La Casa Coll i Regàs es un edificio modernista, obra de Josep Puig i Cadafalch, un arquitecto municipal de Mataró en Cataluña, España. Fue construida entre los años 1892 y 1896. Además de su trabajo como arquitecto municipal, se encargó de la urbanización de numerosas calles y llevó a cabo modificaciones, modernizaciones y expansiones en la red de cloacas, muchas de las cuales se encuentran en perfecto estado de uso y mantenimiento, incluso después de más de cien años.
Durante su tiempo en Mataró, Josep Puig i Cadafalch participó activamente en todas las empresas culturales y artísticas de la ciudad. Contribuyó a la fundación de la biblioteca pública municipal y fue uno de los miembros fundadores de la Asociación Artístico Arqueológica. Además, diseñó el estandarte que la asociación ofreció al monasterio de Ripoll durante su restauración.
Además, se encargó de la instalación del primer Museo de Mataró, el cual se encontraba en los bajos del edificio de la Escuela de Artes y Oficios, que ya no existe en la actualidad.
La autoría de Puig i Cadafalch como el diseñador de la obra siempre ha sido evidente y está confirmada en la monografía "La obra" de Puig i Cadafalch, publicada en 1904 en Barcelona. Este libro recoge la totalidad de las obras del arquitecto desde el comienzo de su carrera hasta el año 1904.
Sobre la puerta, se encuentra la figura de la filosa, la hilandera, que se ha convertido en un símbolo de Mataró debido a su estrecha relación con la industria textil, como se mencionó anteriormente. Además, en las impostas de los arcos, como se puede apreciar en las imágenes, se encuentran diversas representaciones relacionadas con el tejido y la industria textil. En la planta baja, se pueden observar arañas y mariposas junto a capullos, aludiendo a la producción de seda. También se encuentran representados un conejo con un trozo de tela, un gato con un ovillo de lana, una rana lavando un trozo de ropa y un mono vestido de hombre.
Todas estas obras talladas se realizaron en piedra de Montjuïc en el taller de Eusebi Arnau, quien era amigo y colaborador de Puig i Cadafalch.
En la fachada, también se destaca la combinación de esgrafiados y cerámicas vidriadas. Ambas formas de decoración se mantienen consistentes tanto en el interior como en el exterior de la vivienda. Se puede observar cómo la presencia de flores es recurrente, generalmente evocando las del algodón, aunque no exclusivamente
De particular interés son los diseños de dos cruces hechas de azulejos cerámicos vidriados en los que se puede leer un mensaje escrito en letra visigótica, del cual tenemos otro ejemplo en el atrio. En el caso de la fachada, la leyenda reza: "Molt bó es viatjar, millor a casa estar". Que se traduce como "Viajar es bueno, pero estar en casa es mejor". Este mensaje está relacionado con el hecho de que el padre de la familia solía viajar mucho por motivos de negocios, aparentemente.
Efectivamente, la Casa Coll i Regàs es un ejemplo poco conocido de edificio modernista. Por otro lado, las explicaciones de la guía, quien posee un amplio conocimiento tanto de la época como de la corriente artística, nos brindan una visión detallada no solo de la casa y la familia, sino también del contexto histórico de Mataró en el siglo XIX. Esto incluye aspectos como la industrialización, la industria textil y la relación con la famosa casa chocolatera Ametller.
Además, la guía nos recomienda visitar la Casa Ametller, que pertenece a la misma familia, para obtener una comprensión más completa de la época y su legado.
Del mismo modo, es importante destacar que, aunque el modernismo ha logrado reconocimiento internacional gracias a las obras de Gaudí, no debemos pasar por alto la contribución de Puig i Cadafalch. Ejemplos destacados de su obra incluyen la Casa de Les Punxes y la Casa Ametller. Asimismo, Domènech i Montaner también ha dejado construcciones igualmente interesantes, como el Hospital de Sant Pau y el Palau de la Música. Los tres son los principales exponentes de la arquitectura modernista, aunque Gaudí se aleja más del historicismo al que los otros dos son más fieles. En sus obras se aprecian influencias tanto del gótico catalán como del italiano.
Además, dentro de esta corriente artística, no solo encontramos a los tres arquitectos mencionados. Recomiendo encarecidamente explorar las joyas de la casa Masriera, las pinturas de Ramón Casas, Santiago Rusiñol o Marià Fortuny, las esculturas de Miquel Blay o Josep Llimona, y los muebles de Homar Mesquida, entre otros, para aquellos interesados en el modernismo.
Bibliografía ; https://labibliotecadepergamo.com
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