"Un rey de España" obra del pintor granadino Alonso Cano(1601-1667) hacía 1640 y con unas dimensiones de 165 x 125 cm. Actualmente se encuentra en el Museo del Prado (no expuesta) en Madrid_ España.
Alonso Cano llegó a Madrid en la primavera de 1638. El primer encargo conocido que recibe en la corte es el de un retrato doble de Fernando e Isabel para el Salón Dorado del Alcázar, realizado entre 1639 y 1640. Algo posteriores, pero quizá de la misma serie, fueron los dos lienzos, Un rey de España y Dos reyes de España, que se conservan en el Museo del Prado
de Madrid.
En la formación inicial de Cano tiene mucha influencia el manierismo, a lo que vino a sumarse el barroquismo que empezaba a apreciarse en el ambiente sevillano. Durante buena parte de su etapa sevillana practicará el tenebrismo en sus pinturas. En 1640 se encargó de restaurar unos cuadros tras el incendio del palacio del Buen Retiro, lo que le llevó a asimilar las técnicas pictóricas italiana y flamenca. Se dejó influir especialmente por los pintores venecianos del siglo XVI y por las formas elegantes y las tonalidades transparentes de Van Dyck.
Las figuras están concebidas para ser vistas desde abajo, por lo que los escorzos están acentuados, del mismo modo que el efecto ilusionista de situarlos como saliendo del cuadro. También son singulares el recargamiento y barroquismo del escenario y del vestuario de los personajes, de apariencia medieval aunque no lo son en realidad. Todos estos aspectos contribuyen a dar a la escena un carácter caricaturesco y teatral. La utilización de la luz y del color, con pinceladas precisas, muestran la brillantez técnica de Alonso Cano en esta época.
Cano se inspiró a menudo en grabados de otros pintores para realizar sus propias composiciones. En 1638 compró grabados y dibujos en la almoneda de Vicente Carducho en Madrid, y diez años después otra gran cantidad de la colección de Antonio Puga. En este caso de Un rey de España, el modelo fue un cuadro de Rubens, una figura sentada de Carlos V.
En el invierno de 1638 se instaló en Madrid. En 1642 envió a su padre un poder general para traspasar todos sus asuntos, lo que indica su deseo de permanecer en la corte. En esta etapa fue profesor de dibujo del príncipe Baltasar Carlos.
Regresó a Granada en 1652. Estuvo viviendo en el barrio del Albaicín. Su labor logró influir enormemente en Granada y en toda Andalucía Oriental en la segunda mitad del siglo XVI
Murió, en extrema pobreza, el 3 de septiembre de 1667. Uno de sus discípulos, Atanasio Bocanegra, le retrató en sus últimos momentos. Este cuadro se conserva en el Museo de Bellas Artes de Sevilla.
Bibliografía : https://cvc.cervantes.es
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