lunes, 25 de enero de 2016

El Palais des Beaux-Arts de Lille (Palacio de Bellas Artes de Lille) es uno de los más grandes museos de Francia, y el museo más grande de Francia fuera de París.

Fue uno de los primeros museos construidos en Francia, establecido por orden de Napoleón I a principio del siglo XIX como resultado de la popularización del arte. El Decreto Chaptal de 1801 seleccionaba quince ciudades francesas (entre ellas Lille) para recibir las obras incautadas de las iglesias y de los territorios ocupados por los ejércitos de la Francia revolucionaria.


En este espectacular museo se pueden ver grandes obras desde la Edad Media, pasando por el Renacimiento hasta el siglo XX, una colección que es la segunda más importante tras la que tiene el Louvre, gracias a una gran cantidad de pinturas, esculturas, dibujos y planos en relieve.


El museo abrió sus puertas en 1809 y se instaló inicialmente en una iglesia confiscada a los Recoletos, antes de ser transferido al Ayuntamiento de la ciudad. En1866 el Museo Wicar (formado por la colección de Jean-Baptiste Wicar) fue fusionado en el Palais des Beaux-Arts.


La construcción del actual palacio de estilo Belle Époque comenzó en 1885 bajo la dirección de Géry Legrand, alcalde de Lille, y se completó en 1892. Los arquitectos elegidos para diseñar el nuevo edificio fueron Bérard y Delmas de París. El edificio está situado en la plaza de la República, en el centro de la ciudad, frente a la prefectura de Lille. Fue renovado en la década de 1990 y reabierto en 1997.


En total, el museo ocupa 22.000 m² y cuenta con la segunda mayor colección de Francia después del Louvre. Entre sus esculturas, pinturas, dibujos, cerámicas y demás piezas de arte se incluyen obras de Rafael, Donatello, Van Dyck, Tissot, Jordaens, Rembrandt, Goya, El Greco, David, Corot, Courbet, Toulouse-Lautrec, Delacroix, Rubens,Rodin, Claudel y Jean Simeón Chardin.


En este espectacular museo también se pueden ver grandes obras desde la Edad Media, pasando por el Renacimiento hasta el siglo XX, una colección que es la segunda más importante tras la que tiene el Louvre, gracias a una gran cantidad de pinturas, esculturas, óleos, dibujos y planos en relieve.


A comienzo de la década de 1990 el edificio se hallaba en pobre estado. Además, debía albergar una valiosa colección de planos en relieve de ciudades fortificadas, elaborados en los siglos XVII y XVIII y procedentes de la ciudad de Vauban. Ambas razones obligaron a una importante renovación: los trabajos comenzaron en 1991, según el proyecto de los arquitectos Jean-Marc Ibos y Myrto Vitart, y se terminaron en 1997. Esto permitió la creación de una nueva sala de 700 m² en el sótano para exposiciones temporales, así como los departamentos para los planos en relieve y para la escultura del siglo XIX.






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