Las Misiones Católicas Franciscanas de Tánger fue un proyecto no realizado del arquitecto modernista Antoni Gaudí (1852-1926), en el que estuvo trabajando entre 1892 y 1893. Consistía en un conjunto compuesto por iglesia, convento, hospital y escuela, para la Orden Franciscana en la ciudad de Tánger en Marruecos.
Por aquel entonces una colonia española. La iniciativa partió del prefecto de la misión, el padre José María Lerchundi, para lo que contó con la colaboración de los marqueses de Comillas, Claudio López Bru y María Luisa Andrés Fernández-Gayón y Barrié, aunque finalmente el proyecto no se llevó a cabo, debido a motivos políticos y económicos.
Según parece, Gaudí efectuó un viaje a Tánger (tras recalar en Cádiz y Málaga) para examinar el terreno del proyecto para las Misiones. Sin embargo, no está fehacientemente documentada la fecha exacta de ese viaje: según Josep Maria de Dalmases, nieto del fundador de la Sagrada Familia (en un escrito de 1927), Gaudí estuvo en Tánger en 1887, tras visitar la Exposición Naval celebrada ese año en Cádiz, cuyo pabellón de la Compañía Trasatlántica fue trasladado posteriormente a Barcelona para la Exposición Universal de 1888, proyecto del que se encargó Gaudí; pero aunque este viaje se hubiese realizado, es poco probable que fuese por el proyecto de las Misiones, que fue encomendado a Gaudí en 1891.
Sobre las causas de la no realización del proyecto también existen numerosas dudas: el proyecto fue aprobado por la Congregación Capitular de Tánger el 17 de octubre de 1893, pero quedó pendiente de la aprobación por parte de la Santa Sede, especialmente por unas reservas formuladas por la «grandeza y suntuosidad» del proyecto, no afín a la austeridad propia de la orden franciscana.
Pero lo más probable fue la agitada situación política en Marruecos: en 1893 hubo una insurrección en Melilla (Guerra de Margallo) para evitar la fortificación de las Cábilas, que terminó con un acuerdo entre España y Marruecos firmado el 5 de marzo de 1894. Esta agitación política conllevó además una crisis económica que hizo especial mella en los negocios del marqués de Comillas, ya que Tabacos de Filipinas y la Compañía Trasatlántica estuvieron al borde de la quiebra.
Gaudí lamentó profundamente la no realización del proyecto, y guardó siempre consigo el boceto que había diseñado del conjunto, que tenía colgado en su taller de la Sagrada Familia y que enseñaba siempre a los visitantes. El original de este boceto fue quemado con otros documentos de Gaudí durante la Guerra Civil, pero el diseño del arquitecto sobrevivió en varias fotografías tomadas anteriormente.
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