"Las Musas", obra de Maurice Denis, de 1893, con unas dimensiones de 171,5 x 137,5 cm. Está en el museo de Orsay, Paris _ Francia
Maurice Denis, hombre polifacético, pues fue pintor frances, grabador, decorador y teórico del arte. Perteneciente al grupo de artistas conocidos como los nabis (en hebreo, profetas), del que fue el propagandista más importante. Además, Denis se convirtió en un gran seguidor de la obra de Paul Gauguin.
Este grupo, disuelto definitivamente en 1900, estaba influenciado por la fuerte personalidad pictórica de Gauguin, que fue el maestro y modelo a seguir: lo consideraban el mayor de los pintores. De igual manera, buscaban una pintura primitiva y simbólica inspirada en el uso expresivo del color.
En este lienzo, el artista configura el espacio con la imagen de un bosque sumamente estilizado. Un tipo de representación que aparece en otras dos obras suyas, "La lucha de Jacob con el ángel", de la colección Joséfowitz, y "Las hojas de Kerduel", del Musée d'Orsay, pintadas también en el mismo año.
"Las Musas", obra de Maurice Denis |
Bajo los rasgos de mujeres con ropa contemporánea, Maurice Denis actualiza el tema procedente de la mitología clásica, aquel de las musas inspiradoras de las artes y las ciencias. Pero lo transforma rotundamente. Las musas carecen de los atributos tradicionales que permiten identificarlas.
El juego gráfico de las líneas y de los entrelazos está intensificado por los colores otoñales e irreales, aplicados en llano y silueteados. El espacio, sin profundidad, es el de un "bosque sagrado", teatro de una revelación y de una misteriosa comunicación de los personajes con la naturaleza y con potencias supranaturales. Una enigmática décima musa en el plano de fondo (cuando tan sólo son nueve tradicionalmente), con el brazo levantado hacia la claridad del cielo, acude para convencernos.
Marthe, la mujer de Maurice Denis |
Reconocemos, en el grupo de tres mujeres sentadas en el primer plano, la figura de Marthe, con quien el pintor se casó, en junio de 1893 y que inspirará su arte hasta su muerte. Siguiendo un proceso muy preciado por el artista, está representada dos veces: de perfil en rojo y de espaldas, en la silla.
Maurice Denis ha situado la escena en la terraza de Saint-Germain-en-Laye, ciudad donde residió toda su vida. Los castaños centenarios sintonizan la composición y le proporcionan su potencia decorativa. La escansión de los troncos de árboles es el pretexto para juegos de líneas verticales que contrastan con las curvas y los arabescos ornamentales de las ramas, de las hojas que cubren el suelo, de los motivos y de los pliegues de los vestidos.
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