Susana y los viejos, obra del pintor Italiano Jacopo Comin, más conociodo como Tintoretto (1518- 1594. Venecia). Fue realizado entre los años 1560-1565 y con unas dimensiones de 147 x 194 cm. Actualmente en el Kunsthistorisches de Viena _ Austria.
Su estilo inicialmente siguió a Tiziano. Evolucionó a partir de 1540, siendo de tendencia manierista más marcada que los otros dos grandes pintores de la escuela veneciana, Tiziano y Veronés.
Es un pintor que pinta con pasión, alcanzando en su plenitud su característica audacia, el dinamismo incansable de su composición, su uso dramático de la luz y sus enfáticos efectos de perspectiva, que hacen que parezca un artista barroco adelantado a su tiempo.
Para poder expresar con mayor intensidad el sentido dramático de sus obras sacrificó «aquella suave belleza de colorido» que fue una de las conquistas más grandes de la escuela veneciana de Giorgione y Tiziano.
Este lienzo forma parte de un conjunto integrado por seis pinturas apaisadas, con un mismo esquema cromático, una acentuación general del dibujo en superficie y un ritmo de formas curvas que enlaza un cuadro con otro. Aunque Velázquez las comprara para Felipe IV como conjunto, no debieron formarlo originariamente.
De su admirado Miguel Ángel toma las anatomías y las posturas difíciles, siendo este enérgico modelado del cuerpo una novedad en Venecia. Sus efectos de perspectiva son enfáticas. Pero lo inserta en un marco muy característico de la escuela veneciana: el color, el paisaje y la luz. Esta última cobra singular relevancia en sus últimas obras, usándola de forma dramática.
Tuvo enorme capacidad de trabajo. Ejecutaba una obra tras otra con rapidez, pues acaparaba numerosos encargos. Esta prolífica producción, de más de 300 obras, se explica, además, por la existencia de un taller.
Se decía que había acabado en dos meses dos pinturas históricas cada una conteniendo veinte figuras, de las cuales siete eran retratos. Sebastiano del Piombo señaló que Tintoretto podía pintar en dos días tanto como él en dos años; Annibale Carracci que Tintoretto fue, en muchas de sus obras, semejante a Tiziano, en otras inferior a Tintoretto. Esta era la opinión generalizada que de él tenían los venecianos, que sostenían que Tintoretto tenía tres pinceles: uno de oro, el segundo de plata y el tercero de hierro.
Es evidente que estas obras estaban destinadas a un ambiente profano. Los temas bíblicos han perdido su carga dramática, apenas son un pretexto para mostrar trajes exóticos, ceremonial cortesano y carnes desnudas.
No hay nada parecido a estos cuadros en la producción restante de Tintoretto y, por lo tanto, es difícil datarlos con certeza. La repetición regular de pequeñas pinceladas caligráficas, en las borlas de los vestidos y tocados, las hojas de la vegetación, formas ensortijadas de los rizos y tocados femeninos, crean un ritmo decorativo global que no se repetirá en ninguna de sus obras
Susana y los viejos, obra de Tintorreto en el Museo del Prado
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Bibliografía: Museo del Prado
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