martes, 17 de septiembre de 2024

"Margarita de Angulema" atribuido Jean Clouet

"Margarita de Angulema" atribuido Jean Clouet (1485-1540/41) alrededor de 1527 y con unas dimensiones de 514 x 598. Actualmente se encuentra en National Museums Liverpool _ Inglaterra.




Un miniaturista y pintor que desarrolló su labor en Francia durante el Renacimiento. Fue el padre de François Clouet. Clouet nació probablemente en Bruselas. La primera mención al artista en la corte francesa está documentada en 1516, en el segundo año del reinado de Francisco I.

Al parecer, su verdadero nombre era Clowet, afrancesándolo tras su estancia durante varios años en Tours. Fue en esa ciudad donde se casó con la hija de un joyero. En 1529 está documentada su presencia en París. Su hermano, conocido como Clouet de Navarra, estuvo al servicio de Margarita de Angulema, hermana de Francisco I.




Margarita de Angulema (1492-1549), una noble escritora y humanista francesa. Princesa de la primera rama de Orleans fue hermana de Francisco I de Francia. Duquesa de Alençon. Tuvo un importante papel en la primera parte del siglo XVI ejerciendo una profunda influencia en diplomacia. Recibió una formación intelectual de calidad marcada por un humanismo italianizante estructurado estructurado en torno al latín, al griego y a la filosofía.



Hablaba italiano y español al mismo nivel que el francés y tenía un gran interés en la política.​ Apreciada por su carácter abierto, su cultura y por haber hecho de su corte un brillante centro del humanismo, acogió los inicios de la Reforma, difundiendo el evangelismo y el platonismo. Como escritora fue apodada "la décima musa," siendo su obra más conocida el Heptamerón, una colección de cuentos que seguía el modelo del Decamerón de Bocaccio pero con la inversión de las situaciones de hombres y mujeres, ya que en la obra de Margarita son las mujeres quienes ridiculizan a los hombres.


Bajo la supervisión de su madre recibieron formación por parte de Madame de Chatillon como institutriz y de los mejores tutores de la época, que les enseñaron latín, italiano y español, además de Neoplatonismo, que llegaba desde Florencia con la idea de que el cuerpo es la cárcel del alma, de la que solo se libera a través de la muerte y el amor, y espiritualismo evangélico. 



Gracias a su educación modernista, y en particular a raíz del tratamiento de la Iglesia Católica hacia el reinado de su hermano Francisco, Margarita estaba desencantada con la deshonestidad e hipocresía de la jerarquía eclesiástica y las prácticas del catolicismo medieval, y desde los primeros días del reinado de Francisco había hecho todo lo que estaba en su mano para reformar sus corruptas instituciones y procurar que se colocara a clérigos dignos en puestos importantes.




En la recta final de su vida escribió sus dos grandes creaciones: “Las prisiones de la Reina de Navarra”, en la que condensaba sus inquietudes filosóficas, teológicas, místicas y artísticas, y el “Heptamerón”, (1542) que está considerada como su obra cumbre,​ siguiendo el modelo del Decamerón de Boccaccio, que ya se conocía desde 1414. Pero no puede acabarlo, ya que la muerte le sobreviene antes de terminar la obra. 




Su hermano Francisco murió el 31 de marzo de 1547, y a raíz de ello perdió cualquier rol de influencia en el reino de su sobrino Enrique. Margarita se retiró finalmente a un domicilio modesto en Odos, cerca de Tarbes, donde se dedicó a plantar árboles, a la oración y a escribir. De salud frágil, finalmente se resfrío y enfermó, para morir el 21 de diciembre de 1549, a los 57 años de edad.





jueves, 12 de septiembre de 2024

La construcción de la Basílica del Sagrado Corazón de Montmartre,

 
La Basílica del Sagrado Corazón de Montmartre, conocida en francés como **Basilique du Sacré-Cœur**,en el año 1871, es uno de los monumentos más destacados de París, ubicada en lo alto de la colina de Montmartre, el punto más elevado de la ciudad. Su construcción, que comenzó como un proyecto de expiación nacional tras la derrota en la guerra franco-prusiana de 1870-1871, fue una respuesta espiritual y moral a la crisis de la nación. Tras la guerra y la Comuna de París en 1871, los fundadores querían que la basílica fuera un símbolo de esperanza y redención.



La construcción comenzó en 1875 con la colocación de la primera piedra, pero debido a varios obstáculos, como la inestabilidad del terreno y la situación política del país, tardó más de 40 años en completarse. Aunque la obra finalizó en 1914, la basílica no fue consagrada oficialmente hasta después de la Primera Guerra Mundial, en 1919.




El diseño arquitectónico, obra de Paul Abadie, está inspirado en la arquitectura romana y bizantina, lo que le otorga un aspecto único. La característica más notable de la basílica es su imponente cúpula blanca, visible desde muchos puntos de París, y la utilización de travertino blanco en su construcción, una piedra que, al entrar en contacto con el agua, se mantiene brillante y resistente a la contaminación, lo que permite que la basílica luzca siempre reluciente.





Uno de los principales desafíos en su construcción fue la colina de Montmartre, un terreno conocido por sus canteras de yeso. Para garantizar la estabilidad del edificio, se utilizaron cimientos profundos que incluyen más de 80 pilares que se hunden a gran profundidad.

Antes de la construcción de la basílica, Montmartre ya era considerado un lugar sagrado. Según la leyenda, fue el lugar donde San Denis, el primer obispo de París, fue decapitado en el siglo III. Se cuenta que, después de su ejecución, recogió su cabeza y caminó varios kilómetros, lo que lo convirtió en un santo representado siempre con su cabeza en las manos.



Una de las anécdotas más interesantes de la basílica es la presencia de **la Savoyarde**, una de las campanas más grandes del mundo, que pesa cerca de 19 toneladas. Fue un regalo de la región de Saboya y su sonido es tan potente que puede oírse a varios kilómetros de distancia.



Desde 1885, incluso antes de que se completara la construcción de la basílica, se estableció una adoración perpetua al Santísimo Sacramento, que ha continuado sin interrupciones hasta el día de hoy. Este acto de devoción ha convertido a la basílica en un importante centro de peregrinación espiritual, además de ser un atractivo turístico.


Sin embargo, no toda la historia de la basílica es tranquila. A lo largo de los años, ha sido vista por algunos sectores como un símbolo de controversia. Tras la represión de la Comuna de París, algunos habitantes y movimientos izquierdistas la consideraban un monumento conservador y una respuesta a la insurrección revolucionaria.




Finalmente, la basílica y su entorno han sido una fuente de inspiración para numerosos artistas. Montmartre ha sido históricamente un barrio bohemio, hogar de pintores como Picasso, Van Gogh y Toulouse-Lautrec. Estos artistas frecuentaban los cafés y cabarets del barrio, y la basílica, con su majestuosidad, también ha sido inmortalizada en múltiples obras de arte, películas y fotografías.




En resumen, la Basílica del Sagrado Corazón de Montmartre es mucho más que un simple monumento religioso. Su historia, llena de espiritualidad, controversia y cultura, refleja la complejidad de la historia de Francia, entrelazando religión, arte y política.







Bibliografía : El Poder del Arte 

martes, 10 de septiembre de 2024

El desaparecido" El Castillo de San Felipe"

Situado en la orilla sur de la bocana del puerto de Mahón,en Islas Baleares _ Españ. El Castillo de San Felipe se levantó a mediados del siglo XVI, siguiendo la traza del ingeniero italiano Juan Bautista Calvi. Durante las sucesivas dominaciones británicas el castillo fue ampliándose hasta que, en 1782, tras el asedio español se consiguió la rendición y España recuperó la soberanía por el Tratado de Amiens, ordenando Carlos III la demolición del Castillo.




Una fortaleza histórica fue construido en el siglo XVI por orden de Felipe II como defensa ante los ataques de piratas y las incursiones de potencias enemigas, especialmente los turcos y los franceses. Su ubicación estratégica era clave para controlar el acceso al puerto, uno de los más grandes y seguros del Mediterráneo.





Durante el siglo XVIII, el castillo sufrió varias modificaciones debido a los diferentes conflictos bélicos, como la Guerra de Sucesión Española, en la que Menorca fue ocupada por los británicos. Los británicos ampliaron la fortaleza y la convirtieron en un punto militar clave en sus luchas con Francia y España por el control del Mediterráneo. 





Sin embargo, después de la segunda ocupación española, en 1782, se ordenó su demolición parcial para evitar que cayera en manos enemigas de nuevo, aunque algunas partes quedaron intactas. Hoy en día, se pueden visitar las ruinas del castillo, incluyendo túneles y galerías subterráneas, que ofrecen una interesante visión de la historia militar de la isla. Es un sitio popular entre los turistas que visitan Menorca y tiene un gran valor tanto histórico como cultural.





La orden de destruir el Castillo de San Felipe fue dada por el rey Carlos III de España, en 1782, tras la recuperación de Menorca por parte de las fuerzas españolas. Después de la Guerra Anglo-Española (1779-1783), Menorca, que había estado en manos británicas desde 1763, fue recuperada por España gracias al **Tratado de París**. Carlos III decidió la demolición del castillo para evitar que una potencia extranjera, especialmente los británicos, pudiera volver a utilizarlo como base militar. El castillo había sido un punto clave durante las ocupaciones británicas y su existencia representaba una amenaza si la isla volvía a caer en manos extranjeras. Así, en lugar de permitir que el castillo sirviera como un recurso militar para futuros invasores, se optó por su destrucción parcial.






En tiempos de **Isabel II**, en el siglo XIX, se llevaron a cabo algunos trabajos adicionales relacionados con el castillo. Durante su reinado (1833-1868), Isabel II autorizó la construcción de nuevas defensas y fortificaciones en el puerto de Mahón, lo que incluyó algunas intervenciones en lo que quedaba del Castillo de San Felipe. Aunque no fue ella quien ordenó la demolición original, su gobierno sí tuvo un impacto en la infraestructura militar de la zona, como parte de los esfuerzos por reforzar la defensa de la isla en el contexto de los conflictos del siglo XIX. Entonces, si bien Isabel II estuvo involucrada en temas defensivos en Menorca, la demolición principal del castillo fue efectuada bajo **Carlos III** en 1782.








Lo impresionante de esta visita se encuentra bajo tierra: varios niveles de galerías subterráneas realizadas por españoles e ingleses en sus distintas ocupaciones.
El castillo supone para Menorca algo más que una antigua fortificación: es el testigo de casi dos siglos y medio de agitada historia. El visitante contemplará el verdadero esfuerzo humano realizado en los siglos XVI, XVII y XVIII, un extenso laberinto de galerías subterráneas donde estuvieron tres mil ingleses, soldados y civiles, bajo tierra durante seis meses, en la conquista española de 1782.
San Felipe, desde la orilla sur del puerto de Mahón, cierra esta amplia ensenada, eslabón estratégico de las comunicaciones españolas con Italia durante los siglos XVI y XVII, y más tarde arsenal naval británico de apoyo a Gibraltar.





Se extiende aproximadamente por unos **4 kilómetros**. Aunque no todos los túneles están accesibles al público debido a su estado de conservación y seguridad, una parte significativa de ellos se puede visitar hoy en día. Estos túneles fueron excavados en la roca y su longitud y complejidad reflejan la importancia estratégica de la fortaleza. Algunos recorridos guiados permiten explorar los más relevantes, proporcionando una idea clara de la magnitud y sofisticación del sistema subterráneo que sirvió para proteger y abastecer la fortificación durante los asedios.







Bibliografía : El Poder del Arte 


viernes, 12 de julio de 2024

La Iglesia de San Joaquín en Prati en Roma _ Italia



La Iglesia de San Joaquín en Prati, ubicada en el distrito de Prati en Roma_ Italia, fue construida a finales del siglo XIX. La primera piedra se colocó el 1 de enero de 1891 y la iglesia fue consagrada el 6 de junio de 1898. El arquitecto de la iglesia fue Raffaele Ingami, quien diseñó el edificio en un estilo ecléctico.





Es una de las pocas iglesias en Roma dedicada a San Joaquín, el padre de la Virgen María. Debido a las donaciones recibidas de diversos países, muchas de las capillas laterales dentro de la iglesia están dedicadas a diferentes naciones, con decoraciones y elementos de esos países. El campanario de la iglesia es una estructura notable que se eleva sobre el barrio de Prati, añadiendo un elemento distintivo al horizonte de la zona.



El arquitecto Raffaele Ingami dio forma a este edificio, que se distingue por su cúpula de aluminio salpicada de cristales en forma de estrella, creando un sugerente juego de luces en su interior. La iglesia se abre en tres naves, divididas por columnas de granito rosa y decoradas con mármoles policromados y mobiliario metálico.

Además de sus aspectos arquitectónicos, la iglesia también tiene valor en el campo de la planificación urbana porque, junto con otras en el distrito y el distrito contiguo Trionfale (en parte contemporáneo), refleja una tendencia anticlerical generalizada a finales del siglo XIX en el naciente estado italiano. En contraste con el Vaticano, se intentó minimizar la importancia de los lugares de culto, asignándoles solares edificables en barrios alineados incluso en vías secundarias, y no, como cabría esperar, un lote con vista a la plaza principal del distrito (en este caso, la plaza Quiriti está muy cerca y presenta un simple edificio residencial con vista).



Las peculiaridades de la iglesia son la cúpula, de aluminio y perforada con estrellas de cristal que iluminan de manera sugerente el interior; y las 14 capillas dedicadas a catorce de las veintisiete naciones católicas que contribuyeron, con sus donaciones, a la construcción del edificio.

Durante la ocupación nazi de Roma, un grupo de perseguidos (judíos y políticos) encontró refugio en el interior de la cúpula de la iglesia. La solución, necesaria para salvar a un grupo de refugiados de las incursiones cada vez más frecuentes del ejército alemán en los círculos religiosos, fue ideada por el ingeniero Pietro Lestini, que conocía todas las estancias de la iglesia. Los refugiados aceptaron así ser encerrados en un espacio confinado, sin luz, situado entre la bóveda de la iglesia y el techo.



La mampostería de la única puerta de entrada se completó el 3 de noviembre de 1943 y en ese estrecho espacio, entre indecibles penurias y privaciones, vivían cada día de diez a quince personas: su única conexión con el mundo era una pequeña ventana que se abría, colocada en el centro del tímpano a cincuenta metros del suelo, por el que pasaban hombres y cosas: comida, ropa, cartas, periódicos, pasatiempos y hasta desechos orgánicos. Los refugiados salieron de su escondite el 7 de junio de 1944.


Al final de la guerra, por haber salvado a los perseguidos, el gobierno israelí declaró Justos de las Naciones al padre redentorista Antonio Dréssino, párroco de San Gioacchino, a la monja Margherita Bernès de las Hijas de la Caridad (cuya sede estaba justo enfrente de la Iglesia de San Gioacchino), responsable del suministro de alimentos y ropa, el ingeniero Lestini (que había organizado todo y supervisado las operaciones logísticas) y su hija Giuliana, que se ocupaba de las relaciones entre las familias y los refugiados romanos. Iglesia









Bibliografía : https://www.loquis.com

miércoles, 10 de julio de 2024

Retrato de la princesa Leonilla Wittgenstein obra del pintor alemán Franz Xaver Winterhalter (1805-1873)


Retrato de la princesa Leonilla Wittgenstein**, obra del pintor alemán Franz Xaver Winterhalter (1805-1873), realizada en el año 1843 y con unas dimensiones de 142,2 × 212,1 cm. Actualmente se encuentra en el Museo J. Paul Getty, Los Ángeles_ Estados Unidos.


En una pose atrevida que recuerda a escenas de harén y odaliscas, la princesa Leonilla de Sayn-Wittgenstein-Sayn se reclina en un sofá turco bajo en una terraza con vista a un exuberante paisaje tropical. Sólo su inexpugnable posición social hizo posible que Franz Xaver Winterhalter utilizara una pose tan sensual para un retrato de cuerpo entero en París en 1843.




Franz Xaver Winterhalter fue un pintor alemán famoso por sus retratos de la realeza y la alta sociedad del siglo XIX. Nacido el 20 de abril de 1805 en Menzenschwand, Alemania, Winterhalter se convirtió en uno de los retratistas más solicitados de su época. Trabajó para muchas cortes reales de Europa, incluyendo la francesa, la británica y la española. Algunas de sus obras más conocidas incluyen retratos de la emperatriz Eugenia de Montijo, la reina Victoria y el príncipe Alberto. Su estilo es conocido por su elegancia, detalles exquisitos y la capacidad de capturar la personalidad y el estatus de sus sujetos.





Conocida por su gran belleza e intelecto, la princesa resplandece con un lujoso vestido de muaré de seda color marfil con una faja rosa alrededor de su cintura. Un manto de color púrpura intenso envuelve su espalda y cae sobre sus suaves brazos. Bajo unas cejas cuidadosamente arqueadas, sus ojos de párpados pesados miran lánguidamente al espectador mientras juega ingeniosamente con las grandes perlas alrededor de su cuello. Winterhalter contrastó telas suntuosas y colores vivos con carnes cremosas para realzar la sensualidad de la pose, la modelo y el entorno exuberante.




Winterhalter se especializó en retratar a la realeza y a la alta sociedad europea, lo que le permitió desarrollar una habilidad excepcional para capturar la dignidad y el esplendor de sus sujetos. Sus obras destacan por el detallado tratamiento de los tejidos, joyas y accesorios, logrando un realismo impresionante que aportaba un aire de lujo y sofisticación a sus retratos. Esto se evidencia en la meticulosa representación de la textura de los vestidos, encajes y adornos.



Aunque realistas, sus retratos también tendían a idealizar a sus sujetos, presentándolos con una belleza y perfección que resaltaban sus mejores atributos físicos y su estatus social. Winterhalter tenía un agudo sentido del color y la luz, empleando una paleta rica y brillante que contribuía a la viveza y profundidad de sus retratos. Su manejo de la luz era particularmente efectivo para realzar los rasgos faciales y las texturas de los vestidos.




Las composiciones de Winterhalter son conocidas por sus poses gráciles y naturales. Solía colocar a sus sujetos en actitudes relajadas y elegantes, lo que ayudaba a transmitir una sensación de nobleza y serenidad. Aunque su obra es principalmente realista, también muestra influencias del romanticismo, especialmente en su enfoque en la belleza idealizada y la representación emocional de sus sujetos.



Los fondos en los retratos de Winterhalter suelen ser simples y neutros, centrando la atención en los sujetos. Sin embargo, también utilizaba elementos decorativos que complementaban y realzaban la presencia de los retratados. Algunas de sus obras más emblemáticas, como "Retrato de la emperatriz Eugenia rodeada de sus damas de honor" y los numerosos retratos de la reina Victoria, son ejemplos perfectos de su habilidad para combinar la exactitud técnica con una representación idealizada y majestuosa de la realeza y la nobleza.





lunes, 8 de julio de 2024

El nenúfar gigante que cautivó a Inglaterra

El nenúfar gigante en Kew Garden en Londres que cautivó a Inglaterra en el año 1849 fue obra de Joseph Paxton (1803-1865), arquitecto, ilustrador y naturalista inglés, y jardinero jefe del duque de Devonshire, apasionado y virtuoso del cultivo de plantas exóticas.






En aquel entonces, Paxton tuvo la brillante idea de diseñar el Crystal Palace inspirándose en la estructura de las hojas de los nenúfares gigantes del Amazonas, la Victoria amazonica. Este nenúfar, conocido por sus enormes hojas que pueden soportar pesos significativos debido a su estructura natural, le proporcionó a Paxton una solución innovadora para el diseño de grandes estructuras.


En una ilustración del London News del 17 de noviembre de 1849, se observa en primer plano, frente al estanque, a la hija de Paxton, Annie. Paxton es conocido principalmente por diseñar el Crystal Palace, una estructura monumental construida para albergar la Gran Exposición de 1851 en Londres.

La idea de su innovador diseño se inspiró en la estructura de las hojas de los nenúfares gigantes del Amazonas, específicamente la Victoria amazonica. Esta planta, con sus enormes y resistentes hojas, proporcionó un modelo natural para la ingeniería y la arquitectura del Crystal Palace, permitiendo una construcción ligera y resistente a la vez.


Por primera vez florecía y fructificaba en Europa Victoria amazónica, y de estas primeras semillas producidas en cautividad empezarían a surtirse los jardines botánicos de Inglaterra, el resto de Europa y América para el disfrute y la fascinación de cuantos pudieron verla. Desde entonces, todos los visitantes del jardín botánico de Kew pueden disfrutar de esta especie en el invernadero de los nenúfares.




Las hojas de la Victoria amazonica tienen un sistema de nervaduras radiales y perpendiculares que forman una especie de rejilla. Esta estructura proporciona una gran resistencia y estabilidad. Paxton aplicó este principio al diseño del Crystal Palace, utilizando vigas de hierro y vidrio para crear una estructura que fuera ligera pero fuerte. Las nervaduras de las hojas se tradujeron en vigas de hierro que soportaban el peso de los grandes paneles de vidrio.

Esta capacidad de sostener tanto peso se debe a que los nervios de las hojas de Victoria amazonica son muy robustos, se disponen formando una malla que absorbe muy bien la tensión y porque –además- sus tejidos están llenos de aire. Aunque el nenúfar gigante no parecía tener ningún uso comercial más allá del de su valor estético, Paxton quedó maravillado ante este eficaz y ligero andamiaje, y esta fue la clave de una aplicación que a menudo se pasa por alto cuando se valora el interés del estudio de la biodiversidad: la inspiración.




Inspirado por la modularidad de las hojas de nenúfar, Paxton diseñó el Crystal Palace como una serie de módulos repetitivos. Esto facilitó la construcción y el ensamblaje, permitiendo que el edificio se completara en un tiempo récord. La construcción modular también significaba que el edificio podía desmontarse y trasladarse si era necesario, lo que de hecho ocurrió cuando el Crystal Palace se trasladó a Sydenham Hill después de la Gran Exposición.



Al igual que las hojas de la Victoria amazonica, que están diseñadas para flotar y soportar un microclima debajo de ellas, el Crystal Palace estaba diseñado para mantener una circulación de aire adecuada y un clima agradable dentro del edificio. Paxton incorporó ventilaciones en el diseño que permitían la entrada de aire fresco y la salida del aire caliente, creando un ambiente cómodo para los visitantes y las exhibiciones.



El Crystal Palace no solo fue un hito arquitectónico, sino también un símbolo del ingenio y la capacidad de la ingeniería humana para aprender de la naturaleza. La inspiración de Paxton en la Victoria amazonica demostró cómo la observación y la comprensión de los principios naturales pueden llevar a soluciones innovadoras en la arquitectura y otros campos. El éxito del Crystal Palace influyó en el diseño de futuros edificios y demostró el potencial del uso de materiales industriales modernos como el hierro y el vidrio.



Efectivamente, las hojas de la Victoria amazonica son tan grandes y resistentes que pueden soportar el peso de una persona sin hundirse. Esta notable capacidad se debe a la estructura interna de la hoja, que consiste en una red de nervaduras gruesas que proporcionan soporte y flotabilidad.













Bibliografía : https://principia.io/