El escultor francés Henry Cros (1840-1907), fue hermano del poeta Charles Cros. Su obra, encuadrada dentro del estilo Modernista, estuvo inspirada en temas de la antigüedad europea. Trabajó en la Fábrica Nacional de Sevres. Desarrolló la técnica moderna de pasta de vidrio.
En la obra de Henry Cros, los retratos de contemporáneos son mucho menos frecuentes que los retratos fantasía o retrospectivos. Uno de sus mecenas fue Alexandre Dumas hijo, desde 1869 finanza sus investigaciones sobre la cera policroma.
Cuando nace su hija, en 1867, Dumas da a Jeannine el nombre de la heroína de una de sus obras de teatro, Las Ideas de Madame Aubray, creada el mismo año. Encantadora niña, descrita por los Goncourt como inteligente y traviesa, Jeannine hace olvidar a su padre que quería un hijo y se convierte en su preferida.
El interés en la Edad Media y el Renacimiento que se desarrolla desde comienzos del siglo XIX explora la escultura policroma. A comienzos del año 1870, Henry Cros se especializa en la cera policroma, inspirado, sin recurrir al pastiche, en los modelos del siglo XVI. Crea así obras nostálgicas y refinadas, que inmediatamente cautivan al público.
La moda de estilo renacentista se impone en las décadas de 1870 a 1880: surgen varios bustos o estatuas policromas que representan personajes históricos o imaginarios, pero también retratos contemporáneos vestidos, que se asemejan a "cuadros vivientes" en tres dimensiones, apreciados por la sociedad elegante de la época.
Ya sea que se trate de un mundo medieval legendario o de un Renacimiento cuya reconstitución se pretende precisa, surgen experiencias espectaculares, como el colosal Bernard Palissy de Charles Lévy, esmaltado por Théodore Deck, verdadero logro técnico, encarnación de una figura artística nacional mítica y manifiesto de un realismo levemente transgresivo. Las obras célebres del Renacimiento, italiano o francés, son difundidas comercialmente, en colores y con un estilo sumamente libre, por los grandes fabricantes de cerámica.
Este arte de las ceras está lleno de misterios, de secretos, de atractivo. El arte del pintor y el arte del escultor se mezclan. ¡Qué habilidad para fundir los tonos exactos, los diversos colores en una materia tan resbaladiza, tan escurridiza! ¡Qué extraña es por sí misma, esta materia que no es ni mineral, ni vegetal, que debe guardar algo de la propia vida, un recuerdo de la luz! Obviamente, es exactamente lo que ve el Sr. Henry Cros y lo que le gusta en las ceras que nos presenta".
No hay comentarios:
Publicar un comentario