Vincenzo Gemito (1852-1929) escultor, pintor, diseñador de orfebre italiano. Fue considerado por sus contemporáneos al mismo tiempo como un genio y un loco, pero cuyas obras son tenidas en gran estima por galerías y coleccionistas internacionales.
Vincenzo Gemito nació en una familia pobre, hijo de un leñador. El día después de su nacimiento, su madre lo entregó a un orfanato (orfanato de la Anunciación), donde vivió durante varios años con otros niños huérfanos y donde fue nombrado «Genito», transformado por «Gemito» en los registros de estructura.
Con nueve años entra en el taller de Emmanuele Caggiano. Posteriormente frecuenta, con el pintor Antonio Mancini, el estudio de Estanislao Lista, un escultor y pintor de tendencias avanzadas con el que aprende a modelar en barro y en cera. Posiblemente es éste quien lo anima a estudiar la vida en las calles, naciendo entonces su gusto por los tipos populares y los temas realistas.
Busto de Anna [1886 en Musée de Capodimonte |
Tête d’Anna, 1914 colección Sergio Baroni. |
Tras abandonar el taller de su maestro, se instala en un convento abandonado, donde trabaja con Mancini y los escultores Achille d'Orsi y Giovanni Battista Amendola. Realiza principalmente pequeños bronces de tipos populares, retratos y autorretratos. En 1886, el rey Humberto I le encarga una estatua del emperador Carlos V, de tamaño natural, para la decoración de uno de los nichos exteriores del Palacio Real de Nápoles.
En 1877 expone en el Salón parisino una escultura que representa a un joven pescador (en el Museo Nazionale del Bargello). El éxito de esta obra alienta al artista a continuar en este género, proporcionando a sus modelos poses más expresivas.
El escultor nos propone una escena de calle realista, un diálogo vivo entre un vendedor de agua fresca y su cliente sediento - invisible. Pero la desnudez del niño, así como el zócalo en forma de fuente decorada con un mascarón, sitúan esta escena en la Antigüedad Romana.
Un joven pescador , 1881 Museo Nazionale del Bargello |
Gemito forma parte de estos escultores de la segunda mitad del siglo XIX llamados "neoflorentinos" que se inspiraron del Renacimiento italiano, en particular de las esculturas de Verrocchio, Donatello y Giambologna.
En 1886, el rey Humberto I le encarga una estatua del emperador Carlos V, de tamaño natural, para la decoración de uno de los nichos exteriores del Palacio Real de Nápoles. En esta obra trabaja largo tiempo realizando varios bocetos en yeso. Uno de ellos, vaciado en bronce, se conserva en la Academia de Bellas Artes de Nápoles.
En la última época de su vida padece una enfermedad mental que se ha relacionado con su obsesión por conseguir la perfección en esta obra. Su estilo es clasicista pero sin olvidarse nunca del natural; su modelado, siempre nervioso y plástico, está dotado de gran encanto, sin caer en la sensiblería.
La mayor parte de su obra se encuentra en las Galerías de Arte Moderno de Roma y de Turín, en el Museo Nazionale del Bargello (Florencia), y en el Museo Nazionale di San Martino (Nápoles). En el Prado se conserva un retrato en busto del pintor Mariano Fortuny que muestra la habilidad para el modelado de este artista, su gusto por el natural y la frescura de su obra.
https://www.musee-orsay.fr
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