"La Condesa de Chesterfield Lucy, la condesa Huntingdon", obra de Anton van Dyck. Fue realizada entre los años 1636 a 1640 y con unas dimensiones de 150.5 x 130.2 cm. Se encuentra en Yale Center for British Art en la Universidad Yale, en New Haven, Connecticut _ Estados Unidos.
Anton van Dyck (1599-1641) fue un pintor flamenco especialmente dedicado a la elaboración de retratos. Dado que alcanzó gran fama internacional, llegó a ser el primer pintor de corte en Inglaterra tras una larga estancia en Italia.
Self-portrait. London, National Portrait Gallery |
Es universalmente conocido por sus retratos de la nobleza genovesa y de Carlos I, rey de Inglaterra, de los miembros de su familia y de su corte. Con su método de pintura de una elegancia relajada, influyó en los retratistas ingleses, como Peter Lely. Además de retratos, por los cuales fue bastante apreciado, se ocupó también de temas bíblicos y mitológicos, introduciendo algunas notables innovaciones pictóricas.
La vida de van Dyck es, por varios motivos, comparable a la de Rafael: ambos murieron jóvenes. Según algunas fuentes, fue admirador y alumno de Rubens, pero también un asistente y un amigo. Otras fuentes en cambio muestran a Van Dyck como admirador sincero de Rubens en su juventud, que identificaba como un modelo para sus pinturas, pero que con el pasar del tiempo había llegado a ser una presencia demasiado fuerte en la pequeña realidad de Flandes, tanto que le obligó a buscar fortuna primero en Inglaterra y luego en Italia.
Para crear una sensación de mayor profundidad, el artista forma un paisaje al fondo. Utiliza una combinación de colores que le permiten realizar una superficie de mucha textura, profundidad y movimiento de los personajes. Podemos observar que utiliza diferentes tonalidades en blanco con una maestría absoluta.
Van Dyck juega con un lenguaje artístico que imitan todos los pintores de su entorno, caracterizado por las formas poderosas y monumentales, la disposición rítmica de estas formas sobre las superficies pictóricas y la fortaleza de expresión de los personajes.
Brilla con luz propia su poderosa personalidad. De lo sutil de la diferencia, de la capacidad del artista para envolver en un idioma recientemente creado por su propia sensibilidad.
Niño prodigio, fundó su propio taller a los 16 años. Pasó seis años en Italia, donde se le consideraba heredero natural de Rubens, pero fue precisamente en ese periodo cuando encontró su estilo propio, más refinado y psicológico. Pintor en las cortes más sofisticadas de Europa, Carlos I de Inglaterra lo convirtió en su retratista oficial.
Self-portrait with a sunflower. Private collection
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Para terminar en el “Autorretrato con un girasol" juega con la teatralidad y destreza con la que hace uso del lenguaje simbólico con un girasol", pintado también en Londres. El pintor da forma a la idea que pretende expresar mediante la disposición de los distintos elementos que componen el cuadro: la relación del pintor con el girasol al que señala con una mano, y la forma en la que muestra con la otra mano la cadena de oro que cuelga de su cuello. Aunque es evidente que el pintor intenta transmitir algún mensaje, su lectura es difícil, como sucede a menudo con imágenes de las que nos separan varios siglos.
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