lunes, 1 de abril de 2024

La soledad Obra de Marc Chegall.


Marc Chagall (1887-1985), junto a su esposa Bella Rosenfeld (1895–1944), quien fue su compañera hasta su fallecimiento en 1944, disfrutaron de 29 años juntos. A lo largo de su vida, Chagall se refería a Bella como su "nishoma" (su alma)

Su obra titulada "Soledad" en 1933, ejemplifica un tratamiento cultural de la alienación, más que de la soledad en el sentido convencional.La intención de Chagall era representar la cultura judía en un momento crucial de Europa. Utilizó elementos como el buey de sacrificio, el rollo de escrituras y la imagen de un rabino histórico o anciano para personificar el judaísmo. Esta obra se encuentra actualmente en exhibición en el Tel Aviv Museum of Art en Tel Aviv, Israel, y también fue vista en la Fundación Mapfre en Madrid, España.


Es una pintura delicada repleta de simbolismos: un rabino abatido, con una espesa barba, vestido con el manto de la oración, sostiene con su mano izquierda, cerca del corazón, una Torá enrollada. Está sentado en el césped y a su lado hay un violín y una vaca blanca de mirada triste. En el horizonte, un ángel sobrevuela un pueblo cercano, pero unas nubes oscuras amenazan con atraparlo.


Sin duda se trata de una alegoría de Ahasverus, el judío errante, que resume, en su tristeza, la persecución milenaria de su pueblo, alentado por la esperanza que el ángel representa pero perseguido por una temible tormenta; el violín, la metáfora de los judíos del este, que recuerda el dolor del profeta Jeremías por la destrucción de Jerusalén; y la vaca, la bíblica profecía de Oseas, “como una vaca indómita, es indómito Israel”. Lo más fascinante del cuadro es la tristeza con la que nos envuelve la mirada, hasta el punto de que, siendo una pintura repleta de elementos, consigue ser el retrato de un hombre eternamente solo, abandonado a su destino trágico. Personalmente, sentí una enorme soledad al contemplarlo.



Marc Chagall nos cuenta: "He encontrado esta noticia en Beaux-Arts y no puedo evitar hablarles de ella. Es una idea hitleriana. Los conservadores de los museos alemanes han recibido la orden de reunir en una sala de las infamias las obras de arte 'demasiado' modernas adquiridas en los últimos años bajo el régimen democrático. ¡Guerra al 'Kulturbolchevismus'! Contrariamente a lo que se podría creer, el criterio elegido no es de tipo confesional, sino puramente estético.

En la picota ya están Beckmann, Paul Klee, Chagall y Munch, y al pie de cada una de sus obras se lee: 'Este cuadro costó tantos miles de marcos y se pagó con dinero alemán'. Resulta muy halagador -prosigue Chagall- ser despreciado por los alemanes de Hitler, pero ¿qué harán con mis cuadros esos brutos? En lo tocante a su dinero alemán, nunca he cobrado un solo pfennig. Mis pinturas fueron confiscadas durante la guerra y son los alemanes quienes han ganado dinero entre ellos con mis cuadros. ¿No se me podría, al menos, informar sobre este punto?"




Marc Chagall se inspiró en las costumbres de la vida en Bielorrusia e interpretó muchos temas bíblicos, reflejando así su herencia judía. En los años 1960 y 1970 se involucró en grandes proyectos destinados en espacios públicos o en importantes edificios civiles y religiosos.

La obra de Chagall está conectada con diferentes corrientes del arte moderno. Formó parte de las vanguardias parisinas que precedieron la Primera Guerra Mundial. Sin embargo, su obra se queda siempre en los límites de estos movimientos y tendencias emergentes, incluyendo el cubismo y el fovismo. Estuvo muy conectado con la Escuela de París y sus exponentes, como Amedeo Modigliani.







Fotografía por gentiliza de El Poder del Arte




































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