viernes, 2 de julio de 2021

La Capilla de Junterones

La Capilla de Junterones se encuentra en la Catedral de Murcia, en la Plaza del Cardenal Belluga, un templo en pleno casco antiguo de la ciudad de Murcia _ España.


La Catedral de Santa María fue proyectada como un templo de cruz latina con tres naves y girola, en donde se observan los rasgos del gótico mediterráneo por su sencillez estructural, su moderada elevación y limitados ventanales. Posee influencia castellana en la disposición de la nave central más alta que las laterales, pero también influencia aragonesa al situar el cimborrio a los pies del templo y no en el crucero. Como rasgo peculiar el transepto es más largo en su lado norte que en el sur y posee veintitrés capillas entre las mismas destaca la Capilla de Junterones.



Acabada en 1545 es de pequeñas dimensiones pero de una gran riqueza decorativa y capacidad de maravillar. De estilo renacentista, se valora como una de las principales obras de esta corriente en España.

Contiene un bello relieve en mármol de la Adoración. Desde su exterior impresiona por su belleza y armonía, dentro del conjunto artístico.



Esta Capilla, situada en la nave del lateral de la Epístola, se debe a Jerónimo Quijano, que la construyó, posiblemente, siguiendo un proyecto de Jacobo Florentino, y en la que se incorporaron elementos escultóricos marmóreos de un claro origen renacentista italiano, (Jacopo Torni, llamado Florentino o L'Indaco (1476 –1526), fue un pintor, escultor y arquitecto italiano del Renacimiento. Nació en Florencia en 1476, hijo de Lazzaro di Pietro, panadero de oficio. Fue según Vasari discípulo de Domenico Ghirlandaio, 



Aunque es difícil precisar la biografía del arquitecto Jerónimo Quijano (1500-1563), biografía que situaría su lugar de nacimiento en el norte de España, la importancia de la obra de Jerónimo Quijano en Murcia es tal que no puede por menos que ser nombrado en la relación de personajes relevantes en la historia de nuestra región.




Su trabajo y encargos se extendieron a otras villas de la antigua diócesis de Cartagena. Así, trabajó en Santa María de Chinchillas, en la portada y ventanas de las sacristías de la Capitular de Santiago, en Villena, colaboró en 1534 en las trazas de la Colegiata de San Patricio de Lorca y en la Iglesia del Salvador de Caravaca de 1536. Incluso llegó a tener encargos de ingeniería como el de una presa en las cercanías de Alguazas.

No se puede detallar el final de la vida de Quijano pero el año de la muerte del arquitecto debe estar cercano a 1563, ya que en esa fecha ya no consta como maestro mayor de la catedral.


Esta obra, muy singular y original, ha sido considerada por muchos autores como una de las más importantes del periodo renacentista en el Levante hispano, el estilo de Quijano está muy próximo al estilismo de esta capilla. En el plano arquitectónico, la capilla muestra dos ámbitos definidos por sus techumbres. La entrada es sencilla y muy clásica, un arco de medio punto sostenido por arquitrabe y columnas corintias que, curiosamente, no enseñan su lado frontal al espectador, sino su perfil.



La entrada es de planta rectangular, en cuyo suelo hay una lápida que reza: "aquí viene a parar la vida", a través de la cual se accede a la cripta en donde Gil Rodríguez de Junterón fue enterrado utilizando un sarcófago romano, pieza que actualmente se puede contemplar en el Museo de la Catedral.


La capilla continúa con un recinto de planta aproximadamente ovalada (un rectángulo rematado en sus lados menores con círculos) con decoración en relieve de estilo plateresco, coronada con una excepcional bóveda tórica del modelo llamado por los canteros "Bóveda de Murcia"​ por ésta capilla. Las esculturas de profetas y sibilas del testero principal son de 1592, hechas por Cristóbal Salazar y Juan Pérez de Artá. El relieve central de la Adoración de los Pastores está atribuido a Quijano






Bibliografía : https://www.regmurcia.com
                     https://www.regmurcia.com





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