jueves, 19 de abril de 2018

La Niniera y la niña" obra de Eva Gonzalez

"La Niniera y la niña" obra de Eva Carola Jeanne Emmanuela Antoinette Gonzalez, fue realizada entre los años 1877 a 1878 y con unas dimensiones de 814 x 650 cm. Actualmente se encuentra en National Gallery of Art Washington, DC _ Estados Unidos.


Eva Carola Jeanne Emmanuela Antoinette Gonzàles nació en París el 19 de abril de 1849 en el seno de una familia burguesa de origen español y monegasco. Su padre, Emmanuel Gonzalès, era novelista, redactor del periódico Le Siècle y fundador de La revue de France. Su madre, Marie Céline Ragut, era una reputada música de origen belga. Eva recibió una esmerada educación y creció rodeada de la más exquisita intelectualidad de París.


Tuvo una vida breve. El nacimiento de su hija terminó con una de las pintoras impresionistas más importantes de la historia. Pupila de Chaplin y Manet, Gonzalès aprendió de los más grandes y acabó definiendo un estilo propio que la muerte se encargó de truncar. Durante décadas fue recordada exclusivamente por su labor como modelo de los pintores impresionistas franceses pero poco a poco su figura como pintora va siendo recuperada. Su obra se expone en algunas de las principales pinacotecas del mundo.


En sus primeras obras, es clara la influencia de su maestro, Manet, aunque luego desarrollará un estilo propio más luminoso y apastelado con referencias impresionistas. Muy temprano, Eva demostró inclinación y aptitudes hacia la pintura, por lo que su familia decidió inscribirla a los dieciséis años en el taller del pintor académico Charles Joshua Chaplin, quien desarrollaba un programa para mujeres en su estudio (más tarde también acudiría Mary Cassatt).


Eva Gonzalés comenzó su andadura artística con composiciones formales y paisajes. Aún siendo alumna de Manet, expuso en el Salón de París de 1870 una pintura de carácter realista, inspirada en un cuadro de su maestro, titulada “El pequeño soldado”.


La influencia de Manet en la pintura de Eva es visible hasta 1872. A partir de ese momento, su estilo se vuelve más personal.

Al igual que los pintores impresionistas, en boga en esos años, Eva se inclinará por los temas contemporáneos, sencillos y las escenas íntimas y de interior en sus composiciones. Algunos de sus familiares, sobre todo su hermana Jeanne, le servirán como modelos en sus cuadros.


Por influencia de Degás se especializará en obras al pastel, técnica que le permitirá realizar trabajos con colores mucho más suaves y formas tamizadas. De esta época, 1874, es su célebre “Mañana Rosa”, donde desarrolló la temática intimista que caracteriza al impresionismo. También del mismo año es su “Palco en el Teatro”, tema este, el del mundo del espectáculo y la noche parisina, que muestran con avidez sus colegas varones en sus obras.


Manet realizará un retrato de Eva Gonzalés (1870) en la que se la muestra sentada y pintando una naturaleza muerta.

Aunque los datos no son del todo fiables, la historiografía cuenta que la llegada de Eva al taller de Manet provocará una tensa relación con la también pintora, alumna y modelo de Manet, Berthe Morisot.









lunes, 16 de abril de 2018

El Palácio da Regaleira _ Sintra

El Palácio da Regaleira es el edificio principal y el nombre más común de la Quinta da Regaleira, por el apellido y el apodo de su primer propietario, António Augusto Carvalho Monteiro. El palacio está situado en pleno centro histórico de Sintra _ portugal y está clasificado como Patrimonio Mundial por la Unesco.


La primera impresión que se tiene al mirar hacia el palacio es la de encontrarse con esas mansiones de películas góticas que encierran dentro personajes siniestros dispuestos a alterar nuestra tranquilidad.


Nos recuerda a alguna película de Roger Corman sobre alguna narración de Edgar Allan Poe. Hay algo de irrealidad en todo esto, como un decorado cinematográfico. 


El lugar parece inspirado en un cuento de hadas, en el que los castillos, palacios y mansiones se encuentran desperdigados por la montaña. Fueron los celtas los que le dieron el nombre de monte de la Luna. 


Un lugar que ha fascinado a muchos escritores y músicos, que han encontrado aquí la inspiración necesaria para algunas de sus obras. Lord Byron, quien definió a Sintra como “glorioso Edén”.


En el año 1840 la propiedad fue adquirida por la Baronesa de Regaleira (de ahí su nombre actual), quien la transformó en un refugio estival con palacete, capilla y jardín. Pero la verdadera historia esotérica del lugar comienza en el año 1893, año en el que Antonio Augusto Carvalho Monteiro se hizo con los terrenos gracias a una subasta pública.


Éste fue sin duda un personaje singular, pues aunque profesaba su fe cristiana también estaba interesado en el mundo esotérico, muestra de ello es la configuración del palacio, siendo su torre de planta octogonal la más clara referencia de este edificio al mundo masónico, en cuyo interior se encuentra una biblioteca y un laboratorio alquímico.


Desde el laboratorio se accede a la terraza, la cual está culminada por ocho pináculos decorados con figuras naturalistas y fantásticas. En uno de los pináculos, orientado hacía el océano, se encuentra representado al poeta Luis de Camões, escritor que quedó prendado de este lugar mucho antes de que se construyera la Quinta da Regaleira. 


El palacio consta de cuatro plantas y dos pisos inferiores, los cuales estaban destinados a servicios como la cocina, la despensa, la sala de planchar, los dormitorios y el comedor. La planta baja está formada por el porche, el comedor, el vestíbulo de la escalera, la sala del renacimiento y la sala de los reyes.


Todas estas salas están ricamente decoradas e inspiradas en los periodos manuelino, renacentista y barroco. En la primera planta se encuentran dormitorios y algunas salas de estudio, y ya en la segunda y tercera planta se encuentran tanto la torre octogonal como la torre neomedieval y la torreta.


El palacio, junto con los demás elementos decorativos del jardín fueron encargados al arquitecto y pintor Luigi Manini, que durante seis años, entre 1904 y 1910, plasmó toda la simbología que Carvalho Monteiro quería representar en este bello lugar.


Para realizar esta ruta iniciática seguiremos las letras del alfabeto marcadas tanto en el suelo como en el mapa que nos entregan en la entrada, dando comienzo este itinerario en el Paseo de los Dioses, una bella alameda que une el palacio con la Logia de Pisões, antigua entrada de bella ornamentación recubierta en su interior por azulejos portugueses. 


En la alameda se encuentran alineadas las estatuas de varias divinidades, representadas por Hermes, Vulcano, Dionisio, Pan, Ceres, Flora, Venus, Orfeo y la diosa Fortuna, dándonos la impresión según vamos avanzando de que nos observan de forma velada.


A pocos metros de la Logia de Pisões surge entre la vegetación el enigmático Lago Saudade, cuyas aguas verdosas se adentran por varias oquedades hacía la Gruta del Laberinto. Para explorar el interior de esta gruta nos dirigimos hacía una entrada excavada en la roca situada en uno de los extremos del lago. Unas escaleras nos invitan a bajar a los más profundo de esta oquedad rocosa, acompañándonos en los primeros metros la luz del exterior, pero según nos vamos adentrando la oscuridad cada vez nos envuelve más y más.


Después de nuestro recorrido subterráneo, ya en la superficie, comenzamos a percibir el sentido iniciático de esta ruta, donde la luz y la oscuridad nos acompañará en nuestro viaje hacía lo más profundo de nuestro ser, nos dirigimos hacía la Capilla de la Santísima Trinidad, situada muy cerca del palacio. Esta bella capilla de exquisitas formas es de estilo neogótico y manuelino, y en su fachada se encuentran las representaciones de Santa Teresa de Ávila y San Antonio junto con el misterio de la Anunciación.


En este recorrido de luces y sombras no es siempre lo que parece, como en el viaje de la vida innumerables caminos nos llevarán a lo que creemos correcto, dándonos cuenta en realidad que es una ilusión falsa. No obstante, de estos caminos sacaremos un aprendizaje, los cuales nos servirán para ir puliéndonos poco a poco, preparándonos para el momento en el que encontremos el Pozo Iniciático.









Biblíografia : http://www.misviajesysensaciones.com





jueves, 12 de abril de 2018

La sacerdotisa de Delphi, obra de John Collier

La sacerdotisa de Delphi, obra de John Collier, fue realizada en el año 1891 y con unas dimensiones de 80 x 160 cm. Se encuentra en Art Gallery of South Australia en North Terrace en Adelaide _ Australia.


John Collier (1850-1934) fue un pintor británico que cosechó grandes éxitos como retratista durante su vida; el artista provenía de una acomodada familia que le permitió disponer de numerosos contactos y una buena formación académica.


Sus obras se encuadran dentro del estilo prerrafaelista. La conocida Hermandad Prerrafaelista agrupaba a algunos de los pintores, escultores o literatos más conocidos de la Inglaterra del XIX, su estilo se caracterizaba por el rechazo de las formas academicistas imperantes y el gusto por la continuidad romántica. 


De hecho este grupo de artistas –entre los que se encuentran figuras tan importantes como Millais, Rossetti o Holman- se caracterizan por situar el culmen del arte renacentista en los artistas predecesores a Rafael, en el Trecento italiano, y no en Rafael como se pensaba en su época.


Sus figuras siempre finas y delicadas se basan en bellas mujeres de largos cabellos y grandes ideales. De sus obras se ha alabado sobre todo, la solemnidad de sus personajes, el uso fuerte, sorprendente y casi excesivo del color, junto con la invisibilidad de sus pinceladas.


El templo del oráculo de Delfos, se ha convertido en el gran recinto sagrado de Apolo al que acuden los mortales para consultar a los dioses acerca de su destino. Está situado en el emplazamiento de la ciudad de Delfos, al pie del monte Parnaso.

De las rocas de esa montaña brotan varios manantiales que forman distintas fuentes, rodeadas de bosques de laureles. Se dice que -en esa fuente- se reúnen las musas y las ninfas. En esos encuentros, Apolo toca la lira y las divinidades cantan y bailan en un ritual lleno de alegría, celebrando la vida.


Dieciséis de sus pinturas forman parte de las colección de la “National Portrait Gallery” de Londres, dos de ellas se pueden ver en la Tate Gallery, y un autorretrato de 1907, en la Galeria de los Uffizi de Florencia.

Triunfó ya en vida, exponiendo sus obras en la Royal Academy y en la Sociedad Real de Retratistas, así como en distintas Galerías de Arte de toda Inglaterra y del extranjero.
En 1920 le fue concedida la Orden del Imperio Británico.













lunes, 9 de abril de 2018

La Casa Museo de Moghadam


Infravalorada por los circuitos turísticos de la capital, la Casa Museo de Moghadam es un paraíso en medio del caos y del ruido de Teheran _ Iran. En cuanto atraviesas la puerta es como si accedieras a otro mundo. El sonido de los coches, motos y pitidos no llega y solo oyes el movimiento del agua que sale por las pequeñas canalizaciones del jardín.


Mohsen Moghadam fue uno de los más intereantes y modernos arqueológos y coleccionistas de Irán. Gracias a su trabajo y al de su mujer se pueden contemplar hoy en día piezas únicas de Irán que almacenaron en su casa hoy convertida en museo.


Azulejos de oro, salones de cristal, piezas únicas y mucha imaginación nos acompañan por una de las casas más valiosas del mundo  y no exageramos. También es agradable conocer las fantasias arquitectónicas y decorativas de Moghadam, un Gaudí a la iraní.


Mohsen Moghadam fue pintor, gran arqueólogo y profesor de la Universidad de Teherán. Combinó el arte y la historia para diseñar el logotipo de la universidad de Teherán que representa una imagen de sellos de estuco del período sasánida. La pareja amaba la historia y la cultura y dedicaron su vida a coleccionar objetos históricos de todo el mundo y mostrarlos en su casa. En 1972, Mohsen y Salma legaron la casa familiar y todo su tesoro a la Universidad de Teherán.


El Museo de Moghadam es conocido como uno de los museos más preciosos donde los visitantes pueden encontrar muchos artículos invaluables como gemas, textiles, pinturas, muebles y objetos prehistóricos en diferentes partes de Iran. Varios azulejos iraníes que narran muchas historias de aquel país que llaman la atención en cada esquina.


La casa era una casa de lujo que data de la época de Qajar y pertenecía a Ehtesab-ol-Molk, quien fue una de las autoridades de la dinastía de Nasseredin Shah. Finalmente la heredó "Mohsen Moghadam". Él y su esposa francesa "Selma" que fue una empleada de la Biblioteca y el Museo Nacional de Irán, juntos lucharon para preservar el patrimonio histórico y cultural de Irán.



La Sala de recepción (sala de cámara), ha sido el salón de actos, donde se llevaban a cabo actividades científicas y la bienvenida a los invitados. En la actualidad, se intenta mostrar una secuencia de monumentos históricos iraníes en la sala con algunos de los monumentos históricos y colecciones de museos, que representan diferentes culturas en diferentes períodos históricos. Obras como: cerámica, herramientas de piedra, bronce, vidrio, sellos y el efecto de sellos y objetos metálicos, etc.


Un pequeño y hermoso jardín con varios estanques de color turquesa y muchos árboles coloridos como granadas y cedros abarca el edificio principal y sus alrededores. Una acogedora cafetería en el jardín también ofrece la posibilidad de tomar un sorbo de jugo o café mientras disfruta de la espectacular vista del museo.


La casa museo Moghadam cuenta con una biblioteca, que en su día fue el taller de Mohsen Moghaddam, construido en 1957. Hoy en día, este sitio se ha convertido en una biblioteca para preservar los libros del Dr. Moghaddam y otros libros arqueológicos y artísticos para uso de los investigadores y el público en general.


La fachada exterior del pórtico es de dos lados con estuco iraní y sobre cuatro pilares con piedras rastreras. Es accesible desde el patio con dos cuerdas de escalera de caracol y aún conserva su forma antigua. Las decoraciones de este lugar fueron hechas por el Dr. Moghaddam usando los azulejos Safavid Kobacheh (colombianos), el espejo Zandi y Qajar y los azulejos de mosaico Qajar y Pahlavi.



Este patio fue diseñado por el Dr. Moghaddam y su esposa inspirados en los diseños de alfombra Safavid-Qajar centrados alrededor del estanque en el medio de la periferia.

El patio fue originalmente utilizado como comedor y lugar de residencia para sirvientes y cuidadores. Esta parte del museo, ubicada en la parte sudeste, se debe a su extinción excesiva con un ligero cambio, restauración, y ahora se usa como la parte administrativa del museo.