jueves, 14 de enero de 2016

La señora Carl Meyer y sus hijos, por el gran John Singer Sargent


La señora Carl Meyer y sus hijos, obra de John Singer Sargent, de 1896 con unos dimensiones de 201.4 cm x 134 cm en Tate Britain, Londres _ Inglaterra


Sargent empezó y acabó su carrera con la acuarela, pintando entre medias una prodigiosa cantidad de retratos, pinturas de salón, mugs (retratos a carboncillo) y murales.

Su madre, una acuarelista aficionada, impulsó desde niño sus afinidades con las artes. Con un libro de apuntes y colores empezó a copiar a los viejos maestros en los museos de Europa, recogiendo los paisajes que iba viendo a lo largo de sus viajes con sus padres.




Con la llegada de la familia a París en 1874, Sargent comenzó su formación artística formal, incorporándose a la academia de un pintor retratista de moda en aquel entonces, Carolus-Duran. Dominador de la pintura sobre lienzo, este maestro promovía una técnica con la cual los alumnos atacaban el lienzo directamente con pintura. 

Sargent continuó recogiendo el ambiente en el que se movía. También fue mejorando sus habilidades como retratista, un género en el que destacaría, catapultándole a las cimas de su carrera.




La señora Carl Meyer es un típico ejemplo de este periodo en el que alcanzó su máximo prestigio. 

La retratada se sienta lánguidamente en un elegante sillón, levanta una de sus cejas, y mira al observador con un ligero gesto de insolencia. Su vestido blanco con satén rosa pastel está pintado con un torbellino de pinceladas y la cinta negra, que rodea su cintura, cae diagonalmente hacia la izquierda de una forma magistral. Sargent comprendía y empleaba el método académico, dibujando y haciendo estudios de tonos para preparar un gran lienzo.







El pintor solía necesitar entre ocho y diez posados para realizar un retrato como éste. Cuando le resultaba posible, visitaba a sus clientes en sus propias casas, examinando el lugar donde el retrato iba a ser colgado, seleccionando personalmente el vestuario y los accesorios para el retrato.





1 comentario:

  1. Fantástico. Me encantan sus retratos.En algunos de ellos la mirada de la protagonista lo dice todo.

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