Gaspar Homar i Mezquida (1870-1953), fue un ebanista, decorador y anticuario, considerado uno de los representantes más auténticos del movimiento modernista catalán en el campo de la decoración y la creación de muebles.
Nació en el arrabal Oriente del pequeño pueblo de Buñola. Su familia se dedicaba a la carpintería. Su padre podía trabajar las maderas de construcción, fabricar prensas de aceite o ataúdes, y construyó muebles fieles a la tradición barroca o de influencia inglesa.
Fue uno de los ebanistas más importantes de la época modernista, con una importante y creativa carrera que se inició en 1884 y terminó al principio de los años 30.
En 1883 la familia se trasladó a Barcelona que se estaba preparando para la Exposición Universal de 1888.
La industria hacía de Barcelona una ciudad próspera y a lo largo del siglo llegaron a la ciudad un montón de aprendices procedentes del campo. Los Homar eran de estos numerosos obradores del oficio de la madera integrándose en talleres grandes o pequeños. Es en este contexto marcando el preludio de la base de infraestructuras técnicas necesarias para la consecución del nuevo estilo finisecular, el Art Nouveau - que Pere y Gaspar Homar entraron en el taller de Fransesc Vidal.
Otra de las especialidades de los talleres de Gaspar Homar era la realización de mosaicos. En los inicios, los operarios de su taller tuvieron que improvisar con la técnica pero rápidamente lograron resultados satisfactorios. Su especialidad era el mosaico de pequeñas teselas cerámicas, obtenidas limando trozos de ladrillo.
Los dibujos de las figuras eran de Josep Pey, e incidentalmente de Pau Roig, y a menudo repetían los mismos diseños de las marqueterías; los que eran exclusivamente decorativos eran del mismo Homar. Inicialmente los rostros y las carnaciones eran realizados con mosaico veneciano con esmaltes vítreos, pero más tarde, por influencias orientales, concibió la idea de hacerlas aparecer en bajorrelieve. Para esta tarea encontró un colaborador en el ceramista Antoni Serra, quien se encargó de moldear y cocer en bajo relieve de porcelana, los rostros, las manos y los pies de las figuras musas. Estas figuras se producen con moldes a partir de modelos de yeso, facilitados por el escultor versátil Joan Carreras.
La marquetería es uno de los elementos que diferenciaron Gaspar Homar de los demás ebanistas. Su uso concede más refinamiento y distinción a los muebles, acoplando varios tipos de maderas para obtener los tonos apropiados sin tener que hacer uso de los tintes de anilina.
Emil Orlik fue quien introdujo esta técnica en Europa, tras aprender el procedimiento durante una estancia en Japón. Inicialmente, Homar intentó imitar este procedimiento con maderas teñidas y fue a partir de 1896 que decidió utilizar sólo materiales de color original.
Para las carnaciones en bajorrelieve, Homar empleaba la madera de holly, de un blanco permanente que no oscurece como el sicómoro. Inicialmente hizo algunas pruebas, siguiendo con metal los perfiles de los elementos florales, como si se tratara de una obra en esmalte. El brillo metálico aumentó el gusto oriental de las estilizaciones vegetales.
Para apreciar el trabajo artístico de Gaspar Homar, uno tiene que visitar el museo MNAC en Barcelona o bien visitar la Casa Návas en Reus, uno de los pocos interiores realizados por Homar que todavía queda intacto.
Bibliografía : https://infomadera.net
No hay comentarios:
Publicar un comentario