lunes, 28 de mayo de 2018

La fachada de la Universidad de Salamanca

La Universidad de Salamanca cumple 800 años de existencia y lo celebra con la organización de varios congresos académicos, así como numerosos eventos culturales. Este octavo centenario de la universidad más antigua de España en activo, y la cuarta de Europa, es un evento nacional e internacional que conmemora la actividad docente ininterrumpida y recuerda el papel de la Universidad en la enseñanza y difusión del castellano.


Su fachada data del año 1529 y pertenece al estilo plateresco, se desarrolló en los primeros 30 años del siglo XVI. Se caracteriza por una minuciosa y abundante decoración. Para muchos, esta fachada es la obra maestra del plateresco español.


Durante muchos años se admiró la belleza de los relieves de la Universidad de Salamanca, la fachada, la escalera y el claustro, pero sin atribuirles un significado. Desde 1950 se despertó la curiosidad de los especialistas, pero se limitaron a explicaciones parciales.


La fachada de la Universidad en Salamanca es imperial romana y esculpida a la gloria del emperador Carlos. La fachada aparece pues dominada por la presencia imperial de Roma, vertiente política del pensamiento carolino.



Se presenta materialmente dividida en tres cuerpos y cinco calles. Los tres cuerpos corresponden a una estructura ideológica clara: en la base, cuerpo bajo, figura la monarquía española, es decir los abuelos fundadores; en el centro está el emperador reinante con sus símbolos, es la razón de ser del conjunto; en el cuerpo alto está Roma, desde el papa hasta los dioses romanos y sus héroes: es el modelo ofrecido al Emperador, la meta a la que aspira.


Se funda en el cruce de tres presencias simbólicas: el Imperio romano, encarnado en Venus, madre de los césares y en Hércules, príncipe bueno; el Sacro Imperio, fundado por Carlomagno para la “renovatio Imperii Romani”, cuyo emblema es el águila bicéfala; y los héroes legendarios de la Antigüedad, modelos ineludibles en el Renacimiento, que figuran en los medallones. Las tres presencias se enraízan en Roma y convergen hacia el Emperador, cuyo escudo campea en el centro de la fachada.


Cabe destacar que el estilo plateresco es una corriente artística que únicamente se dio en España durante la primera mitad del siglo XVI y cuyo nombre se debe a que su recargamiento decorativo recuerda a los trabajos de orfebrería en plata.


Según los historiadores del arte, el maestro de tan importante obra sería Juan de Talavera, un arquitecto y escultor de primera fila, aunque no muy conocido, perteneciente a la famosa “escuela toledana”, y que fue también uno de los arquitectos al servicio de Isabel la Católica.

Hasta ahora Talavera nunca había sido relacionado con esta obra, y ni siquiera con la propia Salamanca. Canto, que hace un repaso de lo que se sabe sobre su vida profesional, plantea que fue sobrino y yerno respectivamente de Juan Guas y Egas de Bruselas, dos grandes artistas extranjeros afincados en Castilla en la segunda mitad del siglo XV.


Entre la decoración de la fachada, encima de un cráneo se encuentra una escultura de un sapo (pero confundido comúnmente con una rana). Este símbolo servía como aviso a los estudiantes. Se utilizaba como representación del pecado de lujuria, asociado a la muerte al encontrarse encima de un cráneo. Según la tradición, se dice que su hallazgo en la fachada augura éxito en los estudios.


La Fachada Rica de la Universidad de Salamanca volvió a lucir de nuevo en el año 2018, después de una rigurosa resturación y así han permitido su rehabilitación. El proyecto fue posible gracias a la colaboración institucional y a la participación público-privada, con la Junta de Castilla y León y la Universidad de Salamanca como promotores de unos trabajos, que desarrollaron un equipo multidisciplinar de profesionales, coordinados desde la Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico.






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