El escultor barcelonés Eusebio Arnau i Mascort (1863 -1933), comenzó sus estudios en la Escuela de Bellas Artes de La Llotja de Barcelona y más tarde en diferentes ciudades europeas como Florencia, Roma, Bruselas y París. A su regreso a España se instaló en Madrid, pero a continuación volvió a su ciudad natal donde organizó su taller.
Arnau es uno de los escultores más representativos del modernismo, siendo alumno de Agapito Vallmitjana y del escultor Josep Gamot. Fue pensionado por la Diputación de Barcelona y viajó a Roma y Florencia. También realizó viajes a París, donde cursa estudios. Su formación se completó en el taller de los arquitectos Lluis Domènech i Montaner y Antonio María Gallissà.
Eusebio Arnau fue un consumado maestro en el arte de la medallística y de la escultura aplicada a la arquitectura, de lo que hay numerosos ejemplos.
En su taller tuvo como discípulo a Pablo Gargallo y a Josep Dunyach entre otros. Junto con el escultor Josep Llimona trabajó en el retablo de la Iglesia basílica de Santa Engracia de Zaragoza.
Sus esculturas aplicadas a la arquitectura como las de la casa Lleó Morera, casa Amatller, Hotel España, Palacio de la Música Catalana y Hospital de San Pablo (todas en Barcelona), lo catalogaron totalmente como escultor destacado del modernismo.
En el primer período de su actividad artística (1880- 1896) realizó obras anecdóticas que requerían argumento y gran observación: son trabajos en los que reproduce fielmente la realidad. A partir de 1891 evoluciona hacia una cierta idealización, e inicia su relación profesional con arquitectos.
El segundo período, que se puede denominar modernista (1897-1911) es el más productivo y representativo del escultor; la influencia de su formación francesa es evidente, muestra gran interés por captar el movimiento y tiende a formas suaves. Lleva el arte decorativo a alto nivel, realizando trabajos complejos que lo aproximan a Rodin y a Meunier.
Hacia 1907 se aprecia cierta ambivalencia en algunas obras de carácter simbólico, uniendo figuras de lenguaje historicista (de retorno al mundo medieval) junto a otras en las que muestra interés por el desnudo femenino expuesto con simplicidad y claridad propias del Noucentisme.
Características que dan paso al tercer período (1912-1933), eminentemente clasicista y marcado por una progresiva simplificación de formas. Fue un gran creador en diferentes ámbitos (escultura de salón, aplicada a la orfebrería, funeraria, decorativa...), destacando considerablemente en el arte de la medalla y de los modelos aplicados a la arquitectura, en los que se inició a partir de 1890. Actividad que representó el inicio de una dilatada e importante trayectoria, caracterizada por la proporcionalidad, elegancia y armonía.
Se relacionó con los arquitectos más prestigiosos del Modernismo, y realizó modelos escultóricos para Josep Azemar Pont, Miguel Bertrán de Quintana, Lluís Domènech i Montaner, Antoni de Falguera i Sivilla, Antoni Maria Gallissà, Josep Puig i Cadafalch, Enric Sagnier Villavecchia y Alexandre Soler i March, entre otros.
Entre los numerosos premios que obtuvo cabe destacar: primera medalla en la sección de Artes Decorativas de la Exposición de Bellas Artes de Madrid (1908); medalla de oro, ofrecida por el Círculo Artístico, en la VI Exposición Internacional de Arte (1911), y tercera medalla en la sección de escultura de la Exposición Nacional de Pintura, Escultura y Arquitectura de Madrid (1912).
Bibliografía : https://sites.google.com/
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