lunes, 9 de julio de 2018

El palacio del Barón de Quadras


El palacio del Barón de Quadras es un edificio modernista. Realizado por el arquitecto Josep Puig i Cadafalch entre los años 1904 y 1906, se encuentra en  la avenida Diagonal de Barcelona _ España. 


Pocos arquitectos tienen una relación tan directa entre su pensamiento y su obra ejecutada como es el caso de Puig i Cadafalch.


Una breve exposición del pensamiento del arquitecto, especialmente en cuanto al valor de la recuperación simbólica de nuestro pasado medieval, que considero contribuirá a entender mejor este edificio y la arquitectura de Puig i Cadafalch en general.


El  Barón de Quadras empresario e industrial originario de la comarca d’Osona, quien le encomendó la reforma de un edificio existente para su residencia barcelonesa. El resultado del encargo es uno de los mejores ejemplos de la arquitectura de Puig i Cadafalch en Barcelona, todo un compendio de su posicionamiento ideológico.



La fachada a la Avenida Diagonal está mucho más elaborada compositivamente y es más rica en detalles decorativos. Estilísticamente evoca el gótico del norte de Europa, tan querido por Puig i Cadafalch, como se manifiesta en la puerta de acceso, con arquivoltas lobuladas, la trabajadísima tribuna de la primera planta, los ventanales neogóticos de la segunda, la galería de arcos carpaneles de la tercera o la composición de la última planta, con mansarda sobre un alero muy volado y cubierta a dos vertientes extraordinariamente inclinada, con gabletes en las ventanas. 




La puerta de acceso es el único elemento que se escapa, pretendidamente, de la composición simétrica que ordena la fachada, lo que habría resultado en exceso clasicista. En cuanto a los detalles decorativos se manifiestan de manera exuberante en la tribuna de la primera planta, en una densidad escultórica propia del plateresco castellano: guirnaldas, escudos, emblemas, capiteles, motivos florales, pináculos, florones de remate, gárgolas y hasta veinte bustos de personajes con aire medieval, sin olvidar al san Jorge que en la esquina de la tribuna mata al dragón en una postura imposible.



Una vez se entra en el edificio lo más fascinante es el patio de luces interior desde donde arranca la caja de escaleras que da acceso a la planta principal, la residencia del barón. La existencia de este patio, más allá de la función higienista de ventilar y iluminar, deriva de la voluntad del arquitecto de recuperar la tipología tradicional de las casas góticas urbanas catalanas, que tan explícitamente se manifiesta en la Casa Macaya, construida unos pocos años antes en el Paseo Sant Joan, de la que doy detalle en el post correspondiente. 




Las paredes del vestíbulo, la escalera y el patio están decorados con barandillas de cerámica de colores, reforzando una pretendida atmósfera arabizante que viene enfatizada por la fuente situada en el centro del patio. La majestuosa escalera, por el contrario, tiene un aire medieval, al igual que los ventanales de la primera planta del vestíbulo de acceso a la vivienda, profusamente decorados en piedra con emblemas del barón y relieves de personajes medievalizantes, similares a los de la fachada principal.




Este gran despliega decorativo es posible gracias a la colaboración de los diversos artesanos y artistas que bajo el paraguas de la arquitectura colaboran con Puig i Cadafalch, tan propia del modernismo. Citemos a los escultores Eusebi Arnau y Alfons Jujol, que se encargaron de la recargada ornamentación; los trabajos de forja en las dos puertas de acceso al edificio, muy elaborados, son de Manuel Ballarín; el mosaico a la romana clásica del pavimento del vestíbulo es de Lluís Brú, y las cerámicas de Mario Maragliano, destacables en los arrimaderos.







En conjunto, un edificio digno de ser conocido. Aunque no sea fácil acceder a las salas nobles de la antigua residencia del barón, hoy sede del Instituto Ramon Llull, consorcio público de la Generalitat de Cataluña y del Ayuntamiento de Barcelona para la promoción internacional de la lengua y la cultura catalanas, no hay dificultad ninguna en visitar el vestíbulo y el sorprendente conjunto que forman el patio y la caja de escaleras. 




Bibliografía : https://laspiedrasdebarcelona.blogspot.com















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