jueves, 9 de marzo de 2017

Jugando ajedrez, obra de Sofonisba Anguissola

Lucia, Minerva y Europa Anguissola jugando ajedrez, obra de Sofonisba Anguissola del año 1555,  con unas dimensiones de 72 x 97. Se encuentra en el Museo de Narodowe (Museo Nacional), Poznan _ Polonia.


Pintora italiana(1530-1626) Perteneciente a una noble familia de Cremona, fue educada en la pintura junto a sus cinco hermanas. Vasari visitó a la familia y dejó constancia de la preparación de Sofonisba tanto en la pintura como en el dibujo. 


La obra representa una escena de carácter familiar en la que Elena y Minerva, juegan al ajedrez ante la risueña mirada de la hermana menor, Europa y en segundo plano, a la derecha. se ve la figura de una criada.


Como en otras obras de Sofonisba Anguissola se produce un interesante juego de miradas que recorre todos los personajes y nunca se cruzan: la criada observa a la pequeña Europa, que sonríe mirando a su hermana Minerva, que adivinamos que va perdiendo en el juego y mira sorprendida a la hermana mayor, Elena, quien a su vez parece buscar la aprobación de la pintora, a la que dirige su mirada.


La criada que aparece observando la escena es probablemente Cornelia Appiani, la misma que pocos años después acompañará a Sofonisba en su viaje a España. La volvemos a encontrar retratada, también en segundo plano, en uno de los pocos autorretratos que la pintora realiza en España en 1561 para enviar a su familia en Italia.


El padre de Sofonisba Anguissola, un noble de Cremona, se preocupó mucho porque sus seis hijas tuvieran una educación elevada, inculcando en ellas el amor por el arte y la literatura. Y lo hizo tan bien, que cinco de ellas se hicieron pintoras y la sexta escritora.


La que llegó más lejos fue la mayor, Sofonisba. En esa época, las mujeres tenían prohibidísimo estudiar anatomía y pintar desnudos (más aún si pertenecían a una familia noble, como es el caso), por lo que les resultaba imposible pintar muchas de las obras de temática mitológica o religiosa. El retrato era la salida más digna.


En 1623, la visitó el pintor flamenco Anton van Dyck, quien pintó varios retratos de ella a principios de 1600, e hizo bosquejos de sus visitas a Sofonisba en su cuadernos de notas. Van Dyck dijo: «Aunque su vista está debilitada, se mantiene aún muy alerta mentalmente». En contra de lo que algunos biógrafos reclaman, ella nunca se llegó a quedar ciega; quizá tuvo cataratas. Murió en Palermo en 1625. Fue internacionalmente aclamada y respetada a lo largo de su vida.

Un total de 50 obras han sido atribuidas con seguridad a Sofonisba. Sus cuadros pueden ser vistos en las galerías en Bérgamo, Budapest, Madrid (Museo del Prado), Milán (Pinacoteca de Brera), Nápoles, Siena y Florencia (Galería Uffizi). 






Bibliografía : http://cuadernodesofonisba.blogspot.com.es

                     Bea Porqueres  (2003). Sofonisba Anguissola 







No hay comentarios:

Publicar un comentario