martes, 31 de marzo de 2020

La Villa del Balbianello en Lago Como

La Villa del Balbianello es una villa que se encuentra en el municipio italiano de Lenno, en la provincia de Como. Está situada en la punta de la península de Lávedo, un promontorio que se adentra en la parte norte del lago de Como.




Es propiedad de Fondo per l'Ambiente Italiano (FAI), una asociación sin fines de lucro que tutela sitios de valor histórico, artístico y natural, los restaura y los abre al público para que todos puedan disfrutar de ellos. Un lugar popular para bodas y turistas, fue construido por el cardenal Angelo Maria Durini a finales de la década de 1700. 


La decoración que existe hoy en día, sin embargo, proviene de su último propietario, Guido Monzino. Cuenta con una rica colección de arte oriental, Africano y Precolombina, valioso morbiliario Inglés y Francés de la década de 1700 y un pequeño museo con documentos y recuerdos de sus expediciones.


Sin embargo, a pesar de todo esto, es probablemente más conocido por las vistas que ofrece al lago y por dos películas particularmente famosas que fueron filmadas aqui; Casino Royale y Star Wars II: El Ataque de los Clones.


Escenas de Casino Royale fueron filmadas delante y en la villa. La villa en realidad representa un hospital donde James Bond (interpretado por Daniel Craig) se está recuperando, junto con Vesper (Eva Green).



La historia de la villa empieza con un franciscano monasterio había existido en la punta de la península de Dosso d'Avedo desde el siglo XIII. Las dos torres que permanecen en la propiedad son los campanarios de la iglesia del monasterio.


Después de fracasar en sus intentos de comprar la cercana Isola Comacina cardenal Angelo Maria Durini compró la propiedad en 1785. En 1787 se convirtió el edificio del monasterio en una villa para su uso durante el verano y ha añadido una galería, lo que permitió a los espectadores a otain dos panoramas diferentes de El lago.


Después de la muerte del cardenal en 1796, la villa pasó a su sobrino, Luigi Porro Lambertenghi . Durante la propiedad de Lambertenghi la villa se convirtió en un asiento de la actividad republicana y miembros del Carbonari se reunió para discutir la unificación de Italia.


Entre los invitados de Lambertenghi en la villa fueron el escritor y patriota Silvio Pellico , que instruyó hijos de Lambertenghi. En 1820 Pellico fue detenido en la villa por el gobierno austriaco que obligó Lambertenghi para mover a Bélgica, donde recibió el apoyo de la familia Arconati Visconti.


Lambertenghi posteriormente vendió la villa a su amigo, Giuseppe Arconati Visconti, abuelo de Luchino Visconti . Visconti hizo mejoras en sus jardines y la logia . Hasta el día de la balaustrada delante de la iglesia lleva el emblema Visconti de una serpiente con un hombre en su boca. Durante el período de propiedad Visconti la villa acogió políticos y escritores Giovanni Berchet , Alessandro Manzoni , Giuseppe Giusti , así como el artista Arnold Böcklin . La disminución gradual de la familia dio lugar a una falta de interés en la villa, que desde hace más de 30 años fue dejado caer en un estado de abandono.


Un lugar emblemático y hermoso que inspira a los visitantes y cineastas por igual, Villa del Balbianello es sin duda una de las mejores casas históricas para visitar en Lago de Como.







Bibliografía : https://www.italy-villas.es

viernes, 27 de marzo de 2020

"Descanso" obra Wilhelm Hammershøi

"Descanso" obra del pintor danes Wilhelm Hammershøi del año 1905 y con unas dimensiones de  46 x 49 cm. Actualmente se encuentra en  Musée d'Orsay, en París _ Francia.


Hammershøi (Copenhague 1864-1916) es en sí mismo un reflejo de la historia de Dinamarca, cuyo predominio se vino abajo el mismo año en que nació el pintor: tras haber perdido Noruega 50 años antes, pierde también el territorio de Schleswig-Holstein cayendo en una depresión de carácter nacional que forjó la identidad de sus ciudadanos.


Comenzó a pintar siendo muy joven y pronto frecuentó ámbitos artísticos que, curiosamente, no influyeron en su obra. En el despertar del arte moderno, él no reaccionó ni al impresionismo ni a sus ecos en otros movimientos, y mantuvo un conservadurismo propio con cuadros intimistas y en ocasiones casi marcianos, en gamas de blancos y grises y con un dominio de la luz que pareció heredar el estadounidense Edward Hopper años más tarde.


"Hammershøi apenas habló o escribió sobre su arte. La mayoría de sus cartas han desaparecido, por lo que no sabemos lo que pensaba". Tan solo dio una entrevista a principios del siglo XX, cuyo redactor encabezó con una descripción de su taller: "Cuando uno entra en el taller de Hammershøi tiene la impresión de entrar en uno de sus cuadros".


Este único referente ha permitido la concepción de la muestra, en un ambiente frío y apagado donde solo los cuadros son protagonistas. Algunos dejan constancia de que la visión del danés era mucho más avanzada y particular que la de sus correligionarios Carl Horsøe o Peter Ilsted, amigos íntimos cuya forma de retratar espacios interiores vacíos con mujeres de espalda ha llevado a muchos a confundir sus técnicas y obras.


"Para conocer a Hammershøi, que nunca habló, hay que ir al lugar en el que nació. Fue educado en una familia burguesa y su madre reconoció enseguida su talento. A la edad de 7 u 8 años ya dibujaba y continuó las clases hasta llegar a las mejores academias de la ciudad".


Copenhague era para el norte de Europa el equivalente de París; todos los artistas de Noruega, Suecia, Finlandia o Alemania pasaron por la capital danesa, que permanecía al tanto de las mejores críticas literarias y artísticas.


"Interior con mujer de pie", "Interior, Strandgade 30" -la dirección de su casa- (1901) o "Interior con mujer colocando las flores" (1900) son algunos de sus más reconocidas pinturas expuestas en la muestra, cuya perturbadora contemplación podría hacer pensar a más de uno que el artista nunca salió de su casa.


"No es cierto, pero él encontró su propio lenguaje siendo muy muy joven y nunca lo abandonó. Como suele pasar en otros artistas, no hay evolución en su obra, los principios éticos de sus lienzos son los mismos a los que hizo con 18 años. Viajó mucho, vivió en Inglaterra, Francia o Italia, pero nunca cedió", cuenta.


Sus escasos desnudos, con cuerpos que parecen no tener vida, y sus paisajes, de los que solía eliminar cualquier elemento decorativo que molestara su vista, obviando los animales, casas o personas que pudieran encontrarse.


La prueba de su particular visión del mundo la reflejó su hermano, Svend Hammershøi, también pintor, que tras viajar junto a él a una zona campestre escribió a su familia: "Estamos en un bosque extraordinario, hay dólmenes y numerosos detalles pintorescos que estoy pintando, pero sé que Vilhelm lo borrará todo. Solo dejará los árboles"








Bibliografía : https://www.lavanguardia.com/

jueves, 26 de marzo de 2020

Cecilia Beaux

Cecilia Beaux (1855 -1942) es considerada una de las mejores pintoras de retratos de finales del s. XIX y principios del XX, de la American Society. Recibió su formación en Filadelfia y Francia.


Su biografía podría ser el argumento de una novela, ya que al fallecer prematuramente su madre fue abandonada por su padre y criada por otros familiares en la ciudad de Nueva York.


No asistió a la escuela hasta su vuelta a Filadelfía, donde cursó dos años de educación básica, pero su talento artístico fue descubierto desde el primer momento. A la edad de 16 años comenzó a estudiar arte bajo la tutela de su prima, Catharine Drinker Janvier, artista y escritora de cierto prestigio.


Cecilia decidió no casarse nunca para que las obligaciones familiares no interfiriesen en su carrera. Empezó trabajando como ilustradora científica y luego decorando porcelanas, pero rápidamente pudo ganarse la vida como pintora profesional y en 1883 abrió un estudio en Filadelfia. 


Su primer trabajo importante fue un retrato de su hermana y su sobrino titulado “Los últimos días de la infancia”, que se expuso en la Pennsylvania Academy of the Fine Arts y en el Salón de París. Durante 1888 y 1889 viajó y estudió en Europa, formándose en la Académie Julian de París, donde también lo hicieron las pintoras María Bashkirtseff y Anna Bilińska-Bohdanowicz, esta última también ejerció en la Académie como profesora.


Al regresar a su estudio de Filadelfia, Beaux se ganó la reputación de ser una de las mejores retratistas de la ciudad. En 1894 fue elegida asociada de la National Academy of Design, siendo ascendida a titular en 1902.


Se convirtió en la primera profesora en la Academia de Pennsylvania, donde enseñó dibujo y pintura especialmente orientado hacia el retrato, cargo que desempeñó durante 20 años. La fama que le dio una exposición en París, provocó un gran impacto en el mundo del arte y fue elegida miembro de la Société Nationale des Beaux-Arts ese mismo año. Sus representaciones de la clase dominante estadounidense la convirtieron en una de las pintoras de retratos más exitosas de su época.


La obra “Dorothea y Francesca” convirtió a Beaux en la rival directa de John Singer Sargent, desde entonces recibió una serie de importantes encargos, cobró por sus obras tanto como los mejores artistas masculinos del momento y entre esos encargos cabe destacar los retratos del presidente Theodore Roosevelt y de su esposa Eleanor Roosevelt con su hija Ethel.


Su alianza con mujeres profesionales independientes y feministas se demuestra con los retratos de activistas locales, como el de Eliza Sproat Turner, escritora, fundadora y líder de clubs de mujeres, abolicionista y sufragista; y de Marion Reilly que fue decana del Colegio Bryn Mawr. En sus pinturas no sólo aparece una crítica del papel de las mujeres, muestra los lazos y las relaciones afectivas, la posición confinada, la soledad y las emociones en general.


Cecilia Beaux falleció a la edad de ochenta y siete años, después de una productiva vida entregada a la pintura y es otra de esas grandes artistas que tuvieron un gran reconocimiento en su época y que la historia del arte no ha recogido en su medida.






Bibliografía : http://conchamayordomo.com

martes, 24 de marzo de 2020

El castillo de Bouzov

El castillo de Bouzov se encuentra en la homónima ciudad de Bouzov en el medio oeste de Moravia _ República Checa. El castillo fue construido a finales del siglo XIII y su primer propietario (en los años 1317-1339) fue conocido como Búz de Búzov.


Este castillo es una de las edificaciones más visitadas y fotografiadas de República Checa y ha servido de inspiración a numerosos cineastas que han utilizado sus patios y salas para grabar escenas de sus películas. Y no nos extraña, ya que sus impresionantes muros de piedra, sus fosos y almenas asemejan al típico castillo de cuento medieval.


Su aspecto actual no es el que tenía en el medievo. En el siglo XVI sufrió un incendio y por problemas financieros no se terminó de reconstruir hasta 1620. Sin embargo, la imagen actual de esta inmensa fortaleza es el resultado de la reforma romántica que se realizó a finales del siglo XIX, financiada por Eugene von Habsburg, antiguo Gran Maestro de la Orden Teutónica.


Una vez traspasado el patio de entrada y caminado encima del foso, nos adentramos en el interior de esta inmensa edificación de tejados rojos en la que todo está cuidado al máximo detalle.


La mayor parte del mobiliario corresponde a las antiguas colecciones privadas del archiduque Eugenio y a las de los Caballeros de la Orden Teutónica. Aunque gran parte de los instrumentos y otros diversos muebles son de factura moderna, ya que fueron fabricados a medida siguiendo el estilo medieval originario.


Sin duda, la parte más interesante de la visita es la capilla de estilo neogótico, que posee un altar gótico. Esta bella sala está decorada con los sepulcros de los maestres de la Orden Teutónia que fallecieron entre los años 1395 y 1515.


También podemos ver una muestra de los mejores ejemplos de corazas medievales situada en la que era la antigua sala gótica del castillo originario.


Durante la Segunda Guerra Mundial el comandante en jefe (Reichsführer) de las SS Heinrich Himmler sucumbió a los encantos del castillo Bouzov. Heinrich Himmler se enamoró de este castillo y pasó a formar parte de uno de los castillos de la Orden negra de las SS. 


A finales de la guerra había allí el comando SS que en el pueblo cercano, Javoříčko, masacró a 38 hombres. Los nazis quemaron este pueblo el 5 de mayo de 1945.



Finalmente otro dato histórico, durante la guerra de los Treinta Años el castillo Bouzov sirvió como una fortaleza imperial y como cárcel para los cautivos suecos. Después de la Segunda Guerra Mundial, el castillo fue confiscado por el Estado Checoslovaco y pasó al poder de la administración pública. La Orden Teutónica exigió la devolución del castillo pero sin éxito.





Bibliografía : https://www.czechtourism.com/

viernes, 20 de marzo de 2020

George Frederic Watts

"El Minotauro" obra de George Frederic Watts (1817-1904) del año 1885 y con unas dimensiones de 117 x 93 cm. Actualmente se encuentra en Tate Britain en Londres _ Inglaterra.


Pintor un tanto sombrío y visionario, muy literario y extremadamente simbólico y alegórico, la de la segunda mitad del siglo XIX inglés. Pero no es solo el retrato del un tanto olvidado (aunque para nada falto de interés) pintor que fue Watts.


Watts, nos muestra donde aparece una melancólica imagen de la bestia con un pájaro muerto en una de sus manos (matar por puro placer), observando en lontananza desde uno de los miradores del laberinto el paisaje de Creta.

Este cuadro, a su vez, inspiraría el notable cuento “La Casa de Asterión”, del escritor argentino Jorge Luis Borges, donde aparece hablando en primera persona un ser –Asterión, es decir, el mismísimo Minotauro- que afirma ser único, hijo de una reina, y vivir en una casa fabulosa repleta de galerías de piedra que no tiene puertas cerradas ni cerraduras.


Estos trabajos formaron parte de una versión revisada de la "Casa de la Vida", influenciada por las ideas de Max Müller. Watts buscaba rastrear el desarrollo de la "mitología de las razas (del mundo)" en una gran síntesis de ideas espirituales y ciencia moderna, especialmente la evolución darwiniana.


La pintura simbolista fue una de las principales manifestaciones artísticas del simbolismo, un movimiento cultural surgido a finales del siglo XIX, fue un estilo de corte fantástico y onírico que surgió como reacción al naturalismo de la corriente realista e impresionista, frente a cuya objetividad y descripción detallada de la realidad opusieron la subjetividad y la plasmación de lo oculto y lo irracional; frente a la representación, la evocación o la sugerencia.


Así como en poesía el ritmo de las palabras servía para expresar un significado trascendente, en pintura se buscó la forma de que el color y la línea expresasen ideas. En este movimiento, todas las artes estaban relacionadas y así a menudo se comparaba la pintura de Redon con la poesía de Baudelaire o la música de Debussy.





jueves, 19 de marzo de 2020

Henry Cros

El escultor francés Henry Cros (1840-1907), fue hermano del poeta Charles Cros. Su obra, encuadrada dentro del estilo Modernista, estuvo inspirada en temas de la antigüedad europea. Trabajó en la Fábrica Nacional de Sevres. Desarrolló la técnica moderna de pasta de vidrio.


En la obra de Henry Cros, los retratos de contemporáneos son mucho menos frecuentes que los retratos fantasía o retrospectivos. Uno de sus mecenas fue Alexandre Dumas hijo, desde 1869 finanza sus investigaciones sobre la cera policroma.


Cuando nace su hija, en 1867, Dumas da a Jeannine el nombre de la heroína de una de sus obras de teatro, Las Ideas de Madame Aubray, creada el mismo año. Encantadora niña, descrita por los Goncourt como inteligente y traviesa, Jeannine hace olvidar a su padre que quería un hijo y se convierte en su preferida.


El interés en la Edad Media y el Renacimiento que se desarrolla desde comienzos del siglo XIX explora la escultura policroma. A comienzos del año 1870, Henry Cros se especializa en la cera policroma, inspirado, sin recurrir al pastiche, en los modelos del siglo XVI. Crea así obras nostálgicas y refinadas, que inmediatamente cautivan al público.


La moda de estilo renacentista se impone en las décadas de 1870 a 1880: surgen varios bustos o estatuas policromas que representan personajes históricos o imaginarios, pero también retratos contemporáneos vestidos, que se asemejan a "cuadros vivientes" en tres dimensiones, apreciados por la sociedad elegante de la época. 


Ya sea que se trate de un mundo medieval legendario o de un Renacimiento cuya reconstitución se pretende precisa, surgen experiencias espectaculares, como el colosal Bernard Palissy de Charles Lévy, esmaltado por Théodore Deck, verdadero logro técnico, encarnación de una figura artística nacional mítica y manifiesto de un realismo levemente transgresivo. Las obras célebres del Renacimiento, italiano o francés, son difundidas comercialmente, en colores y con un estilo sumamente libre, por los grandes fabricantes de cerámica.


Este arte de las ceras está lleno de misterios, de secretos, de atractivo. El arte del pintor y el arte del escultor se mezclan. ¡Qué habilidad para fundir los tonos exactos, los diversos colores en una materia tan resbaladiza, tan escurridiza! ¡Qué extraña es por sí misma, esta materia que no es ni mineral, ni vegetal, que debe guardar algo de la propia vida, un recuerdo de la luz! Obviamente, es exactamente lo que ve el Sr. Henry Cros y lo que le gusta en las ceras que nos presenta".






Bibliografía : https://www.musee-orsay.fr/e