El Teatro de San Carlos es el teatro más importante de Nápoles y uno de los más famosos del mundo. Inaugurado el 4 de noviembre de 1737, es el más antiguo teatro de ópera activo del mundo.
Así como uno de los más extensos teatros italianos de la península. Tiene capacidad para 1386 espectadores y tiene una gran plaza (22 × 28 × 23 m), cinco filas de caballos, además de una gran etapa real, una cabaña de troncos y un escenario (34 × 33 m). Por su tamaño, estructura y antigüedad, ha sido un modelo para los teatros europeos posteriores.
El teatro, construido y diseñado por Giovanni Antonio Medrano, Coronel de brigada español destinado en Nápoles y Angelo Carasale, ex director del Teatro San Bartolomeo, está apoyado en el lado norte del palacio real con el que se comunica a través de una puerta que se abre justo detrás de la etapa real, para que el Rey pudiera ir a los espectáculos sin tener que ir por la calle.
La obra, terminada en unos ocho meses, vio la realización de un largo y 28,6 metros de ancho y 22,5 metros con 184 cajas dispuestas en seis filas, además de un cuadro real tiene capacidad para diez personas, el teatro de la corte del palacio real de Caserta, que se convertirá en el modelo para otros teatros italianos como el Teatro alla Scala de Milán.
Ha pasado por un incendio que destruyó la noche del 13 de febrero de 1816, varias restauraciones y modificaciones y hasta, una sugerencia de Giuseppe Verdi en el año 1872 fue el “golfo místico” construido para la orquesta; en 1937, por otro lado, el vestíbulo conectado con los jardines reales del palacio contiguo por una doble escalera de caracol. Destruido durante el bombardeo de Nápoles en 1943, inmediatamente después de la guerra, fue reconstruido tal como era.
Su construcción fue gracias a que Carlos III de España, rey de Nápoles y Sicilia, quiso un nuevo teatro en Nápoles. La arquitectura interior del teatro consta de cinco filas de palcos dispuestos en forma de herradura además de un gran palco real y una galería.
Además el teatro tiene un museo histórico en el que se cuenta la historia a través de una exposición de pinturas, fotografías, instrumentos musicales, trajes y documentos de la época.
La historia invade también, a su manera, el presente. El director del teatro, Gioacchino Lanza Tomasi, es hijo adoptivo del gran Lampedusa, autor de la célebre novela El gatopardo. Se ha incorporado al proyecto lírico después de dirigir varios años el instituto de cultura italiana en Nueva York.
Monument to Enrico Caruso |
En 1920 se introdujo la costumbre de inaugurar cada temporada con un título de Wagner. Duró diez años. Causó sensación por su grandiosidad, su decoración y sus dimensiones, despertando el mismo asombro hoy en día.
Bibliografía : https://elpais.com
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