La casa Navàs es uno de los más importantes edificios modernistas, situada en una esquina entre la plaza Mercadal junto a la calle Mayor de la ciudad de Reus (Tarragona)_ España, que fue proyectado por el arquitecto de Reus Lluís Domènech i Montaner y construido entre los años1901 a 1908, por encargo de su propietario, Joaquim Navàs Padró.
Como arquitecto Domènech realizó edificios en los que se combina una racionalidad estructural con elementos ornamentales extraordinarios, inspirados en las corrientes arquitectónicas hispano-árabes y en las líneas curvas propias del modernismo.
Cada estancia de esta casa podría inspirar un libro. Cada pared admite horas de contemplación. Nada está ahí por casualidad y el conjunto puede desgranarse hasta el infinito.
A principios del siglo XX cuando el comercio reusense estaba en plena ebullición, Joaquim Navàs y Pepa Blasco extendieron al arquitecto Domènech i Montaner un cheque en blanco. Querían un edificio genuino. Una casa única que integrara en sus bajos el negocio familiar: la tienda de tejidos con la que labraban su fortuna.
La reusense Casa Navàs, uno de los edificios más exquisitos del modernismo catalán, pieza única. Domènech i Montaner concibió una casa esquinera con tres fachadas (la tercera cierra una gran terraza lateral) para que la luz natural llegara a todas las estancias, en muchas de ellas filtrada a través de espectaculares vitrales.
Los propietarios contrataron a los mejores artesanos del momento, como Gaspar Homar, que diseñó cada una de las lámparas y los muebles. Todos pensados especialmente para el lugar que tenían que ocupar.
Una gran escalinata de mármol recibe al visitante en forma de jardín petrificado. Es el primer impacto. En una de las paredes, una composición con cerámica veneciana, en las otras dos enormes vitrales.
Detrás de uno de ellos se sitúa ni más ni menos que el baño. La limpieza y el higiene era una obsesión de la propietaria, en una época en que el aseo no tenía la consideración actual. Sólo la bañera tenía seis grifos distintos y todos los lujos de la época.
El diseño y el trabajo de los artesanos se compatibilizó con la última tecnología del momento. La Casa Navàs fue de las primeras en tener instalación eléctrica, y también teléfono. Todo sigue ahí. Los propietarios de Casa Navàs, Dolors Blasco (here-dera de la familia) y el empre-sario Xavier Martínez han abierto en enero del año pasado la casa con visitas guiadas que descubren no sólo el valor artístico de cada estancia, sino la vida y la época a la que transportan.
Bibliografía : https://www.lavanguardia.com/
Estoy simplemente maravillada. ¡Que lujo!
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