viernes, 23 de abril de 2021

Niccolò dell'Arca

El italiano Niccolò dell'Arca (1435-1494), fue figura influyente en Escultura renacentista italiana , el lugar de su  nacimiento no es seguro. Pudo haber nacido en Apulia o Bari, aunque algunos historiadores del arte sugieren que podría haber sido de origen eslavo.


Otros historiadores creen que trabajó con el escultor catalán Guillem Sagrera en Nápoles en el arco triunfal del Castel Nuovo; mientras que otros sostienen que viajó a Francia y Siena, donde pudo haber sido influenciado por las obras de Donatello (1386-1466) y Jacopo della Quercia (c.1374-1438).



El primer registro que tenemos de Niccolo dell’Arca aparece en 1462, donde se lo describe como un "maestro de las figuras de terracota". Este comentario probablemente se refiere a su trabajo en la iglesia de Santa Maria della Vita en Bolonia. 



Este es un conjunto de seis figuras de terracota pintadas de tamaño natural que están de pie alrededor del cuerpo de Cristo, lamentando su muerte. Las figuras están talladas en posturas dramáticas, sus rostros grabados con expresiones de dolor y tormento. Es una obra de arte altamente realista, que habría sido un crédito para cualquier escultor expresionista del siglo XX.


Este grupo de seis figuras de pie de tamaño natural se instaló en la iglesia de Santa Maria della Vita en Bolonia. El tratamiento de las cortinas de Niccolo dell’Arca, tomado de escultores griegos clásicos, es especialmente dramático aquí, con las túnicas de las mujeres en duelo volando detrás de ellos. El tamaño de las figuras alrededor del de Cristo, junto con su realismo y sus estados angustiados habrían hecho de esta instalación una vista deslumbrante para los amates del arte.


Fue el uso de terracota, a diferencia del mármol o el bronce, lo que permitió al artista crear obras más expresivas. 

El siglo XV se caracteriza por una extensa literatura sobre el rango social que debe cubrir a los diferentes artistas, ya sean arquitectos, pintores o escultores. En la Edad Media, de hecho, la escultura y la pintura se consideraban simples “artes mecánicas” subordinadas a la arquitectura. Ningún escultor alguna vez utilizó, salvo excepciones, para firmar o firmar sus obras.



Con el humanismo, un concepto de artista comenzó a desarrollarse como una figura intelectual, que no ejerce un arte meramente “mecánico”, sino un “arte liberal”, basado en las matemáticas, la geometría, el conocimiento histórico, la literatura y la filosofía.



En este proceso de valorar lo natural, el cuerpo humano se benefició especialmente. Esta aversión al cuerpo había sido una nota omnipresente en la cultura religiosa anterior, y la representación del hombre había prevalecido a través de una estilización que minimizaba su carnalidad, pero ahora el esquematismo simbólico del gótico y del gótico primitivo alcanza en un corto espacio de tiempo un naturalismo que no se ha visto desde el arte greco-romano. 


La misma figura del Cristo, anteriormente representado principalmente como Juez, Rey y Dios, se humanizó, y la adoración de su humanidad llegó a ser considerada como el primer paso para conocer el verdadero amor divino. La conquista del naturalismo fue uno de los más fundamentales de todos los góticos, posibilitando siglos más tarde los avances aún más notables del Renacimiento en relación con el mimo artístico y la dignificación del hombre en su belleza ideal.






Bibliografía: https://es.gallerix.ru


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