martes, 27 de julio de 2021

Real Monasterio de San Juan de la Peña

La construcción del Real Monasterio de San Juan de la Peña, empieza el año1026 por iniciativa de Sancho Ramírez . En el año 1094  el rey cede el conjunto existente a los monjes cluniacenses y favorece su reforma. Situado en Botaya, al suroeste de Jaca, Huesca_ España.

Fue el monasterio más importante de Aragón en la alta Edad Media. En su Panteón Real fueron enterrados un buen número de reyes de Aragón. Forma parte del camino aragonés del Camino de Santiago. Su enclave es extremadamente singular.


En este momento se levanta el conjunto que hoy queda, en mayor o menor medida. La reforma benedictina de Cluny no podía obviar la construcción de un claustro que se finalizará ya entrado el siglo XII.


Cabe destacar su cabecera, compuesta por tres ábsides comunicados entre sí, y enmarcados en su embocadura por arcos de medio punto decorados con ajedrezado jaqués. En este un motivo decorativo propio de la arquitectura románica que surge alrededor del siglo Xl, y que recibe su nombre por reconocer dar a un tablero de ajedrez.. Y por encontrarse en la catedral de Jaca de manera abundante, desde donde pudo irradiarse a lo largo del Camino de Santiago 


Se cree que el Maestro de San Juan de la Peña no era una única persona, sino un taller de artistas con estilo propio y bien organizados, que trabajaron en esta zona (así como en las Cinco Villas, Zaragoza) y en Sanguesa, Navarra entre mediados y finales del siglo Xll.


La Capilla de San Voto y San Félix. fue construida en el siglo XVll por orden del abad Briz Martínez. quien, tras salvarse de ser alcanzado por dos rocas desprendidas de la Peña mientras pascaba por el claustro, decidió erigir esta construcción y dedicarla a san Voto y san Félix. Se trata de una sencilla capilla de planta cuadrada en la que destaca su portada de acceso, de  marcado carácter clasicista con elementos que preludian el barroco.


 
Su estilo, bien define, presenta una serie de rasgos características entre los que destaca los ojos abultados y rasgados de sus personaje; las cabezas y las manos ligeramente desproporcionadas, sividad; y de los pliegues y de los detalles de las vestimentas.



El Claustro alojado la gran Peña, este magnifico claustro románico se encuentra en zona más emblemática del conjunto pinatense. Se accede a través de una puerta de estilo mozárabe. Es uno de los más reproducidos de toda España, es también de los más bellos, pues tiene por techumbre la misma roca de la peña en donde se encuentra. Levantado hacia mediados del siglo XII es de planta rectangular algo irregular (15 x 10 m.). En origen un muro hoy desaparecido cerraba el claustro por el norte lo que lo aislaba del exterior y lo dejaba oculto a la vista. 


 
Sobre un podio se alzan los arcos de medio punto decorados por un guardapolvos con ajedrezado jaqués. Los arcos se apoyan en columnas simples, dobles o cuádruples con ritmo alternante, mientras que en las cuatro esquinas descansan en machones de corte recto. Constan de basa y varias molduras con adornos de bolas. En la actualidad se conservan íntegros dos alas del claustro y un poco menos de la mitad de una tercera, habiendo desaparecido en su totalidad una cuarta ala. Las alas mayores situadas al norte y al sur disponían de diez arcadas mientras que los lados menores situados al este y oeste sólo seis.




Sin lugar a dudas, lo más extraordinario de este claustro son sus capiteles historiados, labrados por dos maestros o talleres distintos en etapas diferentes, el más extraordinario es el denominado Maestro de San Juan de la Peña o Maestro de Agüero que labró dos de las alas del claustro. Este maestro se caracteriza por la labra de los ojos, tremendamente acusados y grandes. Según autores, el momento de la labra se sitúa entre 1145 y 1175. 



A este maestro también se le conoce como el Maestro de Agüero ya que se cree que sus primeras manifestaciones artísticas se corresponden con este lugar. Los capiteles representan diversos ciclos temáticos: Génesis, Vida de Juan el Bautista, la infancia de Jesús y la vida pública de Jesús. Da la sensación que los capiteles han sido alterados en algún momento en su orden cronológico ya que hay escenas que están situadas fuera de su contexto. 



En el claustro falta un ala completa del mismo, esta desapareció en el incendio de 1675 y algunos de sus capiteles con decoración vegetal e historiada se encuentran distribuidos de forma aleatoria por el monasterio o en el pequeño museo.














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