El castillo de Heidelberg de origen medieval está parcialmente en ruinas, uno de los monumentos más famosos de Europa, se encuentra Heidelberg _ Alemania. Las edificaciones del palacio figuran entre las más importantes estructuras renacentistas al norte de los Alpes.
Su historia, su arquitectura y un emplazamiento único en la parte alta de la ciudad han convertido el imponente castillo en uno de los monumentos conmemorativos más famosos del mundo. Sobre el terreno de una fortaleza medieval, se alzan aún hoy, muy por encima de las estrechas callejuelas y del pintoresco laberinto de tejados del casco antiguo de la ciudad, las majestuosas ruinas del castillo, únicas e increíblemente hermosas.
La edificación más antigua data del siglo Xlll y más tarde fue ampliada a dos castillos hacia 1294. En el año 1537, un rayo destruyó el castillo superior. Las edificaciones actuales habían sido ampliadas en 1650, antes de los daños causados por guerras e incendios posteriores. En 1764, otro rayo destruyó algunas de las secciones reconstruidas.
Durante cinco siglos residieron en él los príncipes electores del Palatinado pertenecientes a la casa Wittelsbach. El edificio más antiguo todavía visible es el ala Ruprecht, con su magnífica chimenea renacentista. El edificio mejor conservado es el ala Friedrich, cuya fachada con estatuas de los electores es una galería de retratos ancestral.
En el lado este se halla la joya del castillo, mandado construir por el príncipe elector Otón Enrique, entre los años 1556 a 1559. Es la obra maestra del renacimiento alemán, exuberante de ornamentación, debida al flamenco Alexander Colin de Malinas.
En el castillo se ha instalado el Deutsches Apotheken Museum, un Museo de Farmacia con valiosos muebles del siglo XVIII, una colección de antiguas recetas y alberga un laboratorio de alquimia. La torre Pólvora, del siglo XIV, fue erigida durante el reinado del elector Ruperto y formaba parte de las las defensas del castillo.
A principios del siglo XIX, el castillo era un edificio en estado ruinoso. Incluso antes del año 1800, los artistas venían a ver el río, las colinas y las ruinas del palacio como un conjunto ideal. Las mejores representaciones son las del inglés J. M. W. Turner, quien estuvo varias veces en Heidelberg entre 18137 y 1874, y pintó repetidamente Heidelberg y el palacio.
Visión romántica del palacio, por J. M. W. Turner. |
Un esplendor que perdería tras la Guerra de los Treinta Años y la guerra de 1689 contra Francia, durante las cuales fue destruido casi por completo. Sin embargo, todo lo que queda se impone por su grandiosidad y belleza.
Bibliografía : https://serviajero.blogspot.com.es
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