El comienzo de la Catedral-Basílica de Santa María y su construcción en su forma actual se remonta a San Pedro de Salerno ,entre los años 1062 a 1105. En su cripta se conserva uno de los más importantes ciclos de frescos de la Edad Media italiana. Se encuentra en la ciudad de Anagni, Lacio _ Italia.
Es una cripta grandiosa bajo el transepto y los tres ábsides de la cabecera catedralicia. Allí en la parte subterránea se encuentra un espacio compartimentado por más de una veintena de bóvedas de crucería sostenidas por una docena de columnas. Y todo ese lugar, todos sus muros y bóvedas están repletos de pinturas al fresco del Medievo.
La autoría de este conjunto se atribuye a tres maestros anónimos diferentes. El que mayor pinturas realizó es el conocido como Maestro delle Traslazioni. Mientras hay otras partes que se atribuyen al conocido Maestro Ornatista y a un Terzo Maestro, cada uno con sus propias características estilísticas.
Entre todos ellos realizaron un ciclo increíble de pintura en el que por supuesto hay imágenes religiosas, pero además hay muchas de carácter científico. Algo que sorprende y que sirve para descubrir que la iglesia de la Edad Media tenía mucho más que ver con la ciencia heredada de la Antigua Grecia de lo que nos podemos imaginar.
De hecho hay detalles sorprendentes como una representación del mundo en el que se interpreta que es esférico y no llano. O las zonas en las que se ven representados científicos griegos, sobre todo astrónomos y médicos.
Un buen ejemplo es la imagen que aquí os presentamos de Hipócrates y Galeno, considerados los padres de la medicina. De hecho, en la actualidad a los doctores se les sigue llamando “galenos” y todos ellos hacen el juramento hipocrático.
Los vemos aquí a maestro, Hipócrates, y alumno, Galeno, comentando un libro que están leyendo. La imagen es de una enorme plasticidad y volumen, algo conseguido sobre todo gracias a la habilidad del dibujo, que en este caso es obra del Maestro de la Traslazione que haría el trabajo en los años 30 del siglo XIII.
Y podemos comprobar que era un artista de gran maestría, ya que si nos fijamos se descubren infinidad de detalles interesantes. Por ejemplo las tallas en los capiteles de las columnas de la sala, los exquisitos muebles donde se sientan los personajes o la delicadeza con la que ha pintado las ataduras de los libros. Por cierto, en el libro que tienen abierto hasta se lee una frase muy singular:
Algo que está relacionado con toda la cosmogonía y ciencia que está representada en otras bóvedas donde vemos las ideas que tenían sobre el firmamento o sus conocimientos médicos basados en que la salud del cuerpo humano tenía que ver con el porcentaje de diferentes fluidos, que ellos llamaban sangre, bilis negra, bilis amarilla y flema.
En definitiva, que estamos ante unas pinturas que además de arte, son una representación de la cultura de la época medieval en Italia, y en Europa.
Bibliografía: https://arte.laguia2000.com
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