La iglesia de San Pablo es uno de los edificios más representativos de la ciudad de Valladolid _ España). Se encuentra en la plaza de San Pablo, lugar donde se hallan también el palacio Real y el palacio de Pimentel, los llamados sitios reales en siglos pasados. Se encuentra adosada al colegio de San Gregorio y próxima al resto de sedes del Museo Nacional de Escultura. Fue construida entre 1445 y 1616 y pertenece a la orden de los dominicos.
La fachada de la iglesia de San Pablo es un “retablo de piedra al aire libre”, como ha sido definida la fachada, sirve como emblema de una larga historia de la presencia de los dominicos en Valladolid.
Desde 1276, cuando comienza su andadura hasta hoy, salvada la obligada ausencia de los frailes predicadores, debida a la desamortización y exclaustración desde 1835 hasta 1893. En esta última fecha, los frailes dominicos retornan a la iglesia, aunque sin poder disponer del convento por haber sido destruido.
La fachada desde hace quinientos años es testigo y paso obligado al interior del templo de numerosísimos visitantes asiduos y esporádicos, de curiosos y piadosos, de grandes y pequeños, de notable y de gente común. No en vano, en esta iglesia recibieron sepultura personas de alta alcurnia: el infante don Alfonso, hijo de Sancho IV y María de Molina, el rey Juan II hasta su traslado a la Cartuja de Miraflores (Burgos), la reina María de Portugal, esposa de Felipe II.
En este templo fueron bautizados los reyes Felipe II, Felipe IV y la hija de Felipe III, doña Ana Mauricia, además de convertirse en escenario de grandes asambleas y capítulos de Órdenes Militares, de Cortes del Reino.
La estructura de la fachada está formada por tres cuerpos. El bajo, terminado en la imposta que corre sobre el gran rosetón central, desde donde parte el segundo cuerpo, hasta el frontón triangular, tercer cuerpo y remate de la fachada. Debidamente documentada la intervención del escultor burgalés Simón de Colonia, así como el abono de la obra que todavía no estaba concluida cuando muere su mecenas el dominico Fray Alonso de Burgos, según reclama aquél ante los testamentarios.
Simón de Colonia, aunque no está constatado históricamente, nace probablemente en Burgos en 1450 y fallece también en Burgos en 1511.
De clara influencia arquitectónica germana y por lo tanto gótica, su padre Juan que nació en Colonia (Alemania) fue quién más participó activamente en la dirección constructiva de la catedral de Burgos; introduciendo en Castilla el gótico flamigero, cuyo máximo exponente eran las agujas que remataban las torres de la catedral y que fueron destruidas en 1539.
Fray Alonso está representado en el tímpano del cuerpo en la escena de la Coronación de la Virgen María. Tal motivo encaja plenamente con la iconografía y devociones marianas que la orden dominicana siempre tuvo especial afán de propagar.
Quien fuera sucesivamente fraile, prior del convento de San Pablo, confesor de la reina Isabel la Católica, obispo de Palencia, quiso perpetuar su memoria. Así, el obispo fray Alonso de Burgos arrodillado y revestido con los atributos pontificales, capa pluvial decorada con lises, mitra y báculo, convirtiéndose en testigo excepcional de la ceremonia.
Simón de Colonia evoluciona en el estudio y se adapta a las nuevas tendencias de su tiempo, convirtiéndose en su última época en uno de los mejores exponentes del estilo Isabelino. A él corresponden las fachadas del colegio de San Gregorio y de la iglesia de San Pablo en Valladolid.
Siguiendo la tradición familiar que comenzara en la lejana ciudad alemana de Colonia, en Burgos le sucede su hijo también arquitecto y escultor Francisco de Colonia.
Por último, la fachada se remata con un frontón triangular. Sobre un fondo de escamas hay un escudo de los Reyes Católicos, que corona toda la portada. El frontón presenta una idéntica unidad estilística con el cuerpo bajo de la misma forma, corresponde también a la obra de Simón de Colonia, pero en cambio, la decoración que le envuelve no es gótica sino renacentista.
Un dato curiso es La Anunciación de Fra Angelico (un retablo realizado por el pintor toscano del Renacimiento Fra Angelico, sobrenombre de Guido di Pietro da Mugello (1400-1455). Está realizado en oro y temple sobre tabla, y fue pintado hacia 1426. Consta de una escena principal, con el tema de la Anunciación a la Virgen María, y de una predela o banco con cinco pequeñas escenas más. El conjunto mide 194 x 194 cm de alto), que se conservó en San Pablo antes de pasar al Monasterio de las Descalzas Reales de Madrid y finalmente al Museo del Prado.
La Anunciación de Fra Angelico en el Museo del prado |
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