lunes, 10 de marzo de 2014

Cantarini, Simone. Il Pesarese



Pintor y grabador italiano. Su primera formación la rea­lizó en Las Marcas, en el taller de Claudio Ridolfi. Además, estuvo abierto a la influencia del experimentalismo de raíz naturalística de Guerrieri y Gentileschi, así como a las primeras noticias del clasicismo boloñés. Alrededor de 1635 se afincó en ­Bolonia, donde entró en el estudio de Guido Reni, con quien, sin embargo, pronto llegó a una profunda divergencia personal



Atuorretrato de Simone Cantarini


Ello no impidió que mantuviera en sus obras la línea ideal del maestro boloñés, aunque más apegada a las impresiones carnales y táctiles, en oposición a la elevada abstracción de aquél. Tampoco olvidó Cantarini ciertos componentes naturalistas adquiridos durante su primera formación que quedan reflejados en diferentes aspectos de sus obras. En 1639 se encontraba de nuevo en Pesaro. No volvió a Bolonia hasta la muerte de Reni en 1642.



 Obra de Simone Cantarini


También se conocen estancias del artista en ­Roma, Mantua y, finalmente, Verona. En el Museo del Prado se conservan numerosos dibujos de mano de ­Cantarini, que fue muy prolífico en esta actividad, junto con su lienzo La Sagrada Familia, muy representativo del artista, que pertenecía a la colección de Carlos IV y se encontraba en la Casita del Príncipe de El Escorial en 1779.



Descanso en la huida a Egipto obra de Simone Cantarini



Sus pinturas, en opinión de una parte de la crítica, no son muy novedosas y derivan del clasicismo de Reni, si bien resultan algo más realistas o menos idealizadas que las de éste. Las valoraciones más positivas le hacen abanderado de una línea alternativa a la tendencia dominante en el panorama artístico boloñés (y por ende, en el italiano), capaz de dotar a sus composiciones de una mayor libertad de pincelada y una renovada naturalidad, sin perder de vista un estricto y cuidado dibujo. Si bien no alcanzó una gran fama entre sus contemporáneos, en parte debido a su breve carrera, su figura ha experimentado una progresiva revalorización entre los expertos.



La Sagrada Familia Museo del Prado,Madrid.


En 1635 marcha a Bolonia con el propósito específico de conocer a Reni. Así ocurrió, y Cantarini entró a formar parte del extenso taller del boloñés. Sin embargo, pronto la relación entre ambos se deterioró como he mencionado antes de manera ostensible. El fuerte carácter de Cantarini y la confianza en su propio talento y capacidades le hicieron rebelarse contra una posición subalterna. La tensión fue creciendo entre maestro y pupilo hasta que un incidente provocó la ruptura definitiva: Reni enmendó ante el resto de sus compañeros una Transfiguración que Cantarini acababa de ejecutar para los Barberini. En su opinión, la figura de San Pedro era incorrecta anatómicamente y no tuvo rebozo en corregir con tiza blanca la figura sobre el mismo lienzo.


San Mateo y el ángelNational Gallery of Art, Washington.


Antiguas crónicas relatan que Cantarini murió por los disgustos que le causó Carlos II Gonzaga, duque de Mantua, quien le había llamado para trabajar en su corte. Según otras fuentes, fue envenenado por un colega a quien había agredido anteriormente. El caso es que dejó Mantua y falleció poco después de instalarse en Verona, adonde llegó ya gravemente enfermo. 




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