jueves, 10 de octubre de 2019

"Los Comediantes franceses" obra de Jean Antoine Watteau, hacia 1720 y con unas dimensiones de 57,2 x 73 cm. Actualmente se encuentra en Metropolitan Museum en, Nueva York _ Estados Unidos.


En el escenario y delante de un decorado que representa una galería porticada, aparecen las figuras de actores vestidos lujosamente, representando sin duda una tragedia francesa, quizás de Racine o Corneille, recitada de forma paroxística, como era habitual.


La fiesta galante de Watteau no es una interpretación realista de la sociedad en sus actividades cotidianas, es solamente una imagen poética del espíritu. En estas atmósferas encantadas, pintadas con tonos cálidos y una especial sensibilidad en el tratamiento de la luz, se pone de manifiesto una plenitud existencial teñida de infinita melancolía, que hará de Watteau un artista muy querido por los pintores románticos, y poetas como Baudelaire.


Virtuoso técnico y muy buen dibujante, domina en él una ejecución minuciosa. Aplicaba los colores muy diluidos en capas de extrema delgadez, lo que permite numerosas transparencias. El barniz se aplicaba transparente o ligeramente coloreado, y a veces entre capas de pintura, recurso propio de la época.


Esta técnica complica actualmente la limpieza de los cuadros y puede explicar la mala conservación de muchos de ellos, bastante agrietados y oscurecidos. Algunos expertos llegan a afirmar que el arte de Watteau se aprecia mejor en sus numerosos dibujos, que subsisten en mejor estado y que solía reproducir con leves variaciones en muchas pinturas.


Gran aficionado al teatro, Watteau conoce las reglas del disfraz, de la ficción, de los registros formales: el mundo de las máscaras de la «Commedia dell’ arte» se convierte en el teatro de las inquietudes, de las ambigüedades, de los sentimientos efímeros y precarios.


En París existía todo un abanico de géneros dramáticos representados por compañías especializadas: la tragedia y la comedia francesa, el teatro italiano surgido de la Comedia del Arte, el ballet y la pastoral, y, finalmente, la ópera que agrupa el teatro, la música y la danza. Se interpretaban las tragedias de Corneille, de Racine y de otros autores, y la comedia francesa cuyo protagonista indiscutible continuaba siendo Molière. 


En el escenario y delante de un decorado que representa una galería porticada, aparecen las figuras de actores vestidos lujosamente, representando sin duda una tragedia francesa, quizás de Racine o Corneille, recitada de forma paroxística, como era habitual.


Watteau es el representante más antiguo y más exquisito del estilo rococó. Realizó escenas galantes y costumbristas. Con él comienza un género nuevo: las fiestas galantes, reflejo de la vida cortesana que busca artificialmente un contacto con la naturaleza.



Bibliografia : https://www.aparences.net/es

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