El Palacio de Nymphenburg hace las delicias de todos aquellos que disfrutan con el sobrecargado estilo barroco y rococó en todas sus expresiones, ubicado en la ciudad de Múnich, estado federado de Baviera, Alemania. Está compuesto por el edificio principal y varias construcciones sorprendentes diseminadas por su espectacular jardín de estilo inglés donde se encuentran lagos, canales, estatuas e incluso ruinas falsas para satisfacer la vista. Este edificio no se vio afectado durante la II Guerra Mundial por lo que se conserva tal y como era, con todo su lujo arquitectónico y ornamental. Es muy aconsejable visitar su Museo de Carrozas donde, como no podía ser menos, las de Luis II son las más fantasiosas y originales.
El Palacio de Nymphenburg |
El primer edificio fue construido por Agostino Barelli entre 1664 y 1675 para celebrar el nacimiento del futuro heredero de la dinastía, Maximiliano II de Baviera. En 1701 fue él mismo quien organizó una ampliación sistemática del palacio. Se agregaron dos pabellones, uno al sur y el otro al norte del palacio de Barelli, realizados por Zuccalli y Viscardi. Más tarde, la sección sur del palacio fue ampliado aún más para formar los establos, donde ahora se encuentra el Museo de Carruajes. Se agregó al norte una plantación de naranjos y finalmente, fue construido un gran círculo con mansiones barrocas, el Schlossrondell, bajo el gobierno del hijo de Maximiliano Manuel, Carlos VII.
Salón de Piedra en Palacio de Nymphenburg |
Dentro del palacio destaca el impresionante Salón de Piedra, con frescos en el cielo de Johann Baptist Zimmermann y decoraciones de Cuvilliés. Haciendo las veces de un gran salón, ocupa más de tres pisos del pabellón central del palacio. Hay varias habitaciones que aun muestran su decoración barroca original mientras otras fueron redecoradas posteriormente en estilo rococó o neoclásico. El antiguo comedor del pabellón sur hoy alberga la Galería de Bellezas del rey Luis I.
Frescos obra de Johann Baptist Zimmermann |
Allí se pueden ver treinta y seis retratos realizados por Joseph Stieler a elegantes damas de la sociedad muniquesa entre las que se encontraba su barragana, la bailarina Lola Montez. Igualmente digna de verse es la habitación en la que nació Luis II, el personaje más popular de la dinastía, primo y amigo de Sisí Emperatriz.
El patio de los establos hoy contiene su importa, Marstallmuseum. Ellos también formaron parte de importantes eventos históricos. A modo de obra de arte total, los carruajes combinan los avances técnicos con el arte textil, esculturas, dorados artísticos y pinturas. Un piso más arriba se encuentra una selecta colección de porcelana llena de frágiles bellezas creadas en la fábrica de Nymphenburg, fundada en 1747 y que sigue existiendo en la actualidad.
Museo de Carruajes |
Amalienburg es el edificio cerca del palacio formado por un espacio cubierto por una cúpula. La presencia de las paredes está disimulada no sólo por la falta de esquinas, sino también por la decoración en su conjunto. Los espejos con ricos marcos de estuco, grandes como ventanales, están alineados uno junto al otro, y se suceden sin solución de continuidad entre puertas y ventanas.
La Gruta de Magdalene Kausse |
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