jueves, 30 de julio de 2015

Doña Isabel Cobos de Porcel, obra de Francisco de Goya



Doña Isabel Cobos de Porcel, obra de Francisco de Goya y Lucientes de 1806, con unas dimensiones de 0,82 x 0,54 cm se encuentra en el National Gallery, Londres _ Inglaterra

Se trata de un retrato de Isabel Lobo Velasco de Porcel, nacida en Ronda hacia 1780 y esposa en segundas nupcias de Antonio Porcel (un liberal a quien retrató también en 1806, cuadro perdido en la actualidad a causa de un incendio), casi veinticinco años mayor que ella a quien conoció en Madrid a los veinte años de edad. Porcel era amigo de Jovellanos, quien le pondría en contacto con Goya, que residía muy cerca del matrimonio.

Esta hermosa mujer va vestida de maja, según la moda popular femenina vigente a finales del siglo XVIII y principios del XIX. Su esposo Antonio Porcel también fue retratado por Goya el mismo año (1806), como expresión de la gratitud del pintor por la hospitalidad recibida del matrimonio, seguramente en su casa de Granada. Porcel era protegido de Godoy, el favorito de la reina María Luisa, y socio de un amigo de Goya, el escritor y político liberal Jovellanos.


Doña Isabel Cobos de Porcel obra de Francisco de Goya 


Goya debía sentirse satisfecho con este retrato, porque lo exhibió en la Real Academia de San Fernando. La belleza y vivacidad de la retratada y el atractivo vestido, que no oculta el brillo de la seda debajo de la mantilla, están emparejados con la habilidad de Goya en la factura. En algunas de sus obras Goya incluyó mujeres para satirizar la locura y vanidad del sexo, pero el artista también fue capaz de dar una respuesta ante la visión de una mujer deslumbrante, segura de su belleza y posición.


Detalle de Doña Isabel Cobos de Porcel 


La actitud de doña Isabel es desenfadada y su rostro se caracteriza por unos grandes ojos, labios carnosos y tez sonrosada. El foco de luz acentúa los colores, sobre todo el de la mantilla en la que Goya, esta vez, no ha detallado con gran precisión la delicadeza del encaje donde apreciamos unas rápidas pinceladas. 

La radiografía del retrato deja constancia de que bajo esta dama está pintada la figura de un hombre. La superposición de ambos rostros es casi exacta por lo que una de las cejas negras del hombre interfiere en el rostro de la sucesora, a la que deja una sombra oscura a la altura de la barbilla.


Detalle del foco de luz acentúa los colores







Bibliografía: http://www.fundaciongoyaenaragon.es/
                    http://www.biografiasyvidas.com

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