Jules Girardet

El pintor e ilustrador francés de origen suizo. Jules Girardet (1856-1938), su familia era de hugonote. Su padre fue  el grabador Paul Girardet (1821-1893) Estudió en la Escuela de Bellas Artes y en los estudios de Alexandre Cabanel.  Después de varios viajes al norte de África con su hermano Eugène , un notable orientalista pintor, eligió en lugar de concentrarse en género escenas y la pintura de historia. La Comuna y Louise Michel fueron temas favoritos.

Como su maestro su obra evolucionó con los años hacia temas románticos, tales como Albaydé, inspirado en un poema de Orientales de Victor Hugo. Su obra fue especialmente conocida y reclamada por los coleccionistas internacionales y por las instituciones, y fue uno de los artistas preferidos de los emperadores Napoleón y Eugenia de Montijo. 

Muy ligada al manierismo adaptándola al siglo XIX, cuando ya se presentía que el arte empezaba a girar en otras direcciones.

Muy joven ya dio buenas muestras de su talento ganando medallas como por ejemplo la prestigiosa medalla de plata en La Explosión Universal del año !889. Precisamente en París absorbería su característico estilo.

El 6 de mayo al 31 de octubre de 1889. Esta exposición marcó un momento culminante que da cierre a un largo periodo. Nuevas concepciones en la construcción, y nuevos adelantos en la industria se unieron para darle a la Exposición una radiante brillantez y una enorme influencia.

La exposición de artes plásticas y nueva maquinaria tuvo lugar a gran escala, y la avenida de las Naciones, una calle con 730 m de longitud, fue un escaparate industrial de bajos arcos transversales, diseñados por el ingeniero Henri de Dion (1828-1878). 

Jules Girardet  además de sus pinturas, ilustró varios libros, entre ellos la señorita de Fierlys por Frédéric Dillaye (que murió en el incendio infame en el Bazar de la Charité ) y Tartarín de Tarascon por Alphonse Daudet . 

Su fama y prestigio fueron medrando año a año hasta convertirse en uno de los artistas aclamado por coleccionistas e instituciones no sólo francesas, sino de todo el mundo.

Un excelente retratista, supo respetar la tradición pictórica occidental, pero no rechazaba del todo movimientos como el romanticismo, que se respira temáticamente en muchas de sus obras.