmente reconocible su obra.


Doña Amalia será el prototipo de mujer que encandiló a la sociedad española decimonónica: alta y esbelta, de cutis pálido y mirada dulce pero que impone ciertas distancias como perfectamente se muestra en el retrato, al que Antonio de Marichalar llegó a calificar de "nuestra Gioconda del siglo XIX" debido a su intensa mirada fija en el espectador con coquetería y su media sonrisa.


Casó el 12/10/1839 con Gonzalo José de Vilches y Parga (1808 - 1879), que sería I conde de Vilchesdesde 1848, del que el Prado conserva dos retratos). Destacada defensora de la causa monárquica desde la caída de Isabel II. Amalia llegó a publicar las novelas Berta y Lidia. 



Federico Madrazo razo alcanza en esta efigie la conjunción perfecta de todos los recursos plásticos alcanzados en su producción madura, alcanzando en esta ocasión su refinamiento más esmerado, al servicio de una de las mujeres más hermosas y encantadoras del Madrid isabelino. Interpreta el retrato con un marcado aire francés, muy adecuado a la elegancia de la modelo, aprendido durante su formación en París junto a Ingres. 


La pose de la dama consigue transmitir una sensualidad bien ajena a la tradición española. La pose coqueta de la modelo es, sin embrago, estudiadamente informal, lo que sirve al artista para conceder a la obra un grácil movimiento. La iluminación empleada por Madrazo hace que la blancura de las carnaciones femeninas destaquen contra la acusada oscuridad del fondo, a la vez que acentúa la sensación cromática. 



La sutileza de ciertos gestos de la modelo, como la delicadeza con que sostiene el abanico, el contacto casi imperceptible de sus dedos con el óvalo facial o la dulcísima sonrisa, replicada por su seductora mirada, suponen el culmen de los aciertos de este soberbio retrato.

Federico de Madrazo y Kuntz muere en Madrid, 10 de junio de 1894.





Bibliografía : https://museodelprado.museumsmadrid.org/

jueves, 30 de enero de 2020

Heidi Annalise

La artista estadounidense Heidi Annalise pinta paisajes “entre el realismo y el impresionismo”, añadiendo “un elemento de fantasía al mundo natural con colores acentuados y formas simplificadas”.


Representa con exactitud los accidentes geográficos, pero se permite licencias poéticas para pintar la niebla o las nubes con una apariencia cremosa o para que los arbustos entre los que asoman dos cervatillos parezcan más bien algodones azulados.


Dentro de la pequeña lata de pastillas de menta Altoids hay pegotes de pintura alineados, con extremos ya mezclados con otros colores, aplastados y convertidos en una versión más clara u oscura de sí mismos. El interior de la tapa es el soporte para un pequeño lienzo.


En el exterior, la caja metálica es su “joya portátil”, la herramienta para pintar en la naturaleza sin quebraderos de cabeza, convirtiendo la amplitud del paisaje en una miniatura íntima. 


No se atribuye la invención del sistema, otros han utilizado antes el útil recipiente de caramelos ingleses para hacer acuarelas. Las fotos en las que muestra sus trabajos son, sin embargo, especialmente estéticas: el paisaje real se completa con el que atesora la cajita, la pintura complementa al fondo.


Heidi Annalise reconoce que es una advenediza. “No estudié arte y escogí un camino sinuoso para llegar aquí, pero…”, escribe en la sección biográfica de su web, completando la frase con una cita de Vincent van Gogh, “…¿Qué sería la vida si no tuviéramos el valor de intentar nada?“


El pintor escribió la frase en torno al año 1881 (unos años antes de dar forma al estilo que lo haría maestro) en una de las primeras cartas de la abundante correspondencia que mantuvo con su hermano Theo. Eran los años de la valentía impresionista y las obras de Manet, Renoir, Monet o Degas ya habían desafiado al arte canónico. La revolución también pasó por salir del estudio y pintar al aire libre para representar con agudeza experta (y a la vez convertir en poesía) la riqueza de matices del paisaje.

Annalise comparte la pasión por el mundo natural que destiló el impresionismo. Menciona “la belleza de las montañas”, su nuevo escenario vital, un acicate para cambiar de vida y estar cerca de ellas: en 2015 dejó su “respetable trabajo gubernamental” en Washington DC y se mudó a su Colorado natal para ser pintora.




Bibliografía : https://blogs.20minutos.es

martes, 28 de enero de 2020

La catedral de Canterbury


La catedral de Canterbury es una de las más antiguas y famosas estructuras cristianas en Inglaterra. Esta iglesia madre de la Diócesis de Canterbury (al este Kent) es el foco de la Religión Anglicana. 



Una de las ciudades inglesas mas fascinantes y pintorescas que he pisado es Canterbury. Sus calles medievales están llenas de historias. Uno de sus edificios emblemáticos, yo diría casi el corazón mismo de la ciudad, es la Catedral de Canterbury, una de las iglesias mas antiguas del país.



Actualmente esta sometida a un exhaustivo proceso de restauración, sin duda es una de las más antiguas y también de las mas famosas pues encierra historias sorprendentes.  Su historia se remonta siglos atrás, antes del año 1000, cuando el Papa Gregorio Magno envía desde Roma a San Agustín como el primer arzobispo en el año 597. Sin embargo, la historia es todavía un poco mas vieja ya que se han encontrado restos de una primitiva iglesia sajona en sus cimientos.



Prior Thomas Chillenden,(1390-1410) reconstruyó la nave de la catedral en su característico estilo gótico inglés durante su priorato. Las iglesias y catedrales de aquella época no se construían en pocos años. 


La arquitectura se modificó con nuevos edificios y reconstrucciones, especialmente después del incendio de 1174 que mutó el diseño del edificio a gótico. Así, hoy tenemos una iglesia con puntiagudos arcos y agujas, con una nave del estilo gótico inglés y una torre central de estilo normanda reconstruida en 1490 con 91 metros de altura y una campana que aún suena 100 veces cada noche cerca de las nueve.




Y no podemos hablar de la Catedral de Canterury sin referirnos a Thomas Becket, ese sacerdote que le daba tantos dolores de cabeza a Eduardo II, el mismo que fue asesinado en su propia iglesia por un par de soldados que querían ayudar a su rey, sacandole del medio. Becket abogaba por la separación de la iglesia de la corona inglesa y hasta el día de hoy sigue siendo el símbolo de esta división.


Una curiosa vista panorámica de la catedral del Canterbury y sus edificios conventuales anexos, pintada aproximadamente en 1165, es conservada en el gran salterio en la biblioteca del Trinity College de la Universidad de Cambridge. Esta vista exhibe que se tenía planeada la construcción de un gran claustro benedictino en siglo XII, y nos permite compararlo con el existente de la abadía de San Galo.




Los edificios en Canterbury, al igual que en la abadía de San Gall, forman grupos separados. La iglesia forma el núcleo. En contacto inmediato con este, sobre el lado norte, están el claustro y el grupo de edificios pertenecientes a la vida monástica. 




Apartados de estos, al oeste y al este, están los salones y cámaras destinados al ejercicio de la hospitalidad, que era obligación de cada monasterio proporcionar, ya fuera hacia personas invitadas, miembros del clero, viajeros, peregrinos o pobres que lo visitaran.




Desde el momento de su construcción, el templo sufrió diversas modificaciones causadas por la destrucción de sus yacimientos, debido a incendios y demoliciones. Del edificio original construido por San Agustín no ha quedado nada, dado que se destruyó por completo por un gran incendio en el año 1067.


Medio siglo después luego de haber sido reconstruida, es nuevamente víctima del fuego, de modo que se vuelve a reconstruir bajo la dirección de Guillaume de Sens, dotándola de un estilo gótico francés. Pocos años después Sens es sustituido por el inglés William the Englishman otorgándole el estilo gótico inglés y dejándola prácticamente como hoy en día la conocemos.


Durante los cuatro siglos siguientes, se siguieron modificando las torres y diversos detalles conformando la imponente iglesia que se ha convertido en uno de los símbolos de Inglaterra.
Su increíble interior hacer perder las miradas que siguen el trayecto de los nervios puntiagudos que se unen formando altos arcos en el techo. Los pasillos son imponentes, y reflejan a viva voz cómo era la magnificencia de la iglesia en aquellos tiempos. Un recorrido por los tétricos pero increíbles espacios que datan de una época oscura de la iglesia en Europa.














Bibliografía : https://sobreinglaterra.com/
                     https://www.arkiplus.com/





viernes, 24 de enero de 2020

"El balcón" y su boceto, obra de Édouard Manet

"El balcón" obra de  Édouard Manet, fue realizada entre los años de 1868 a1869 y con unas dimensiones de 170 x 124,5.  Actualmente se conserva en el Museo de Orsay de París _ Francia.


Cuando Manet pinta este cuadro, las escenas de la vida burguesa son un género de moda. Sin embargo, El balcón no responde a ninguna de las expectativas del público de la época. Todos los personajes son íntimos amigos de Manet. Berthe Morisot, en particular, sentada en primer plano, hace su primera aparición en la obra del pintor de quien se convertirá en modelo privilegiada. Pero los personajes están representados en actitud fija, como perdidos en una ensoñación interior.



Aunque Manet siempre había sentido admiración por la pintura española, que conocía por medio de grabados, el momento de su verdadera admiración  coincidió con la presencia de una compañía de baile español que estaba de gira por Europa y que visitó París en los años 60 del siglo XIX.


Parte de su experiencia en el viaje lo encontramos en su correspondencia; en concreto una carta, que envió a su amigo el pintor Henri Fantin-Latour :
Querido amigo, cuánto me gustaría que estuviera aquí; qué alegría hubiera experimentado al ver a Velázquez, que por si solo vale todo el viaje. Es el pintor de los pintores. No me ha sorprendido: me ha encantado. La pieza más sorprendente de este espléndido conjunto, y tal vez de toda la pintura que se haya hecho hasta ahora, en el cuadro indicado en el catálogo como Retrato de un actor célebre en tiempo de Felipe IV.

Majas en el balcón de francisco de Goya  

"Madrid es una ciudad agradable, llena de distracciones. El Prado, una paseo delicioso, con muchas hermosas mujeres con mantilla, cosa que constituye un espectáculo originalísimo. En las calles aun muchos trajes típicos. Los toreros, que también llevan un curioso vestido para la ciudad".




El hecho es que la presencia de Manet en España se acortó extraordinariamente, pero todo lo corta que fue, lo compensó con la intensidad.
Regresó a Francia a finales de septiembre de 1865, Velázquez y Goya también regresaron con él, en su pintura. Su visita al Museo del Prado afianzó su orientación hacia la pintura española. De Velázquez derivan el espacio indefinido de sus mendigos-filósofos parisinos y sus retratos de actores.


De hecho, cuando se presenta El balcón en el Salón de 1869, domina la incomprensión. "¡Cerrad las persianas!" ironiza el caricaturista Cham, mientras que un crítico ataca a Manet por hacer "la competencia a los pintores de brocha gorda". La vivacidad de los colores, el verde de la balaustrada y de las persianas, el azul de la corbata del hombre, así como el contraste súbito entre los vestidos blancos y la penumbra del segundo plano tienen el efecto de una provocación. La jerarquía entre las figuras y los objetos no es respetada: las flores están más trabajadas que algunos rostros.



Existe una obra de Édouard Manet en Reino Unido, que es el Retrato de Mademoiselle Claus, pintado en 1868. Es un óleo inacabado que el pintor utilizó como boceto para el "El balcón". 

El retrato representa a Fanny Claus (1846–77), la mejor amiga de la mujer de Manet, Suzanne Leenhoff. Concertista de violín e integrante del primer cuarteto femenino de violinistas de la historia, Claus se casó con otro gran amigo de Manet, el también artista Pierre Prins (1838–1913), y murió de tuberculosis a los 30 años.

Portrait of Mademoiselle Claus, 1868, by Edouard Manet

El Retrato de Mademoiselle Claus fue comprado en 1884 por el pintor John Singer Sargent y Actualmente se encuentra en Ashmolean Museum en Oxford _ United Kingdom. 


Ningún pintor del grupo impresionista ha sido tan discutido como Manet. Para algunos fue el pintor más puro que haya habido jamás, completamente indiferente ante los objetos que pintaba salvo como excusas neutras para situar un contraste de líneas y sombras. 


Para otros, construyó simbólicos criptogramas en los que todo puede ser descifrado según una clave secreta pero inteligible. Para algunos, Manet fue el primer pintor genuinamente moderno que liberó al arte de sus miméticas tareas. Para otros, fue el último gran pintor de los viejos maestros, demasiado enraizado en una multitud de referencias histórico-artísticas.














Bibliografía : https://www.musee-orsay.fr/es

                     https://elretohistorico.com 

jueves, 23 de enero de 2020

Rembrandt Bugatti (1884 –1916)

Rembrandt Bugatti (1884 –1916), escultor italiano, se especializó en la ejecución de animales y fue uno de los grandes escultores en bronce de comienzos del siglo XX. Desde niño supo que deseaba ser escultor. En los lujosos jardines de las casas de verano o invierno de la familia, su padre, Carlo Bugatti (1856-1940) fue uno de los más reclamados diseñadores de mobiliario del art noveau.

Rembrandt hacía figuras de arcilla o plastilina que asombraban a los adultos. A uno de los habituales del taller del padre, el escultor ruso (y príncipe) Pável Trubeskói, no se le escapó el talento natural del crío y lo tomó bajo su tutela.


Desde entonces, Rembrandt a quien habían puesto el nombre como homenaje al maestro de la pintura barroca no dejó de realizar trabajos, sobre todo relacionados con la fascinación que sentía por la naturaleza y, en especial, por los animales salvajes. Pasaba horas en el zoológico de Amberes y en el Jardin des Plantes de París. 


Expuso por primera vez a los 16 años en la capital francesa y luego en Turín, Venecia y Milán. Sus figuras de bronce de panteras y elefantes, de gran belleza y un realismo no carente de una moderna expresividad cinética derivada del cubismo, alcanzaron una gran fama porque nadie como él capturaba la esencia de los animales.


Aunque todo le sonreía tanto a él como a la familia (su hermano mayor, Ettore Bugatti fabricaba en una factoría de la Alsacia los automóviles más codiciados del mercado de carreras y de lujo, los hoy míticos Bugatti), al artista le esperaba, como a toda Europa, un destino de desgracia y dolor. Cuando estalló la I Guerra Mundial, se alistó como voluntario paramédico. Fue camillero y ayudante de enfermería en el hospital de la Cruz Roja de Amberes y algo se le empezó a romper en el alma con el trato diario con las víctimas del drama bélico.


Incapaz de esculpir y hondamente deprimido, el artista no pudo soportar una última tragedia: todos los animales del zoo de Amberes fueron sacrificados porque era imposible mantenerlos debido al esfuerzo bélico o trasladarlos a otro lugar más seguro. Para Bugatti aquello fue como el fusilamiento de todos sus amigos. El 8 de enero de 1816 cerró las ventanas de su apartamento, abrió todas las válvulas de gas y se dejó morir. Tenía 31 años.


Las 300 esculturas de pequeño tamaño rondaban los 30 centímetros de alto y los 50 de largo que realizó en vida son altamente valoradas por los especialistas y los marchantes. El estilo geométrico con que trataba el bronce otorga a los animales una sensación de movimiento y ruda elegancia que las hace incomparables y les otorga un altísimo precio en las subastas.


Con más de un centenar de esculturas de bronce, dibujos y documentos, un brillante redescubrimiento" de un artista que "cayó en el olvido después de su muerte prematura"
Bugatti era muy rápido y solía producir las obras en una sola sesión. El uso de las formas oscila entre el naturalismo, el expresionismo, el cubismo y el futurismo, pero sin perder la mirada curiosa de la belle époque por el mundo todavía exótico y opulento de los grandes mamíferos salvajes.


Diez años después la muerte de Rembrandt, su hermano Ettore utilizó la estatua de un elefante como mascota sobre el radiador de uno de los coches más ambiciosos de la marca, el Bugatti Royale de 1941.


Aunque para mi el valor de Bugatti es precisamente su gran corazón como ser humano, su alma no podía pertenecer a un mundo lleno de injusticia y horror que le rodeó. Para mi será siempre el escultor que más admiro del siglo XX.











Bibliografía : https://www.20minutos.es/