lunes, 2 de marzo de 2015

La Villa Farnesio


De estilo sencillo y elegante, fue construida en 1511 d.C. por el arquitecto Baldasarre Peruzzi. Se alza fuera de la antigua muralla de Roma, donde antaño crecían los huertos y viñedos de Julio Cesar. 
Se cree que Cesar alojó secretamente aquí, en su palacio a orillas del río y desde este palacio huirían Cleopatra y su hijo Cesarión al conocer el asesinato de Cesar.


La Villa Farnesio obra del arquitecto Baldasarre Peruzzi



La fachada que da al río posee una loggia con arcos de medio punto, vanos rectangulares adintelados, pilastras adosadas. La fachada posterior está igualmente compuesta lo único que no tiene entrantes y salientes. La puerta de entrada está marcada por su decoración en los relieves y por las ménsulas.



A la izquierda de imagen El triunfo de Galatea,
obra de Rafael Sanzio 

Su nombre actual se debe a la familia Farnesio, en concreto al cardenal Alejandro, nieto del Papa Pablo III. Este personaje compró la villa en 1580, planeando unirla mediante un pasaje secreto con el Palacio Farnesio, la gran pertenencia familiar. La villa estaba abandonada desde 1520, cuando murió su principal artífice, Agostino Chigi, importante banquero sienés que encargó a Baldassare Peruzzi su construcción. La casa fue rápidamente imitada, siendo la primera de sus características a las afueras de Roma.

Loggia di Psichefresco de Rafael y sus alumnos


La villa es un perfecto ejemplo de las primeras obras renacentistas. Se compone de un bloque central del que arrancan dos alas menores a ambos lados, formando así una especie de U. Las fachadas son de color anaranjado, sencillas y armoniosas. En la fachada delantera se encuentra la logia de Cupido y Psique que da acceso al palacete que fue decorado por el mismísimo Rafael.

La decoración se llevó a cabo entre 1510 y 1519. Destacan sin duda los frescos que se extienden por fachadas y muros. El mismo Peruzzi realizó algunos de ellos. Otros artistas que participaron fueron Sebastiano del Piombo, y sus discípulos 


Detalle de los frescos de La Villa Farnesio 

En ésta aflora la leyenda: cuenta con diez lunetas (espacios semicirculares) en la parte alta de los muros; ocho lucen pinturas de Sebastiano del Piombo, mientras que una novena ostenta una enorme cabeza en grisalla, dibujada con potentes trazos que denotan gran conocimiento anatómico. 


Luneta de una enorme cabeza en grisalla
obra de 
Miguel Ángel Buonarroti

Según la tradición pertenece a Miguel Ángel Buonarroti, el cual, deseoso por ver lo que Rafael estaba realizando, se coló un buen día haciéndose pasar por un vendedor ambulante. Admirado ante el trabajo del rival, cogió un pedazo de carbón y ejecutó en pocos minutos la cabeza. Cuando Rafael la vio, entendió que solo podía ser obra del florentino y, a pesar de su enfado, pidió que nadie la tocara o borrase. Otras hipótesis sitúan a Peruzzi como autor del boceto.


Mercurio y PsiqueFrancesco Penni Giovann

La Villa Farnesina es una importante muestra del lujo y la opulencia que reinaba entre la sociedad italiana durante el periodo del Renacimiento. Aunque el edificio no tiene un gran tamaño ni resulta llamativo exteriormente, la importancia de la visita radica en los frescos que recubren sus techos y paredes decorando el interior de la villa


Matrimonio de Alejandro y Rosana,obra de Giovanni Antonio Bazzi

Los frescos ilustran los mitos clásicos y destacan los del vestíbulo principal, llamado Sala de Galatea por mostrar a esta ninfa en una de las obras más célebres de Rafael. Esta sala se completa con las pinturas de astrología de la bóveda que muestran la posición de las estrella en el momento del nacimiento de su primer propietario Chigi.
Los frescos evidencian el refinado gusto de la élite romana del momento: amaban tanto el clasicismo como el arcaísmo griego, sobre todo el estilo severo.


Detalle del interior de La Villa Farnesina








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