"Alice", obra de Amedeo Modigliani, fue realizado alrededor de 1918 y con unas dimensioens de 39 x h78.5 cm. Actualmente se encuentra en Stgate Musuem Art en Oldenburg, Lower Saxony_ Alemania.
«Quisiera que mi vida sea un torrente fértil que recorra la tierra con alegría. Soy rico, estoy lleno de ideas y sólo necesito trabajar. […] Un burgués me dijo hoy —con la intención de insultarme— que mi cerebro estaba siendo desperdiciado. Me hizo mucho bien. Todos deberíamos realizar un recordatorio como ese cada día.»
Fragmento de una carta a su amigo, el pintor Oscar Ghiglia, 1898
Aunque Modigliani vivió y trabajó en París, y estuvo en contacto con los artistas que protagonizaron los principales movimientos de vanguardia de la época, su obra se desarrolló al margen de todos ellos. Amedeo Modigliani, habitualmente enmarcado en la llamada Escuela de París, creó su propio estilo, caracterizado básicamente por el tratamiento de sus modelos a partir de líneas onduladas y formas planas y alargadas. Mientras sus amigos artistas producían proclamas, manifiestos, programas y definiciones absolutas, él pintó y esculpió fuera de cualquier programa.
Modigliani paseaba por el Museo del Trocadero con su amigo Paul Alexandre, por las galerías, en las que se podía ver obra de Monet, Pissarro, Van Gogh o Cézanne, por el Louvre para ver la pintura del pasado, o por la tienda de Clovis Sagot y la galería de Ambroise Vollard, donde se podía ver obra de Picasso.
La mayor parte de la producción de Modigliani está formada por retratos y estudios de la figura humana, en los que siempre reconocemos como rasgos característicos de su lenguaje los rostros ovalados, el trato suave y delicado de las figuras, las líneas sinuosas y las formas planas y alargadas.
Los retratos, aparentemente simples en su composición y tratamiento, tienen un trasfondo psicológico que no puede pasar desapercibido. Son el reflejo de su entorno, ya que el motivo de estos retratos son sus amigos de Montparnasse, pintores, poetas, marchantes, y también las mujeres que vivían con ellos.
Jeanne Hébuterne |
Son muchas las mujeres que compartieron con Modigliani sus años en París. De sus amantes y modelos más estables, la primera que conocemos es Beatrice Hastings, con la que mantuvo una tormentosa relación en 1915. Beatrice era una mujer culta, con contactos en París, y fue quien le animó a volver a la pintura. Pero el gran amor de Amedeo Modigliani es Jeanne Hébuterne, una joven estudiante de dibujo de la Academie Colarossi, que conoció en una fiesta de disfraces en el Carnaval de 1917.
Entre los años 1916 y 1918 Modigliani realizó una autentica galería de retratos del Montparnasse de la época. Después, durante su estancia en el sur en Cagnes y en Niza, posaron para él personajes anónimos, campesinos y jóvenes trabajadoras que vieron dignificado su trabajo a través de la pintura. Los retratos que realiza a partir de 1918 son los que se identifican plenamente con el lenguaje plástico de Modigliani. En ellos aparecen los rostros ovalados, los cuellos estilizados y exageradamente alargados, los rostros planos, los ojos almendrados y azules que parecen mirarnos desde el lienzo y las bocas cerradas y pequeñas.
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