jueves, 29 de septiembre de 2016

Gustave Caillebotte, pintor y jardinero



Las rosas, Jardín Petit Gennevilliers, obra de Gustave Caillebotte (1848-1894), del año 1886, con unas dimensiones de 90 x 116 cm. Colección particular.

Caillebotte debe su celebridad sobre todo a su visión de los nuevos barrios de París. Su vida y su obra se reparten entre la ciudad y el campo. Es en la finca familiar de Yerres donde descubre la naturaleza y realiza sus primeros estudios al aire libre. 



Más tarde adquiere una propiedad en Petit Gennevilliers, a orillas del Sena y enfrente de Argenteuil, lugar en el que años antes ha trabajado Monet. A partir de 1890 Caillebotte se inspira casi exclusivamente en su propiedad de Petit Gennevilliers, y acomete para el comedor de la casa una amplia decoración a base de motivos florales.


A su muerte, en 1894, el proyecto quedará inacabado. La finca desgraciadamente desaparecerá definitivamente durante los bombardeos de 1944. Mientras tanto, esa idea de unas pinturas de gran formato que sustituyen a los muros y que sumergen al espectador en un desbordante mundo vegetal.

Los gladiolos

Cuando en 1887 se casa su hermano Martial, Gustave le compra su parte de la finca que habían adquirido juntos. y le dice a Monet en una carta "Ya no tengo más domicilio que el de Petit Gennevilliers". A partir de entonces va comprando las parcelas contiguas hasta multiplicar por cuatro la extensión. Allí construye un gran estudio y un invernadero. 

Orquídeas blancas

Instala una bomba de agua y un sistema de riego automático, y reordena por entero el jardín, al que se dedica con mucha energía. Desde entonces sus cuadros se inspiran casi exclusivamente en el jardín y en las flores que cultiva en el invernadero. Las pinturas de Gustave Caillebotte se consideran de un estilo único, muy próximo al impresionista. La temperatura de los colores casi siempre está en el límite entre cálido y frío, normalmente da la sensación de ambiente helado, atravesado por rayos solares.

Los girasoles del jardín Petit Gennevilliers

Sus composiciones muchas veces ofrecen un punto de vista diferente, ya sea por la temática o la perspectiva misma de las figuras. Un ejemplo claro es la primera obra que se presenta en la lista, donde el punto de observación es irreal e intimo a la vez, producto de la imaginación del artista.

Las margaritas 

Sus pinturas de campo en Yerres se enfocaban en los divertidos paseos en barca, en la quietud de los riachuelos, en la pesca, la natación, y en escenas domésticas en torno a la residencia familiar. Frecuentemente, utilizaba una suave técnica impresionista semejante a la de Renoir para expresar la naturaleza tranquila del campo, en contraste con las pinceladas más sobrias y lisas de sus pinturas urbanas. En su cuadro titulado Remero con sombrero (1877), maneja efectivamente la perspectiva y de una forma más realista que la pintura de Manet, Paseo en bote (1874).

Lirios de agua en el estanque

No obstante, Gustave Caillebotte era un hombre muy activo. Estudió derecho y tomó lecciones de pintura. Lo más extraordinario es que enfocaba sus hobbies, de los cuales participaba su hermano Martial, pianista y compositor, con una dedicación y una energía considerables como acabo de mencionar.

Álamos en la presa Argenteuil en Petit Gennevilliers
Como regatista logró un montón de premios, fue haciéndose con barcos cada vez mejores y acabó diseñándolos el mismo. Para ello construyó un pequeño astillero en su nueva posesión en Petite Grenevilliers, junto al Sena. Sus diseños e ideas eran muy avanzados y presididos por una imaginación de lo más sensata. Además de ello, ayudó en la organización y fue vicepresidente del Club de Vela del Sena.

La pared de la huerta, Yerres

Caillebotte hizo todo lo descrito anteriormente y pintó 450 cuadros antes de morir a los 45 años por una congestión cerebral. En sus últimos años Gustave prácticamente se recluyó en sus progresivamente ampliadas posesiones de Petit Gennevilliers y ya todo es centrarse en sus flores, sobre todo orquídeas y crisantemos. Técnicamente impresionistas parecen buscar la esencia de algo que se ha visto crecer y florecer.
En el Museo de Thyseen podréis contemplar una muestra de 64 obras de Caillebotte, pintor, mecenas y coleccionista, que a la sombra de Renoir o Monet se hizo un hueco por su originalidad y libertad hasta el 30 de octubre de 2016.




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