Vista del exterior del Anfiteatro Flavio, también conocido como el Coliseo, y de las excavaciones que se llevaron a cabo allí en 1880.
El Anfiteatro Flavio de Roma adquirió el nombre de Coliseo debido a la colosal estatua de Nerón que se encontraba cerca. Fue construido durante el mandato del emperador Vespasiano (69-79 d. C.) y fue inaugurado en el año 80 d. C., durante el reinado de su sucesor Tito.
Se elevó sobre el lago artificial del parque en el palacio de Nerón, conocido como Domus Aurea. Con una planta elíptica y una altura de cincuenta metros, estaba rodeado de gradas destinadas al público y contaba con un complejo sistema de escaleras y corredores para acceder a las localidades.
Bajo la arena se ubicaban los mecanismos necesarios para llevar a cabo los espectáculos. En su fachada exterior, se superponen tres galerías de arcos de medio punto enmarcados por semicolumnas, que presentan los órdenes dórico-toscano, jónico y corintio, además de un ático de pilastras corintias coronado por ménsulas. Representó una innovación en la historia de la arquitectura, ya que en culturas anteriores no se construyeron edificios para albergar a tantas personas. Su propósito era doble: reunir a una gran cantidad de espectadores (entre 50.000 y 70.000) con el objetivo de proporcionar entretenimiento.
El Coliseo fue un regalo del emperador Vespasiano al pueblo. Tenía el carácter público y de edificio civil donde se ofrecían espectáculos gratuitos de lucha entre gladiadores y fieras salvajes, escenificaban batallas mitológicas y se hacían simulacros de batallas navales. Eran espectáculos diurnos al aire libre. Cada espectador ocupaba el espacio según su categoría dentro de la sociedad romana: los asientos inferiores eran por el emperador y los senadores. Los peores lugares, arriba del todo, estaban reservados para los esclavos, los extranjeros y las mujeres.
El 1820 se terminaron varios contrafuertes, restauración llevada a cabo por orden de Pío VII, que son claramente distinguibles hoy en día, y sin los cuales el edificio probablemente se habría derrumbado. Durante todo el siglo se sucedieron obras de consolidación y mejora, en un proceso que aún continúa.
Bibliografía : https://franguillem.blogspot.com
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