lunes, 9 de septiembre de 2019

El Palacio del Rey Moro en Ronda_ España

El Palacio del Rey Moro se encuentra en Ronda_ España. Es un conjunto monumental con una larga historia que comienza en el siglo XIV y alcanza hasta el siglo XX. Encierra dos de los escenarios románticos más bellos de España. Los jardines de Forestier y la mina del Agua devuelven al viajero la estampa de una ciudad inmortalizada por la literatura.


Orson Welles y Ernest Hemingway visitaron la ciudad malagueña y entraron en el Palacio del Rey Moro, uno de los secretos mejor guardados de la ciudad más romántica de España.


Ronda conserva el proyecto original de los jardines del Rey Moro en todos sus detalles. Forestier ideó una de los jardines colgantes aprovechando huecos en el cortado del río Guadalevín, que en árabe significa "río de la leche".


Forestier, el paisajista francés, proyectó también el Parque María Luisa de Sevilla para la Exposición Iberoamericana de 1929, también los jardines de Montjuich en Barcelona, el palacio de Liria en Madrid, los jardines para el sultán de Marruecos en Casablanca y el parque de la Punta de La Habana.

El jardín responde a una traza de evocación hispano musulmana con la regularización y ordenación de raíces europeas occidentales.


Los toques cerámicos, los emparrados sobre columnatas, los arriates, las escalinatas y los pavimentos de barro cocido caracterizan este delicado lugar desde donde se advierte una vista inenarrable de los barrios antiguos de la ciudad y el Tajo que el Guadalevín dibuja a uno de sus lados.


El Rey fue Abomelic, hijo de Sultán de Fez y miembro de la dinastía Meriní, se autoproclamó rey de Ronda, Algeciras y Gibraltar entre los años 1331 a 1339. Ronda era crucial en la defensa del Reino y por esta razón debía fortificarse. Para ello se creó la mina de agua, que permitía extraer el agua del río Guadalevín a través de una gran noria (actualmente no existe) instalada en una de sus salas.


Los encargados del fatigoso esfuerzo de accionarla eran los esclavos cristianos, que además cargaban los zaques de agua hasta el exterior. Se trataba de una manera segura de aportar agua a la población en momentos de asedio, ya que la parte inferior de la construcción estaba fortificada.


El conjunto tiene aproximadamente una extensión completa sobre el terreno de 3.700 m² aproximado, se encuentra elevado sobre el escarpe del Tajo en la zona norte de la antigua ciudad musulmana, justo en el extremo opuesto a la Puerta de Almocábar y el antiguo Alcázar.


El jardín conduce a través de unas escalinatas abiertas a un lado del palacio a la entrada de la Mina del Agua, horadada a principios del siglo XIV. Pero la tradición es más antigua y atribuye al rey musulmán Abomelic, gerifalte de una de las taifas en que acabó convertido el califato de Córdoba, la construcción de esta estructura militar secreta en aquellos tiempos en que Ronda era posición estratégica.


La mina del Agua, declarada Bien de Interés Cultural desde el año 1943, está salpicada de leyendas. La imaginación popular ha visto palacios ocultos, baños de reinas, caballeros encadenados y damas que vagan su espíritu por sus galerías. Esas y otras leyendas se conocen por textos históricos desde la conquista de Ronda por los Reyes Católicos en 1485 bajo el mando del marqués de Cádiz quien lo asaltó por el río, rindiéndose la población sedienta poco después.






La mina es una ancha escalera en zigzag excavada en la roca y cubierta por un ingenioso sistema de bóvedas encabalgadas. Ciento noventa y cuatro escalones separan su entrada de las orillas del río Guadalevín. 


La Sala del Manantial está iluminada por muros de celosía, donde se sospecha que debió haber un pozo, hoy cubierto, desde el que se extraía agua mediante una noria. Una cadena humana de esclavos bajaba y subía a la ciudad con los zaques o envases de pellejos.




En 1485, después de un largo asedio, Ronda cae ante las tropas castellanas. Según los cronistas de la época, un traidor musulmán reveló el gran secreto que provocaría la rendición de la ciudad: se trataba de la gigantesca noria oculta en la piel del Tajo. Construida en las entrañas de la tierra y movida por cautivos cristianos, era la principal fuente de abastecimiento de agua de la ciudad.


Tras el asalto a la fortificación que la "protegía", Ronda, una de las ciudades más importantes del Reino Nazarí, cae derrotada y tan solo siete años después tiene lugar la Toma de Granada. Después del abandono de la mina en el siglo XVI, su recuerdo se va borrando y aparecen las leyendas que narran la existencia de palacios fabulosos, bellas princesas y fastuosos tesoros escondidos en las profundidades de la mina.








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