La Célebre "Procesión de la Madonna de Cimabue" obra de Frederic Leighton, fue realizada entre los años 1853 a 1855 y con unas dimensiones de 2,37 x 5,23 cm. Actualmente se encuentra en The National Gallery de Londres _ Inglaterra.
Estamos ante una obra que es muy del gusto de la época victoriana en Inglaterra. E incluso se da la casualidad de que cuando el cuadro se exhibió fue la propia reina Victoriala que la adquirió, razón por la cual pasó a formar parte de la colección real y de ahí, a la National Gallery de Londres donde se conserva en la actualidad.
La escena del cuadro de Frederic Leighton es una procesión del retablo de LaMadonna Rucellai, de colores brillantes y de un grupo muy importante que acompañan a dicho retablo en las calles de Florencia.
La Madonna Rucellai es una pintura sobre tabla del pintor italiano medieval tardío Duccio di Buoninsegna de Siena. Originalmente pintado para la Societa di Santa Maria Virginis de la iglesia de Iglesia de Santa María Novella, la pintura ahora reside en la Galería Uffizi de Florencia.
En el cuadro de Leighton observamos en la zona central del mismo a la Madonna de Cimabue llevada en procesión por las calles de Florencia. Dicha Madonna viene representada en cuadro que viene continuación.
La escena está basada en una historia de las 'vidas de los artistas' que Giorgio Vasari escribió de un retablo que fue encargado en el año 1285. Aunque Vasari atribuyó el panel a Cenni di Pepo Cimabue, actualmente queda constancia de que es de Duccio di Buoninsegna, como acabo de mencionar, quien fue probablemente el artista más influyente de su tiempo en Siena, Italia. Dicha constancia ha quedado acreditada a través de documentos de un contrato.
Según Vasari, el personaje del centro del cuadro que lleva un traje blanco y una corona de laurel es Cimabue y lleva su alumno Giotto de la mano. En el extremo derecho de la obra se encuentra Dante, apoyado contra un recortado, de espaldas al espectador.
En el cuadro de la procesión florentina también están presentes otros grandes maestros del Trecento y comienzos del Quattrocento como el escultor Nicola Pisano, el arquitecto y escultor Arnolfo di Cambio.
Fue una obra que de hecho pintó durante su estancia en la ciudad de Florencia, donde estudió en la Academia de las Artes. Un periodo vital en su formación, si bien luego también pasó una temporada en París donde conoció a pintores de varias generaciones como Dominique Ingrés, Eugene Delacroix, Camille Corot o Jean François Millet.
Pero volviendo a la obra que aquí nos ocupa, la huella del arte italiano es indudable, y a algunos de sus artistas les dedicó sus obras como esta en la que evoca la Virgen en Majestad del maestro Cimabue, y otro lienzo en el que rinde homenaje a uno de sus artistas más admirados: La muerte de Brunelleschi.
No obstante, este artista, que también fue Lord, es más académico. Y lo cierto es que su pasión por el arte clásico le llevó a viajar a Italia, así como también a Francia. Pero esa formación la utilizó para lograr una factura y estilo de carácter muy personal, y que con el tiempo le valió para ser integrante de la Royal Academy, donde incluso alcanzó la presidencia de esa institución.
Leighton (1830 – 1896) es un producto típico de la época victoriana. Un momento en el que gustaban mucho este tipo de obras de carácter antiguo, en las que abundaban o bien las temáticas mitológicas o las escenas de carácter italianizante. No hay que olvidar que dentro de este tiempo también surgió en Inglaterra el movimiento de los Prerrafaelista, con los que alguna vez se ha vinculado a Si bien, Leighton también trabajó la vertiente de aires orientales tan del gusto de la época, y de ahí algunas obras en las que se funden todas estas influencias.
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