Situada en una colina que domina el distrito de Castello, la Basílica de Santa Maria di Castello, se encuentra en Génova _ Italia. Es una de las iglesias más importantes de esta bulliciosa ciudad portuaria. Parte de un complejo religioso más grande que incluye un convento y un museo, la basílica románica es el hogar de importantes obras de muchos de los artistas más conocidos de Génova.
La monumental basílica (origen anterior al siglo VII) constituye, un complejo de extraordinaria importancia histórica, arquitectónica y artística. Construida dónde se encontraba el antiguo asentamiento urbano de la ciudad, la iglesia pasó a manos de los Dominicos en 1442, convirtiéndose en un centro de escritores y humanistas.
En el claustro se conserva la obra maestra de Giusto da Ravensburg "L’Annunciazione", pintada en 1451; en el museo se encuentran otras preciadas obras, entre las cuales destacamos: Ludovico di Brea, e iconos rusos de los siglos VI y VII.
La basílica original de Santa Maria di Castello se sometió a una serie de renovaciones y adiciones desde el siglo XII hasta el siglo XVII. Obras de arte de Francesco Maria Schiaffino, Lorenzo Fasolo, Alessandro Gherardini y Giuseppe Palmieri fueron encargadas por las familias nobles de Génova para decorar los interiores.
La iglesia también es conocida por los frescos que representan las Historias de David y las mayólicas del siglo XVI de la escuela genovesa. Está certificado que en la primera mitad del siglo XII la iglesia fue oficiada por un colegio de cánones, de los cuales se conoce una intensa actividad de crecimiento del núcleo inmobiliario a través de donaciones y compras de áreas.
En el primer claustro estaban el refectorio, los dormitorios, la cocina y la enfermería; en el segundo, la sala capitular, la biblioteca, la logia para el uso de los frailes.
A partir de la segunda mitad del siglo XVII, coincidiendo con un grave debilitamiento numérico y económico de los dominicos, las alienaciones y transformaciones se alternaron a menudo debido a la necesidad de alquilar áreas del convento, mientras que en la iglesia continuó la decoración de algunas capillas.
En la primera mitad del siglo XIX, el convento estaba en un estado de decadencia, que empeoró en 1859 con la ocupación de las tropas del ejército sardo-piamontés y con la expulsión de los frailes como resultado de la aplicación de la ley Cavour-Rattazzi. que en 1855 había suprimido los gremios religiosos: en parte perdido por el estado, el convento fue incluido en un programa de especulación de edificios que tuvo lugar en 1870 con la elevación del primer y tercer claustro, transformados en edificios de apartamentos.
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