Urgull es una montaña situada entre la Parte Vieja de San Sebastián_ España y el paseo Nuevo, junto al mar Cantábrico. Un lugar de visita imprescindible para conocer la ciudad, bien por los restos históricos que puedes encontrar allí, o para disfrutar de las mejores vistas de Donosti.
Pasear por el Monte Urgull es dar un paseo por la historia de San Sebastián. Por todos sus rincones podrás encontrar restos bélicos y edificios de uso militar. Fortificaciones que han resistido el paso de los años y que ahora sirven para que los donostiarras y turistas recuerden las batallas que allí sucedieron.
En este promontorio se conservan fortificaciones, que en su día abrazaban por completo la antigua ciudad. Fueron empleadas militarmente en el pasado, donde fue el último bastión de la resistencia francesa en la ciudad durante el asedio de San Sebastián en 1813.
En la parte alta está el Castillo de la Mota, con tres capillas, una de ellas dedicada al Cristo de la Mota. Una de estas capillas (de 16 metros de altura) sirve de peana a la emblemática imagen del Sagrado Corazón de Jesús, de 12,5 metros de estatura.
Por si no lo sabías, en sus comienzos, San Sebastián solo fue una plaza militar en la que únicamente vivían soldados. Con el paso de los años se fueron incorporando vecinos de la zona para vivir en la villa, lo que hoy se conoce como la Parte Vieja de Donostia.
En el Monte Urgull puedes encontrar galerías de tiro, mazmorras, cañones, pasadizos, murallas, almacenes de armas, puestos de tiro… Es como estar en una película.
Uno de los rincones más conocidos del Monte Urgull es el Cementerio de los Ingleses. Se ubica en la ladera norte y cuenta con varios panteones en los que están enterrados varios soldados ingleses. Es un homenaje de la ciudad de San Sebastián por la ayuda que ofrecieron a las tropas Carlistas a mediados del siglo XIX.
La estatua al Sagrado Corazón en el Monte Urgull destaca por encima de todas y se aprecia desde muchos puntos de la ciudad. Construido en la década de los 50. En 1943 se retomó un acuerdo del Ayuntamiento de 1939, se creó para ello una comisión y se abrió un concurso para la adjudicación de la obra. Lo ganaron Pedro Muguruza Otaño (arquitecto) y F. Collaut Valera (escultor).
Desde lo alto, se puede apreciar la Bahía de La Concha, la Parte Vieja, el barrio de Gros… y las zonas más lejanas de la ciudad hacia el sur. Merece la pena subir por sus empinadas cuestas disfrutando de la naturaleza…al final del camino tendrás la recompensa.
Bibligrafía : https://www.hotelmonteulia.com/
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