El baptisterio neoniano se encuentra en el centro de Rávena _ Italia. Una fascinante pieza arquitectónica con una historia aún más interesante. Esta estructura octogonal data del siglo V y alberga una colección de asombrosos mosaicos bizantinos. Muchos de ellos están situados en el centro de su gran cúpula.
El diseño octogonal del edificio, empleado prácticamente en todos los baptisterios del primer cristianismo, simboliza los siete días de la semana más el Día de la Resurrección y la Vida Eterna. El ocho se relacionaba así con la resurrección, siendo la suma de siete, el tiempo, más uno, Dios. Esta forma octogonal se encuentra en los monumentos bizantinos o de inspiración bizantina.
En sus orígenes en torno al año 400 d. C., el Baptisterio Neoniano fue una casa de baños romana, pero más tarde se transformó para unirse a la catedral ortodoxa de Rávena. Aunque la catedral ha desaparecido, el baptisterio se ha conservado durante siglos como un importante lugar religioso y cultural. Contempla el baptisterio desde el exterior para apreciar su curioso aspecto a pie de calle. Aunque parezca que la estructura se ha hundido, son las calles las que se han elevado casi tres metros desde que se construyó.
Su impresionante interior sin duda es el centro de la cúpula cubierta de mosaicos, con su representación del bautismo de Cristo. Este inmenso mosaico se extiende hacia fuera en forma de anillos. El anillo interno es el principal y en él figuran los doce apóstoles. Presta atención a las ocho secciones del anillo externo, con una serie de tronos vacíos y jardines. Fotografía los vivos colores empleados en el mosaico, desde un azul intenso hasta un dorado reluciente.
Está decorado en el exterior con arquería ciega y bandas que buscan efectos de luces y sombras, característica ornamental ravenesa. En el interior hay una alternancia de muros rectos y muros con nichos pequeños, y en la cabecera el nicho se hace un poco mayor. La falsa cúpula sostenida sobre 8 columnas internas.
El Baptisterio Neoniano de Ravenna es la construcción más antigua de esta ciudad nombrada Patrimonio de la Humanidad. Según el ICOMOS (Comité Internaiconal de Monumentos y Sitios) es el mejor y más completo ejemplo superviviente de un baptisterio de los primeros tiempos del Cristianismo que retiene la fluidez en la representación de la figura humana derivada del arte greco-romano.
En el año 394 Teodosio I reunificó el Imperio Romano y se convirtió en último emperador que lo gobernó en su totalidad. Anticipando su muerte repartió el imperio entre sus hijos Arcadio y Honorio, lo que representó la división definitiva del Imperio. Honorio escogió la ciudad de Ravenna como capital del Imperio de Occidente y la convirtió en el foco más representativo de la evolución del arte cristiano del siglo V.
Tras su muerte, Valentiniano III se convirtió en el nuevo emperador, pero debido a su corta edad, su madre Gala Placidia ejerció de regente y tutora durante muchos años, en los que se dedicó a embellecer la ciudad. De esta época data el Baptisterio Neoniano.
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