miércoles, 22 de julio de 2020

Joaquín Lucarini Macazaga


Joaquín Lucarini Macazaga nació en Fontecha, Álava _ España, en el año 1905 y falleció en Burgos en 1969. El mayor de los cuatro hermanos escultores se trasladó de Vitoria a Bilbao para estudiar en la Escuela de Bellas Artes con artistas como Larrea y Basterra. Sus trabajos como dibujante y escultor fueron premiados en varias ocasiones y tuvo su primera ocasión de exponer en 1925.


En 1928 realizó con gran éxito una exposición en el Círculo de Bellas Artes y Ateneo de Bilbao. Diversas personalidades pidieron a la Diputación de Álava que pensionase al escultor en 1929. De esta forma, en los siguientes años, Lucarini pudo estudiar en Florencia, Roma y París. En esta ciudad realizó un curso superior de Dibujo aplicado al Arte y a la Industria. En 1932 fue premiado en Madrid y en años sucesivos ganó concursos en San Sebastián, Vitoria y Bermeo.

Leyendo del año 1932

En la postguerra montó su propio taller en Bilbao, adquiriendo renombre por sus esculturas religiosas y de carácter épico repartidas por Bizkaia (Basauri, Deusto y Bilbao), San Sebastián, Logroño y Burgos. Por fin en 1959, en Vitoria, se le realizó una exposición antológica de su obra.



Su obra está marcada por un clasicismo en el que destaca el virtuoso tratamiento de la figura humana, a menudo estilizada. Siempre apegado al figurativismo, su estilo es ecléctico, condicionado quizá por haber sido siempre un escultor de encargo.


Fama 

Trabajó la piedra natural, el mármol, bronce, alabastro, madera y la arcilla. Su obra podría calificarse pues, de ecléctica, adaptándose bien a los gustos propios de los comitentes, pero siempre con ese sello de originalidad propio de los verdaderos artistas.


Industria y Navegación 1947 



Muchas de los trabajos de Lucarini, al estar destinados a ornar las fachadas de los edificios, han desaparecido con la destrucción de estos. En 1942 se encargó al escultor la coronación de la obra con la escultura de un tigre de hormigón. 


Verano 1936 


La completó al año siguiente. La escultura, de nueve metros de longitud, se ha convertido con los años en uno de los símbolos emblemáticos de la ciudad, sobre todo después de que recientemente el edificio haya sido rehabilitado y convertido en viviendas de lujo.

La figura también es conocida como "la leona" por parte de muchos bilbaínos. Sin embargo, Lucarini esculpió perfectamente los atributos masculinos, pero el hecho de que no puedan ser contemplados a pie de calle ha dado lugar a la confusión a lo largo de los años..

Alegoría de la música 1930 


El pintor Mauricio Flores Kaperotxipi dijo de él que poseía un extraordinario talento y una gran originalidad:

Como pocos, como muy pocos, ha conseguido llevar a la piedra y al bronce aspectos diversos del deporte. Campeón de importantísimos concursos, dentro y fuera de las fronteras vascas, Lucarini es ya una de las figuras más interesantes de nuestra cultura. Por lo que ha realizado y por lo que su talento y juventud prometen.



Bibliografía : https://www.amaikaproject.org
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