El palacio de Galiana es un castillo de origen medieval también llamado Huerta del Rey y está ubicado fuera del casco histórico de Toledo _España. Levantado sobre un edificio musulmán del siglo XI, fue construido como casa de campo por Abulhasan Yahia Almamun, conocido como el rey taifa Al-Mamun. Aunque su conservación no es demasiado buena, nos da idea de lo que era el tipo de vivienda señorial de la época.
Tiene planta rectangular con dos torreones externos a los extremos, y la planta baja, con un gran salón central rodeado de crujías. Entre las labores mudéjares aparecen los escudos de los Guzmanes o del arzobispo don Gómez Manrique. Su aparejo es de mampostería encintada y tiene el mismo carácter que el de la Iglesia de Santiago del Arrabal.
El palacio consta de dos alturas y planta rectangular que se completa con una zona de edificación abierta desarrollada en planta también rectangular a lo largo de su fachada principal. Se trata de un edificio formado por tres cuerpos perpendiculares a la fachada. Los dos laterales, de planta rectangular, se elevan formando sendos volúmenes a modo de torres en las fachadas anterior y posterior.
Los muros correspondientes a los cuerpos laterales se rematan mediante merlones (Una almena o merlón es un elemento arquitectónico típico de la arquitectura militar medieval. Se trata de cada uno de los salientes verticales y rectangulares dispuestos a intervalos regulares que coronan los muros perimetrales de castillos, torres defensivas, etc).
Con coronación piramidal y los correspondientes a la falsa fachada del cuerpo central con cornisa de ladrillo formando picos. La fábrica de los muros es de mampostería y ladrillo con recercado de huecos en ladrillo y en el interior las distintas dependencias se cubren con bóvedas de arista y vaídas de ladrillo. La zona de edificación abierta tiene composición simétrica con dos entradas laterales a ambos lados de la fachada principal, forma un patio con una zona central más baja, donde diversas dependencias se abren bajo arcos de medio punto.
El actual edificio conserva la estructura andalusí primitiva y la obra mudéjar consistió en labores decorativas, aunque no descarta la reparación de algunos lienzos. Se trataría, por tanto, de un modelo de palacio hispano-musulmán, compuesto por salas de recepción que se corresponden con el edificio actual, conectadas con una gran alberca, que todavía conserva el emplazamiento, y unos jardines de gran belleza.
De las noticias transmitidas por las fuentes islámicas puede deducirse que el principal atractivo de la almunia construida por al-Ma´mun derivaba de su situación junto al Tajo, que suministraba el agua necesaria para el riego y el ornato de la huerta y los jardines, cuyo trazado se atribuye a Ibn Wafid con ayuda de Ibn Bassal.
La parte más celebrada del conjunto era el Jardín de la Noria, atravesado por una acequia cuyas aguas eran recogidas por la noria para regar las plantaciones y surtir la alberca situada frente al palacio.
La existencia de este jardín con una única alberca difiere de la tipología habitual del modelo persa (de acequias cruzadas y albercas simétricas) para inspirarse en el modelo bereber, reminiscencia del oasis africano que se expandió notablemente con los almohades.
Cuenta una leyenda que las sucesivas damas del castillo, en lugar de añadir su nombre a éste, pasan a enriquecer con sus historias la tradición de la “Galiana” legendaria que las personifica a todas ellas, y que el vulgo ha llegado a denominar así por encontrarse el palacio junto a la antigua calzada romana que uniera Toledo con las Galias, la calzada Galliana o vía Galiana que perduró como cañada de la Mesta.
Y no sólo se equivoca el vulgo, que al cabo de los siglos hasta el docto Covarrubias sigue diciendo que “Galiana es nombre de Mora, a la cual su padre edificó unos palacios a la orilla del Tajo, que hasta hoy día queda el nombre a las ruinas de ellos…”. Aunque la paciencia y el tesón de los historiadores ya han rescatado nombres fidedignos: la Galiana Halia, la Galiana Zaida, la Galiana Raquel,… siguen siendo evocadas como una sola mujer, criatura más bien poética e irreal, síntesis de todas ellas.
Bibliografía : www.turismocastillalamancha.es
www.leyendasdetoledo.com
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