miércoles, 7 de octubre de 2015

Los Esclavos de Michelangelo Buonarroti


Miguel Ángel realizó 6 esculturas (inacabadas, para el segundo proyecto de la tumba del papa Julio II, quiso colocar las figuras de los "esclavos" o "cautivos" en la parte inferior de la tumba.

Dos de los esclavos están actualmente en el museo del Louvre y los otros cuatro se encuentran en la "Galleria dell'Accademia", en Florencia, datan de los años 1532-1534, son conocidos con los nombres de: El esclavo joven, el esclavo barbudo, Atlas, el esclavo que se despierta.

Estas esculturas evolucionan hacia unas formas masivas, recuerdan a los "Titanes" de la antigüedad, están inacabados expresando una revuelta contra la materia que los envuelve, de la cual quieren deshacerse y así liberar el cuerpo.

Esclavo moribundo en el Museo de Louvre

Los cuatro esclavos que quedaron sin concluir fueron donados por Miguel Ángel al gran duque Cosme I, que los colocó en los Jardines de Bóboli, desde donde fueron trasladados a la Academia en 1909. El joven esclavo se representa con las rodillas ligeramente flexionadas, indicando cierto cansancio en su caminar.

El Esclavo Barbudo
de La G. Academia de la Florencia 

En el Esclavo que se Despierta, Levanta su brazo izquierdo por encima del hombro mientras que el derecho se desliza por la cadera. La sensacional figura parece emerger del bloque de mármol que en el fondo está sin trabajar, presentando diferentes grados de acabado. Así, la cabeza apenas está esbozada, el busto se define mejor en el lado izquierdo que en el derecho y en algunas zonas se aprecian las marcas de los instrumentos empleados por el maestro durante su ejecución ya que la estatua no recibió el tratamiento definitivo. Esta obra, al igual que sus compañeros.

El Esclavo que se Despierta
de La G. Academia de la Florencia 

El esclavo despertándose, Atlas y El esclavo barbudo nos hacen comprender la famosa técnica del maestro del "non finito" en la que las formas, sin estar ejecutadas a la perfección, alcanzan una maestría casi insuperable, dando la sensación al espectador que las figuras desean abandonar la piedra para convertirse en obras de arte.


El Esclavo Atlante de La G.Academia de la Florencia 

En su poderosa expresividad, resulta demasiado moderna. El frío mármol se convierte en la ardiente prisión de este cuerpo pletórico de energía que parece cargar sobre sus espaldas con el peso del mundo, como Atlas. El contraste entre la aspereza de la piedra apenas desvastada y el modelado finamente pulido del cuerpo que en ella se halla aprisionado, no hace sino agudizar la tensión entre la vida encadenada y la roca que la contiene.


El Esclavo Rebelde en el Museo del Louvre 









3 comentarios:

  1. Además de ser una maravilla, es una verdadera joya.

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  2. Excelente análisis. No solo describes lo visible a cualquier ojo humano, sino también el sentimiento que tan misteriosamente despiertan sus esculturas. Ciertamente, Miguel Ángel fue el maestro de los maestros.

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