jueves, 30 de julio de 2020

"Discurso de Antonio Giacomini para la guerra contra Pisa en la Sala dei Duecento" obra de Giorgio Vasari,

"Discurso de Antonio Giacomini para la guerra contra Pisa en la Sala dei Duecento" obra de Giorgio Vasari, fue realizado entre los años 1563 a 1565 y con unas dimensiones de 540 x 540 cm. Se encuentra en el Museo de Palavio Vecchio en Florencia _ Italia.


Giorgio Vasari fue (1511-1574) pintor, arquitecto, escritor y coleccionista italiano. Trabajó durante muchos años para la poderosa familia Médicis de Florencia y dirigió algunos de sus proyectos artísticos más ambiciosos, como la decoración pictórica del Palacio Vecchio.


Quizá uno de los aspectos más importantes de este imprescindible “clásico” de la historia del arte es que por primera vez la figura del artista se eleva a la dignidad de una persona notable, de un profesional a través de cuya actividad el mecenas se encumbra, la ciudad se dignifica y él mismo logra la fama.


El miércoles 13 de enero de 1563, el duque Cosme I de Médicis firma con toda la solemnidad requerida los 147 artículos que constituyen los estatutos de la «Accademia del Disegno». El 31 de enero del mismo año, en presencia de setenta artistas, tuvo lugar la sesión fundacional y la inauguración oficial de esta novedosa corporación. Vasari, el artífice de esta Academia, manifiesta su alegría y su gratitud a Cosme I. 


El mismo día de su creación, la Academia tiene ya su historia, que es ilustrada por el artículo 22, que ordena que la sala de sesiones sea adornada con un friso en el que figuren los retratos pintados o esculpidos, de los artistas que se han distinguido en la Toscana desde Cimabue, como si se tratara de comentar la enseñanza de las «Vidas» de Vasari, quien hacia 1570 aplicará esta prescripción en su propia casa en Arezzo.


Para Vasari, el arte del dibujo no es el único elegido por la Fama, sino que los artistas en concreto son invitados a entrar en la historia. La integración de la Academia en el sistema político está marcada por la posición eminente reconocida al duque de Toscana, al que se considera como «jefe, padre, guía y reformador de las artes», y representado efectivamente por un lugarteniente nombrado por Cosme I pero que no será un artista, sino un «conocedor». 


El primer lugarteniente es Vincenzo Borghini quien había llevado el proyecto junto con Vasari. Esta elección muestra que la nueva institución es un asunto colectivo, del poder político, de los artistas y de la sociedad erudita de Florencia. La admiración por el arte de la Antigüedad, nacida a principios del Quattrocento, lo fue solo en su aspecto teórico. Se conocía el arte antiguo sobre todo a través de los escritos de Plinio y el tratado de Vitruvio.



El estudio no era todavía arqueológico, ni la mirada cronológica: todas las obras eran contempladas como pertenecientes a una misma época, la edad de oro de una Antigüedad mítica. Más tarde, el arte romano fue resucitando bajo la piqueta de los italianos del Renacimiento. 


El Taller del pintor, del año 1550, Vasari se ha representado seleccionando entre las jóvenes que lo rodean, su modelo ideal. En el plano posterior, sus ayudantes leen y conversan. Por primera vez una vida de artista se presenta como un lugar dónde convergen la historia, la literatura, la documentación biográfica, la estética, la filosofía, la política del artista. Durante esta época convulsa, Vasari habrá fijado los ideales del Renacimiento.


Vasari disfrutó de una alta reputación durante su vida y logró una considerable fortuna. También disfrutó de la consideración de sus paisanos de Arezzo, ciudad dependiente de Florencia, donde terminó de construir en 1547 una bella casa a cuya decoración dedicó mucho esfuerzo y que actualmente es su museo. Fue nombrado representante del consejo municipal de su ciudad natal y finalmente ostentó el cargo supremo de confaloniero. Fue también coleccionista de dibujos, que en algunos casos le sirvieron para formular los juicios artísticos que incluyó en sus Vidas.


El manierismo de Vasari fue más admirado durante su vida que después. Se debe entender que Vasari era en cierto modo un romántico, lúcido y entusiasta ante el papel novedoso que estaba desempeñando en el arte el movimiento realista en el que participaba y al que puso nombre, en cierto modo de ruptura con el pasado.





Bibliografía :https://www.aparences.net/es

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