jueves, 15 de marzo de 2018

James Tissot

Retrato del marqués y de la marquesa de Miramon y de sus hijos, obra de James Tissot. Fue realizada del año 1865 y con unas dimensiones de 177 x 217 cm. Se encuentra en el Musée d'Orsay en París _ Francia.


En la terraza del castillo de la familia, el marqués de Miramon posa junto con su esposa Thérèse y sus dos primeros hijos. Tissot domina aquí con elegancia las reglas del retrato mundano y su composición aparece como la más compleja que hubiese concebido hasta la fecha.


Tissot nació el 15 de octubre de 1836 en Nantes _ FranciaSe trasladó a Londres en el año 1871 y expuso con frecuencia en la Royal Academy. Sus primeras obras son de temática romántica y medieval, durante las décadas de 1860 y 1870 pinta a la alta sociedad como por ejemplo en "Baile a bordo".


Se interesó por el arte oriental y desde últimos de la década de 1870 fabrica objetos con decoración cloisonné (El esmalte alveolado o cloisonné es una antigua técnica para decoración de objetos metálicos, en siglos recientes mediante el uso de esmalte vidriado, y en períodos antiguos mediante el uso también de incrustaciones de piedras preciosas, vidrio, y otros materiales. Los objetos tratados con esta técnica a veces son denominados cloisonné).

La elección de un marco natural, poco frecuente en la historia del retrato francés, remite a la tradición inglesa del retrato aristocrático situado en el campo. Animan la escena, la distensión de la pose del marqués, la pierna plegada y la mirada de lado del niño – señas de la impaciencia infantil que parecen citar aquellas de la joven Giulia de La familia Bellelli de Degas, el perro bonachón o el incongruente y sofisticado bodegón de la derecha.


Desde 1859, Tissot había elegido reivindicar su anglofilia (admiración por el pueblo inglés o su cultura), adoptando el nombre de James, y este cuadro, perfectamente en fase con la disposición de sus modelos, constituye una de las primeras expresiones artísticas de esta pasión.


Además, la bella nota otoñal de la obra debe sin duda mucho a los británicos Dante Gabriel Rossetti y John Everett Millais, con quienes Tissot se relacionaba en Londres. Sigue sin embargo fiel a la lección de Ingres, en particular en los irisados de las telas que demuestra las delicadezas de un determinado oficio y expresa el recuerdo del comercio familiar de paños y sombreros. 


El Retrato del marqués y de la marquesa de Miramon y de sus hijos aparece pues como un ejemplo capital del brillante arte, de Tissot en los años 1860, y afirma la importancia de un artista particularmente refractario a las categorías establecidas.


En la década de 1880 tuvo una gran demanda como retratista, y realizó también la serie de pinturas Mujer en París, expuestas en esta ciudad en 1885 y en las que representa los diferentes modos de vida de las mujeres parisienses. En contraste con estas imágenes mundanas, desde mediados de la década de 1880, Tissot pintó un gran número de cuadros y gouaches de temática religiosa, y alcanzó con ellos gran renombre tanto en Europa como en Estados Unidos. Pese a su éxito, Tissot no destacó por sus innovaciones estilísticas. Su importancia reside en el carácter actual que supo inculcar a sus temas y en la facilidad con que se adaptó a modas contemporáneas, como el orientalismo como acabo de mencionar.












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